Además de ser prohibida para humanos, la intervención se hizo en casa de un amigo.
Aunque la mamá se lo dijo muchas veces, "César, aprenda a aceptarse como es, que usted es muy bonito, buen mozo", el joven no hizo caso y aceptó la sugerencia de inyectarse silicona en los glúteos para que se le vieran con más volumen.
En su decisión pesó más la incitación de su "amigo" que los presentimientos de su madre y al final la operación lo llevó a la muerte.
El deceso de César Augusto Hernández Murillo, de 21 años, se produjo el martes en la tarde en el Hospital General de Medellín tras más de una semana de sufrimientos. Estos empezaron el lunes 10 de septiembre, la misma noche en que este joven profesor de baile aceptó que un amigo le inyectara silicona.
"Él nos contó y le aconsejamos mucho que no, que era peligroso y no lo necesitaba, pero los muchachos no hacen caso, son llevados de su parecer", comentó ayer Mariela Murillo , su madre, mientras invadida en la tristeza esperaba que Medicina Legal le entregara el cadáver de su hijo.
El muchacho tenía su obsesión. Quería verse mejor. Y encontró en su supuesto amigo (que ni fue a verlo al hospital) alguien que le iba a ayudar. Apunta doña Mariela que ese amigo, también gay como su hijo, ya había inyectado a varios amigos y compañeros y que como todos habían salido bien, César se animó confiado.
Y ese lunes en la tarde accedió a la inyección. La operación no se hizo en un centro estético ni nada parecido sino en la casa de su amigo, "como se los ha hecho a todos", según le decía César a su madre.
"Tengo entendido que no es ni un salón de belleza, es la casa del muchacho, en Moravia", puntualizó la señora, que no quiere que la historia se repita con otros.
Tras la intervención, esa misma noche César llegó a casa, pero se quejó de dolores.
El suplicio
Pero el suplicio empezó en forma el miércoles 12, cuando asfixiado, César debió ser llevado al hospital Marco Fidel Suárez, de Bello.
De allí lo enviaron nuevamente a casa, pero los problemas respiratorios no cesaron y el viernes el joven fue conducido al Hospital General, donde fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Falleció el martes a las 2:30 de la tarde.
"Nunca pensamos que eso iba a pasar, nunca le pusimos problema porque fuera gay, lo respetamos, pero vea a lo que lo llevó eso", comentó su padre, Jaime Hernández .
La sustancia, que está proscrita para ser inyectada en humanos, se le fue a la sangre, le pasó a los pulmones y le causó la muerte.
El médico Luis David García , de la Asociación Científica Colombiana de Medicina Estética, advirtió que esa es la consecuencia de la silicona líquida, "si al inyectarla coge una arteria grande, se va al torrente sanguíneo, pasa a los pulmones y produce la muerte".
Y advirtió que aunque en muchas personas al principio parece no tener consecuencias, con el tiempo "produce reacción maligna, los glúteos se les ponen rojos, se les inflaman y se les calientan" y se vuelve un problema crónico.
Aclaró que los únicos dos procedimientos aprobados para esta parte del cuerpo son la lipoinyección y las prótesis.
El cirujano plástico Felipe Martínez precisó que estas siliconas son biopolímeros y que la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica no las aprueba.
Agregó que en Colombia la ley prohibe la inyectología a personal no médico.
Esta muerte se produce en momentos en que en la ciudad se debate el tema de los malos procedimientos estéticos. Pero parece que falta mucho camino por recorrer.
ANTECEDENTES
HAY ALERTAS E INVESTIGACIONES
En la ciudad hay alerta por las muertes que están dejando los malos procedimientos estéticos. Medicina Legal confirmó las muertes, por esta causa, de 10 mujeres entre 2008 y 2011, y alertó que los casos pueden ser más. La Dirección Seccional de Salud lleva 38 procesos contra instituciones por incumplimiento de normas y la semana anterior se confirmó la condena a un cirujano por la muerte de una mujer tras una cirugía de glúteos.
EN DEFINITIVA
Acudir a un amigo sin ningún título de cirujano para un procedimiento estético llevó a la muerte al joven César Hernández. Estas cirugías están causando muchas muertes y dramas en la ciudad.