Más inversión social y no solo aumento de policías y soldados, disminución efectiva de la pobreza, educación dirigida a cambiar paradigmas sociales que fomentan la violencia y políticas públicas a largo plazo para romper la denominada "cultura de la ilegalidad".
Estas son algunas propuestas que hacen distintas personas desde cargos públicos, artistas o quienes han trabajado en prevención de la violencia para ayudar a resolver la grave situación de inseguridad y criminalidad que azota a Medellín.
Para el personero de Medellín, Rodrigo Ardila Vargas, la ciudad requiere una intervención integral, que "no solo puede ser con más Fuerza Pública, sino con educación y pedagogía que apunte a la reconstrucción del tejido social, de la convivencia, de la solución pacífica de los conflictos del respeto de los derechos humanos".
En ese mismo sentido se expresa John Harold Dávila, cantautor antioqueño conocido por las canciones interpretadas por el Grupo Suramérica, quien también colabora con organizaciones sociales que trabajan con poblaciones vulnerables.
La propuesta de este artista se encamina a fortalecer la educación para la convivencia, "porque debemos transformar los paradigmas sociales y culturales incrustados en nuestra ciudad, que están cargados de mucha violencia".
Dávila insiste en priorizar el trabajo social con los niños y jóvenes en los sectores más violentos para generar un clima propicio, mediante la inversión social y proyectos enfocados a prevenir prácticas como el trabajo infantil, la explotación sexual de menores, el consumo de alucinógenos. "Estos fenómenos arrastran a personas a caer en la delincuencia. Por eso también urge la lucha contra la pobreza".
Por su parte, Jaime Fajardo Landaeta, exasesor de Convivencia y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín, defiende la idea de buscar pactos de paz entre las organizaciones delincuenciales con oportunidades educativas y laborales para desvincularse de estas.
"Hay que buscar romper con la cultura de la ilegalidad y la ley del todo vale".
Estas son algunas propuestas que hacen distintas personas desde cargos públicos, artistas o quienes han trabajado en prevención de la violencia para ayudar a resolver la grave situación de inseguridad y criminalidad que azota a Medellín.
Para el personero de Medellín, Rodrigo Ardila Vargas, la ciudad requiere una intervención integral, que "no solo puede ser con más Fuerza Pública, sino con educación y pedagogía que apunte a la reconstrucción del tejido social, de la convivencia, de la solución pacífica de los conflictos del respeto de los derechos humanos".
En ese mismo sentido se expresa John Harold Dávila, cantautor antioqueño conocido por las canciones interpretadas por el Grupo Suramérica, quien también colabora con organizaciones sociales que trabajan con poblaciones vulnerables.
La propuesta de este artista se encamina a fortalecer la educación para la convivencia, "porque debemos transformar los paradigmas sociales y culturales incrustados en nuestra ciudad, que están cargados de mucha violencia".
Dávila insiste en priorizar el trabajo social con los niños y jóvenes en los sectores más violentos para generar un clima propicio, mediante la inversión social y proyectos enfocados a prevenir prácticas como el trabajo infantil, la explotación sexual de menores, el consumo de alucinógenos. "Estos fenómenos arrastran a personas a caer en la delincuencia. Por eso también urge la lucha contra la pobreza".
Por su parte, Jaime Fajardo Landaeta, exasesor de Convivencia y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín, defiende la idea de buscar pactos de paz entre las organizaciones delincuenciales con oportunidades educativas y laborales para desvincularse de estas.
"Hay que buscar romper con la cultura de la ilegalidad y la ley del todo vale".