En Colombia, la creencia de que el conflicto armado solo afecta a los adultos se derrumba cuando se conoce que, a la fecha, más de 5.000 menores de edad se han desvinculado de los grupos ilegales.
Muchos de estos niños, y otros también afectados por el desplazamiento, el reclutamiento y la violencia sexual, tuvieron ayer un día especial en Plaza Mayor, en el que se les reconoció como víctimas de un conflicto que nunca les preguntó si querían estar, pero que los marcó para toda su vida.
Diego Molano, director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, expresó ayer en el evento, en el que participaron cerca de 200 menores de edad, que "hay que visibilizarlos para darles la atención adecuada. Los niños siempre han estado en el conflicto y en ocasiones no los consideramos víctimas".
Según Molano, desde el ICBF se brinda una atención integral a todos aquellos niños que alguna vez estuvieron en las filas de la guerrilla u otros grupos armados y que fueron rescatados o se desvincularon en las regiones.
En el día de la Memoria y las Víctimas dedicado a los niños afectados por el conflicto, artistas como Son Batá, de la comuna 13; el medallista olímpico, Carlos Mario Oquendo; el actor Nicolás Montero y el cuentero conocido como el parcero del popular No. 8, les compartieron a los menores mensajes de superación y les mostraron que el camino es el de la paz, no de las armas.
Carlos Mosquera, integrante de Son Batá, aseguró que participaron de la jornada porque saben que por medio del arte muchos de estos jóvenes encontrarán una guía para no torcer el camino "y alejarse de la violencia que no trae nada bueno para nadie".