DESDE LA LÍNEA K del metrocable se observan 21 fotografías en gran formato, ubicadas en techos y muros, que hacen parte del proyecto Héroes sin Fronteras, que busca visibilizar aquellas personas que son ejemplo de vida.
Volando, en las cabinas del metrocable, la mirada a esas grandes fotografías es aún más espectacular. En techos, en planchas de cemento y en los muros de ladrillos de las casas de la comuna 1 están los ojos, las manos y los rostros de 21 elegidos.
La exposición comienza desde la estación metrocable Andalucía, pasa por la del Popular y se extiende hasta la de Santo Domingo, envuelta en la neblina del lunes lluvioso. Algunos vecinos del Popular no saben de qué se tratan esas fotos, pero reconocen a quienes aparecen.
Están María Oquendo, que levantó 14 hijos a punta de modistería; el padre Federico Carrasquilla, por su impacto en los corazones de los habitantes; Jonathan Uribe, que lidera la escuela de rap gratuita; y Óscar Giraldo y Beatriz Noreña, profes que dejan huella...
Las imágenes suman 21, tomadas por el fotógrafo Felipe Mesa, 18 de ellas retrataron a quienes unos 200 estudiantes de la Institución Educativa Paulo Sexto eligieron como ejemplos de vida.
La comuna 1 se convirtió en museo, gracias a la iniciativa Héroes sin fronteras, del programa Paz y Reconciliación, impulsado por la Alcaldía. Así quedaron visibilizados esos que le apuestan a la paz y que aunque "no han hecho grandes inventos ni puede que tengan muchos títulos, demuestran un gran valor. Son gente sencilla, con verdaderas historias de vida aún en medio de la adversidad y la pobreza", cuenta Lina Álvarez, sicóloga de Paz y Reconociliación.
Los modelos
Unos dedos deletrean "justicia", en los nudillos de un puño se lee "amor" y el formato en blanco y negro resalta los contrastes en la piel de Olga Jaramillo, que tiene una copia de su foto encima de la cama en la que debe permanecer porque ya le duelen las piernas.
Tiene 82 u 83 años, no lo recuerda bien, pero sí que con sus manos ayudó a levantar el barrio Popular. "Esto eran trochas y había que caminar por entre el pantano, pero todos nos unimos y lo fuimos cambiando".
En una terraza, que se observa desde el metrocable, está la foto de Gilberto Idárraga. Vende legumbres y frutas, es un padre amoroso de seis hijos, bailarín de tango y se ocupa de dar buenos consejos a los jóvenes. "Nuestro aporte no es más que el de luchar siempre por hacer las cosas bien".
Que a las fotografías les faltan unas "leyendas" que cuenten quiénes son y su aporte, creen unos residentes, que las miran mojadas por la lluvia. La de Jader García está cerca de la estación Popular, encima de un negocio de motos.
Es un empresario que genera empleo para sus vecinos y que apoya al padre Federico Carrasquilla en el proyecto de autoconstrucciones de vivienda digna. Es de los que piensa que hay que darle oportunidades a la gente y espacios para aprender.
Los 18, apenas están acostumbrándose a verse exhibidos. Es un homenaje que no se creen, pero son héroes, grandes como sus retratos.