Luis Fernando Molina, curador de esta obra de Botero, anunció la restauración.
"¿Y el bigote del Gato qué? ¿Ya apareció?", preguntó ayer entre risas el maestro Fernando Botero , cinco días después de que se esfumara el pelo de la cara de la escultura que le regaló el lunes de la semana pasada al corregimiento San Cristóbal.
Y al conocer que no sabíamos nada nuevo acerca del pelo, respondió: "Qué tristeza, pero ya aparecerá. Estoy enormemente agradecido por las manifestaciones de cariño de los antioqueños en la celebración de mis 80 años".
Pero tranquilo, maestro. Esta semana, quizá hoy mismo, el bigote del Gato volverá a tener los 14 pelos con los que usted lo concibió, esos que agarró en la entrega oficial frente al parque biblioteca que lleva su nombre.
Luis Fernando Molina, curador de esta obra y quien ha trabajado en galerías del artista paisa en Houston y Chicago, contó que el experto fundidor de bronce a la cera perdida, Armando Arango, restaurará la escultura sin cobrar un peso.
Arango, restaurador oficial de las obras de Botero en Medellín, hará el diagnóstico y, si cuenta con todos los materiales necesarios, ejecutará la milimétrica operación en un solo día.
Así se acabará la tristeza de quienes aprecian el arte, pero sobre todo de los habitantes de San Cristóbal, que ayer no ocultaban su pesar por el daño en la escultura de bronce, con tan poco tiempo de haberla estrenado.
Danilo Álvarez frecuenta la biblioteca y aseguró que hasta el Jueves Santo vio la figura completa. "A los que la dañaron no les llama la atención la cultura, que es precisamente lo que busca fomentar la obra", comentó el joven.
Otros residentes en el corregimiento coincidieron en que el elemento se lo robaron.
Por su parte, el curador Luis Fernando Molina aseguró que, definitivamente, "la obra se entregó en perfecto estado. Fueron testigos el maestro, el alcalde y 500 ciudadanos".
Con ello descartó la versión de que el pelo se desprendió en la instalación, fue repuesto para la inauguración y se volvió a caer, o la de que el extravío fue por un accidente.
Agregó que, de acuerdo con lo que le expresaron los administradores de la biblioteca, el "acto vandálico" se presentó entre el Jueves y el Viernes santos. "Parece que un adulto se colgó del bigote y lo partió".
El general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, también dijo que se trató de un robo y que no hay sospechosos del hecho.
Aunque aceptó la responsabilidad de su institución en lo sucedido, subrayó que el cuidado de la escultura está a cargo, primero, de la vigilancia privada del parque biblioteca.
Sin embargo, enfatizó en que no se trata de buscar culpables, sino de aumentar la cultura ciudadana. Varios uniformados les insistirán a los visitantes sobre el respeto por las manifestaciones artísticas.
¿Para qué se lo robaron? Molina aclara que el pelo, de unos 10 centímetros de largo y milímetro y medio de espesor, no tiene valor económico. Se lo llevaron, supone, "porque la gente quiere quedarse con un recuerdo del artista vivo más importante del mundo".
CLAVES
VALOR ARTÍSTICO SIGUE INTACTO
"¿Y el bigote del Gato qué? ¿Ya apareció?", preguntó ayer entre risas el maestro Fernando Botero , cinco días después de que se esfumara el pelo de la cara de la escultura que le regaló el lunes de la semana pasada al corregimiento San Cristóbal.
Y al conocer que no sabíamos nada nuevo acerca del pelo, respondió: "Qué tristeza, pero ya aparecerá. Estoy enormemente agradecido por las manifestaciones de cariño de los antioqueños en la celebración de mis 80 años".
Pero tranquilo, maestro. Esta semana, quizá hoy mismo, el bigote del Gato volverá a tener los 14 pelos con los que usted lo concibió, esos que agarró en la entrega oficial frente al parque biblioteca que lleva su nombre.
Luis Fernando Molina, curador de esta obra y quien ha trabajado en galerías del artista paisa en Houston y Chicago, contó que el experto fundidor de bronce a la cera perdida, Armando Arango, restaurará la escultura sin cobrar un peso.
Arango, restaurador oficial de las obras de Botero en Medellín, hará el diagnóstico y, si cuenta con todos los materiales necesarios, ejecutará la milimétrica operación en un solo día.
Así se acabará la tristeza de quienes aprecian el arte, pero sobre todo de los habitantes de San Cristóbal, que ayer no ocultaban su pesar por el daño en la escultura de bronce, con tan poco tiempo de haberla estrenado.
Danilo Álvarez frecuenta la biblioteca y aseguró que hasta el Jueves Santo vio la figura completa. "A los que la dañaron no les llama la atención la cultura, que es precisamente lo que busca fomentar la obra", comentó el joven.
Otros residentes en el corregimiento coincidieron en que el elemento se lo robaron.
Por su parte, el curador Luis Fernando Molina aseguró que, definitivamente, "la obra se entregó en perfecto estado. Fueron testigos el maestro, el alcalde y 500 ciudadanos".
Con ello descartó la versión de que el pelo se desprendió en la instalación, fue repuesto para la inauguración y se volvió a caer, o la de que el extravío fue por un accidente.
Agregó que, de acuerdo con lo que le expresaron los administradores de la biblioteca, el "acto vandálico" se presentó entre el Jueves y el Viernes santos. "Parece que un adulto se colgó del bigote y lo partió".
El general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, también dijo que se trató de un robo y que no hay sospechosos del hecho.
Aunque aceptó la responsabilidad de su institución en lo sucedido, subrayó que el cuidado de la escultura está a cargo, primero, de la vigilancia privada del parque biblioteca.
Sin embargo, enfatizó en que no se trata de buscar culpables, sino de aumentar la cultura ciudadana. Varios uniformados les insistirán a los visitantes sobre el respeto por las manifestaciones artísticas.
¿Para qué se lo robaron? Molina aclara que el pelo, de unos 10 centímetros de largo y milímetro y medio de espesor, no tiene valor económico. Se lo llevaron, supone, "porque la gente quiere quedarse con un recuerdo del artista vivo más importante del mundo".
CLAVES
VALOR ARTÍSTICO SIGUE INTACTO
1. El curador Luis Molina resaltó que, con la restauración, la obra queda perfecta y con el mismo valor.
2. El restaurador Armando Arango tiene más de 25 años de experiencia con las obras de Botero.
3. El Municipio lava las esculturas de Botero cada seis meses, para mantenerlas en buen estado.