La Gobernación de Antioquia realizó una jornada académica pública para discutir el proceso de paz y las consecuencias que tiene sobre la sociedad y su rol de protagonista.
Entre los casi 300 asistentes al primer foro Preparémonos para la paz, organizado por la Gobernación de Antioquia, Manuel Petro era único, se le veía diferente a todos, solo por una característica, su camiseta blanca que en letras azules mayúsculas decía: "Yo estoy por el fin del conflicto armado".
Llegó el lunes de Nariño, que está a seis horas de camino, acompañado de cuatro amigas, campesinas como él, víctimas del conflicto armado, que no creen en otra salida de la guerra que la negociada.
El foro, que tuvo lugar en el Jardín Botánico, fue un balance de lo que han recogido del proceso de paz, de las diferentes participaciones ciudadanas, la Comisión de Paz del Congreso, la Universidad Nacional, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la Iglesia. La Gobernación quiere, con estas actividades, prepararse para las consecuencias de los acuerdos que suscriban.
El congresista Iván Cepeda, que estuvo en el foro, afirmó que desde ya tiene que empezar una preparación para el postconflicto, porque "hay razones para ser optimista... Hay un afán en ambos equipos de conversación de buscar la salida y los mecanismos idóneos".
Por su parte, Alessandro Presi, que representó al Pnud, afirmó que "no es suficiente la firma de una acuerdo de paz, teniendo en cuenta la desigualdad económica y social, pero es muy importante que las conversaciones tengan éxito, porque representan un primer paso para una paz con desarrollo integral para todas las regiones del país".
La participación de la sociedad civil en los diálogos de paz fue una de las inquietudes que plantearon asistentes y foristas. La congresista Ángela Robledo criticó la falta de mujeres en la isla, "porque las mujeres son un gran porcentaje de las víctimas". Mientras tanto, Iván Cepeda afirmó que es muy posible que se instale, como sucedió con el foro de desarrollo agrario, un foro de víctimas.
Alejo Vargas reiteró que para el país es más barato buscar una salida negociada del conflicto que una guerrerista. Lo mismo piensa Manuel, el hombre de la camiseta blanca, sin cifras, solo por saber que ha sido desplazado dos veces.