La idea de que el agua arrase con sus casas y con lo que aún queda de sus pertenencias, sigue siendo una preocupación constante para muchas de las 4.000 familias que viven a orillas de la quebrada La García, en Bello.
Hace ya dos meses que Gilberto Antonio Marín tuvo que abandonar su vivienda y tomar en arriendo otra porque, en una creciente, el afluente prácticamente acabó con el lugar donde había vivido por más de 32 años, en el sector de San Nicolás.
Lo peor, aseguró el hombre, es que como perdió su patrimonio, ahora se ve obligado a pagar 250.000 pesos mensuales de alquiler en una casa ubicada justo al lado de las ruinas de la suya, en la zona de influencia de La García.
"Acá también nos inundamos más de un metro cuando se crece la quebrada, pero nos toca quedarnos porque no tenemos plata para irnos a pagar en otro lado", dijo Gilberto, quien vive con otros cinco familiares.
Una situación parecida afronta Luis Javier Pérez.
Él también resultó damnificado en noviembre del año pasado cuando su casa fue destruida por el agua.
"Perdí todas mis cositas y me quedé sin donde vivir. Desde eso no he recibido ayuda de nadie", comentó el hombre, quien debe pagar 100.000 pesos mensuales de arrendamiento.
Tanto Gilberto como Luis Javier manifestaron que, desde la emergencia, no han recibido ningún tipo de ayuda por parte de la administración municipal.
"Al principio trajeron mercados y otras cosas, pero después ya no volvieron por acá", comentó Luis.
Ambos coinciden en que las obras que se han adelantado en la zona, donde se construyeron varios muros de contención, han dificultado la situación de quienes residen al borde del afluente.
"Lo que hicieron con esos muros fue desviar el agua hacia un lado y por eso se han empezado a caer las casas", agregó Gilberto, quien se pregunta por qué la Alcaldía de Bello suspendió los trabajos en el sitio.
"Si canalizan toda la quebrada ahí sí mejoraría la cosa", concluyeron los residentes.
No hay recursos suficientes
El secretario de gobierno de Bello, Nicolás Rave, señaló que durante los últimos seis años se han invertido cerca de 12.000 millones de pesos en la intervención de la quebrada, con la ayuda del Área Metropolitana y Colombia Humanitaria.
Sin embargo, dijo, los recursos de los que dispone la administración son insuficientes para adelantar todos los trabajos necesarios, que tendrían un costo cercano a los 200.000 millones de pesos.
"No es fácil para una administración acometer un proyecto de 3.2 kilómetros", precisó el funcionario.
Entre tanto, subrayó que se han adelantando intervenciones en los puntos más críticos de la quebrada, en los sectores El Cairo, El Chispero, El Hueco, Las Granjas, La Selva, La Aldea y el puente de Playa Rica.
También, informó Rave, la administración pagó cerca de 2.600 millones de pesos entre mejoras de vivienda y reubicación, a 81 familias residentes en el sector de La Granja.
"De alguna manera hemos protegido la vida de muchos bellanitas y aunque hay puntos que no tienen el debido muro de mitigación, la idea es revisar el presupuesto para darle continuidad a ese canal ", puntualizó.
Así mismo, manifestó el secretario de Infraestructura, es indispensable seguir haciendo dragados a la quebrada y adelantar programas pedagógicos con los ciudadanos para que no se asienten en estos puntos de riesgo.
""Inicialmente, estamos gestionando recursos con el Área Metropolitana y con Colombia Humanitaria para ejecutar otros tramos de la obra, porque el total de la misma implicará futuras reubicaciones", concluyó Nicolás Rave.