Los lectores denuncian maltrato de conductores de buses que no respetan límites de velocidad porque, según sus quejas, compiten entre ellos por los pasajeros.
Como si se tratara de la carrera 24 Horas de Daytona en Estados Unidos, pero a la colombiana, los usuarios de buses viven una adrenalina similar por causa de exceso de velocidad de algunos conductores de este servicio de transporte.
Varios lectores manifestaron en Zona C su molestia por esta situación que se presenta hace mucho tiempo y que todavía no tiene una solución efectiva demostrada.
"La guerra del centavo", como ellos la llaman, es expresión de mal servicio. Según las quejas que recibimos, los choferes conducen con agresividad, se pasan semáforos en rojo, pasan de largo por los resaltos, se atraviesan unos a otros, pitan sin consideración, no esperan que los pasajeros se suban o se bajen antes de arrancar. Como dice la cuña radial, la inteligencia vial es nula.
Esto se presenta debido a que muchos conductores deben cumplir con un horario de ruta y, al mismo tiempo, recoger la mayor cantidad posible de pasajeros.
Sin embargo, los usuarios advierten que esta "batalla" no se justifica desde ningún punto de vista, y menos cuando se pone en riesgo la vida de los pasajeros.
Hablamos con las empresas implicadas en las quejas de nuestros lectores y les presentamos sus argumentos, así como las soluciones con las que se comprometen.
Como si se tratara de la carrera 24 Horas de Daytona en Estados Unidos, pero a la colombiana, los usuarios de buses viven una adrenalina similar por causa de exceso de velocidad de algunos conductores de este servicio de transporte.
Varios lectores manifestaron en Zona C su molestia por esta situación que se presenta hace mucho tiempo y que todavía no tiene una solución efectiva demostrada.
"La guerra del centavo", como ellos la llaman, es expresión de mal servicio. Según las quejas que recibimos, los choferes conducen con agresividad, se pasan semáforos en rojo, pasan de largo por los resaltos, se atraviesan unos a otros, pitan sin consideración, no esperan que los pasajeros se suban o se bajen antes de arrancar. Como dice la cuña radial, la inteligencia vial es nula.
Esto se presenta debido a que muchos conductores deben cumplir con un horario de ruta y, al mismo tiempo, recoger la mayor cantidad posible de pasajeros.
Sin embargo, los usuarios advierten que esta "batalla" no se justifica desde ningún punto de vista, y menos cuando se pone en riesgo la vida de los pasajeros.
Hablamos con las empresas implicadas en las quejas de nuestros lectores y les presentamos sus argumentos, así como las soluciones con las que se comprometen.