Defensores del Túnel Verde rindieron homenaje a los chiminangos talados y dejaron sus trozos en el Palacio.
Como si se tratara de viejos amigos que murieron, los defensores del Túnel Verde de Envigado tributaron ayer un homenaje a los troncos que quedaron de los primeros árboles talados el sábado para abrir paso al metroplús.
En un ambiente matizado por pitos y gritos de reclamos, en los trozos dejaron pintadas su rabia y su tristeza: "parece que la vida ya no tiene sentido, esto no tiene razón de ser".
Así se repitieron los mensajes de ciudadanos que llegaron en romería. "Fueron ofrendas que la gente quiso hacer a los árboles, como si fuera un funeral", dijo Daniel Navarro Forero, miembro del Comité Protunel Verde, al comentar que no fue algo planeado, sino que la gente lo hizo de manera espontánea.
Juan Carlos Valencia, otro integrante del comité, sostuvo que la idea es que la ciudadanía que transita por el sector se dé cuenta que los árboles son seres vivos y que es necesario replantear la tala.
Según Valencia, están en marcha varias acciones judiciales que se instauraron para detener la medida. "Cuando se acaben todas posibilidades, tal vez nos echemos a la pena, pero agotaremos todos los recursos legales", anotó.
Daniel, estudiante de ingeniería y quien lleva 12 días en las carpas instaladas a orillas de la quebrada La Ayurá, explicó que, a manera de reclamo, otro grupo de personas llevó hasta la puerta del palacio municipal de Envigado las ramas y los troncos de algunos de los árboles talados, envueltos en pancartas que decían que ojalá sus hijos no se mueran por falta de oxígeno y que el desarrollo no es un negocio.
"Con ello queremos decir que no vamos a dejar de luchar de manera civilizada", advirtió Navarro.
Anoche, los defensores del túnel verde se volvieron a reunir al calor de velas y canciones para ofrecer la "despedida" a los siete chiminangos talados con la presencia de un grupo de efectivos del Esmad.
Ayer no hubo nuevas talas, pero los encargados de esa tarea no negaron que se pueden reanudar esta semana.
EN DEFINITIVALos líderes de la protesta siguen instalados, día y noche, en varias carpas a orillas de la quebrada La Ayurá. Aseguran que persistirán hasta agotar todos los recursos que les permite la ley.
¿QUÉ SIGUE?Javier Darío Toro, gerente de Metroplús, informó el fin de semana que la empresa se comprometió a que no talará 172 árboles, como estaba previsto, sino 132.
Subrayó que la compensación arbórea no será con 500, sino con 2.000 ejemplares, que implican un promedio de 15 árboles por cada individuo cortado.
También aseguró que los nuevos serán de mayor copa y no de dos metros de altura como se había anunciado en la propuesta original, sino de tres y cuatro.