El director de la red de urgencias de Medellín explica cómo funciona el sistema. Se salvan vidas y hay profesionales.
Aunque los minutos parezcan siglos y cada segundo sea una pesadilla, el mandato de los expertos es que luego de que ocurra un accidente de tránsito, los lesionados, al margen de la severidad que muestren sus heridas, deben ser trasladados al hospital por personal paramédico.
Ese es uno de los avances más importantes que se reportan en el manejo de urgencias en la ciudad. Este es un logro de todos, porque la ciudadanía está inmersa en esta dinámica, pero también es producto de ver que, así tengan que esperar un poco más, la ambulancia llega y realiza la labor de atención inmediata de manera profesional.
El médico Carlos Diego Cardona, director de la Red de Urgencias de la Secretaría de Salud de Medellín, es el coordinador del 123, número que se marca en caso de emergencias y responsable de atenderlas inmediatamente.
¿Cómo funciona la red?
"Hay que explicar que la red atiende la jurisdicción de Medellín a través de las llamadas que entran al 123. Existen en la actualidad ocho ambulancias nuevas y en diciembre contaríamos con 12, gracias a la aprobación de unos recursos adicionales. Cuando la llamada entra al sistema se direcciona a la ambulancia que esté más cerca. El promedio de tiempo de espera es de 11 minutos, antes era de 21. El estándar internacional es de 8 minutos. Vale aclarar que existen aspectos como el tráfico que se presenta a ciertas horas o lugares que son de más difícil acceso, todo eso cuenta en el momento de atender una emergencia y es importante que la gente lo entienda".
¿Qué ocurre cuando llegan los paramédicos?
"Ellos se encargan del proceso de regulación del paciente en el sitio del accidente. De ahí se traslada a la institución hospitalaria. Ese es el cuello de botella que provoca un aumento en los tiempos de espera. De todas maneras se ha ido mejorando en este sentido gracias a los consensos entre la Secretaria de Salud y los hospitales a través de la Comisión Salud. Hay que advertir que el paciente más grave no espera, entra de una y se le hace de todo".
Pero algunos pacientes sí deben esperar mucho rato antes de que los atiendan.
"Sí, hay algunos que requieren triaje 2 o 3. Estos pueden esperar más porque su vida no está en peligro. El paciente se acompaña hasta que el médico lo recibe y firma la historia clínica".
Todos los hospitales se quejan de saturación.
"La saturación en urgencias es una consecuencia de la falta de ampliación de horarios en los servicios ambulatorios. Se les debe dar más fortaleza a los programas de prevención y promoción a los pacientes crónicos. Eso ayudaría a descongestionar urgencias, porque muchos pacientes pueden ser manejados en primer nivel pero llegan a urgencias".
Se dice que los hospitales a veces rechazan pacientes porque no tienen camas, pero en realidad es que no tienen contratos con las EPS o no quieren pacientes del Soat.
"No puedo afirmar eso, existe déficit de camas, pero no creo que los hospitales estén rechazando pacientes por este tema. Me parecería inaceptable".