TURISTAS Y HABITANTES de sectores aledaños a Santafé de Antioquia se aventuran a pasar por la estructura, que fue cerrada por la Gobernación en diciembre. Secretaría de Infraestructura planea habilitar el paso en febrero.
Una cinta naranjada, amarrada justo en el sitio donde hace dos meses cayeron dos personas al río Cauca, les recuerda a propios y turistas el riesgo que corren al atreverse a cruzar el Puente de Occidente, en Santafé de Antioquia.
La señal, ubicada casi en la mitad de la estructura, es ignorada por la gran mayoría de los aventureros, muchos de los cuales también hacen caso omiso al letrero de advertencia que, desde hace una semana, permanece colgado a ambos costados del puente.
Y es que aunque en él se explica claramente que el monumento permanecerá cerrado "hasta tanto se recupere y se garantice la seguridad para transitar por lo menos por uno de sus pasos peatonales", muchos, ya sea por necesidad o, simplemente, por las ganas de conocer el sitio, pasan por alto la indicación.
A Mónica Vargas, residente en Urabá, el deseo de tomarse una foto en la monumental obra, que este año cumplirá 117 años, le pudo más que el miedo.
Por eso, decidió cruzar, junto a sus esposo y sus dos pequeñas hijas, por el carril central, que hasta hace dos meses estaba habilitado para el tránsito vehicular, pero que hoy en día es el único elegido por los peatones para transbordar.
"Sentí miedo y desconfianza porque miraba para abajo y veía el río por los huecos que hay entre las tablas y pensaba que me podía caer", comentó Mónica ya al otro lado del río, en el municipio de Olaya. Pese al temor, ella estaba feliz porque pudo tener la imagen que tanto anhelaba.
La razón que motivó a Orlando Guarín a traspasar las cintas de seguridad al inicio del recorrido fue, en cambio, muy diferente a la de la mujer.
"A mi me toca pasar por necesidad para poder ahorrar plata y tiempo", manifestó el habitante de la vereda Quebrada Seca, de Olaya.
Según el hombre, no cruzar el puente le implicaría gastar más del doble de lo que normalmente le cuesta un recorrido hasta Santafé de Antioquia.
"Por acá, el pasaje en mototaxi hasta Santafé me sale a 3.000 pesos y me demoro cinco minutos mientras que dando la vuelta por Sopetrán, desde donde vivo, me cobran 15.000 y me demoro una hora y media", precisó.
Su argumento lo comparten muchos habitantes de la zona, quienes declararon estar dispuestos a adelantar una protesta si la Gobernación de Antioquia decide impedir definitivamente el tránsito por el sitio.
"Si este puente se va al Cauca, nos quedamos sin tener de qué vivir", comentó Ismael Lora, comerciante del sector.
Las pérdidas económicas, dijo, son altas ya que, según él, el turismo se ha disminuido en un 90 por ciento.
Paso en febrero
Entre tanto, el secretario de Infraestructura del Departamento, Mauricio Valencia, aseguró que se están analizando alternativas para reactivar en febrero el paso de peatones y mototaxis por el carril central de la estructura.
El funcionario visitó la zona el sábado e informó que ya se reactivó el contrato que la Gobernación y el Municipio habían establecido por un valor de 223 millones para adelantar el mantenimiento de la obra.
"Estamos haciendo veeduría y evaluando la posibilidad de hacer mejoramientos en la vía hacia Sopetrán", sostuvo.
Lo cierto, es que mientras no se solucione definitivamente la situación, tanto los habitantes como los pocos turistas que aún se animan a visitar el sitio seguirán dispuestos a asumir el riesgo que les implica atravesar el puente.
Contexto
Accidente afectó a comerciantes de la zona
El 29 de noviembre de 2011
un profesor, identificado como Elkin Mario Castaño, de 31 años, y su niña de ocho, cayeron al río Cauca cuando transitaban por uno de los costados peatonales del puente. Hasta ahora, ni el docente ni su hija han podido ser encontrados.
Mientras tanto, los comerciantes aseguran que el incidente provocó que las ventas de sus negocios se disminuyeran en cerca de un 90 por ciento.
"Anteriormente, un domingo al mediodía los locales estaban repletos, pero ahora viene muy poquita gente", comentó Ismael Lora, quien se quejó por el escaso mantenimiento que, según él, se le ha hecho al puente durante los últimos años.