La Policía de Urabá reportó ayer la captura, en el municipio de Apartadó, de Andrés Felipe Medina Vanegas, quien había sido condenado por el Tribunal Superior de Medellín a pagar 50 años de cárcel por el homicidio de tres personas cometido en el año 2007 en la plaza Mayorista, de Itagüí.
Al capturado le figuraba la condena desde el 14 de octubre de 2010, cuando el Tribunal Superior de Medellín revocó un fallo absolutorio que a favor del mismo sujeto había proferido el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Itagüí.
En esa ocasión, el tribunal acogió un recurso de reposición que interpuso la Fiscalía General ante la decisión tomada por el juez que falló en primera instancia y absolvió a Medina por considerar que no había suficientes pruebas que lo comprometieran con el triple asesinato.
Como se informó ampliamente en su momento, los hechos que llevaron a la condena de Medina se remontan al 11 de agosto de 2007, en el marco de la cabalgata de la Feria de las Flores, cuando Medina disparó su arma contra un grupo de personas que departía en el negocio de la plaza llamado El Último Chorro.
Al parecer, y así lo pudo comprobar la Fiscalía al lograr la sentencia condenatoria, el hecho se desató porque un joven le lanzó un piropo a una de las amigas que ese día acompañaban a Medina, tal como consignó el Tribunal Superior en su explicación de la sentencia.
En la matanza, que consternó a la ciudad por el alto grado de intolerancia del autor de los disparos, perecieron los ciudadanos Gonzalo Escudero García, propietario del negocio donde se desató la balacera, y dos trabajadores de la central de abastos la Mayorista, quienes fueron identificados como Augusto Vargas Cifuentes y Giovanny Londoño Jiménez.
Se conoció que Medina, de 31 años de edad, sabiendo de la condena en su contra, al parecer se ocultaba en una finca de uno de sus familiares en la región de Urabá.
Al capturado le figuraba la condena desde el 14 de octubre de 2010, cuando el Tribunal Superior de Medellín revocó un fallo absolutorio que a favor del mismo sujeto había proferido el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Itagüí.
En esa ocasión, el tribunal acogió un recurso de reposición que interpuso la Fiscalía General ante la decisión tomada por el juez que falló en primera instancia y absolvió a Medina por considerar que no había suficientes pruebas que lo comprometieran con el triple asesinato.
Como se informó ampliamente en su momento, los hechos que llevaron a la condena de Medina se remontan al 11 de agosto de 2007, en el marco de la cabalgata de la Feria de las Flores, cuando Medina disparó su arma contra un grupo de personas que departía en el negocio de la plaza llamado El Último Chorro.
Al parecer, y así lo pudo comprobar la Fiscalía al lograr la sentencia condenatoria, el hecho se desató porque un joven le lanzó un piropo a una de las amigas que ese día acompañaban a Medina, tal como consignó el Tribunal Superior en su explicación de la sentencia.
En la matanza, que consternó a la ciudad por el alto grado de intolerancia del autor de los disparos, perecieron los ciudadanos Gonzalo Escudero García, propietario del negocio donde se desató la balacera, y dos trabajadores de la central de abastos la Mayorista, quienes fueron identificados como Augusto Vargas Cifuentes y Giovanny Londoño Jiménez.
Se conoció que Medina, de 31 años de edad, sabiendo de la condena en su contra, al parecer se ocultaba en una finca de uno de sus familiares en la región de Urabá.