En un centro asistencial de esta ciudad murió en la tarde del lunes un profesor de baile, a quien le aplicaron silicona líquida con el fin de moldearle los glúteos.
El bailarín, expertos en porros y tango y de 21 años de edad, fue intervenido el pasado 10 de septiembre de 2012, según dijo un familiar, en un local del sector del Bosque en el norte de Medellín.
La fuerte indicó que sus familiares le manifestaron al joven el peligro que corría al hacerse este tipo de procedimientos, pero éste les respondió que varios de sus amigos habían recibido este tratamiento en el mismo sitio y no les había sucedido nada.
Al paciente, una vez le inyectaron en cada glúteo una sustancia, al parecer silicona líquida, se dirigió a su casa en el municipio de Bello y pasó muy mala noche, por lo que el martes fue llevado a un hospital del norte del Valle de Aburrá, donde después de tratarlo lo dieron de alta, pero le advirtieron a una de sus hermanas que si volvía a recaer tendría que buscar un centro asistencial de mayor complejidad en Medellín, porque el caso era muy delicado.
El bailarín se agravó en la tarde de ese lunes, por lo que fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de uno de los centros asistenciales de la ciudad, donde los médicos trataron de salvarle la vida pero no pudieron hacer nada, ya que la sustancia le pasó a la sangre y le llegó a los pulmones, lo que le causó la muerte.
El médico Luis David García, miembro de la Asociación Científica Colombiana de Medicina Estética, advirtió que la silicona líquida no se debe usar para rellenos en el cuerpo.
Pero, agregó, lo delicado del asunto es que es un producto muy inerte que, normalmente no produce mayores efectos en algunos pacientes. Sin embargo, el verdadero problema está en que si al inyectarlo coge una arteria grande, esa silicona se va al torrente sanguíneo y de allí pasa a los pulmones y produce la muerte.
Otra situación traumática para tener en cuenta, manifestó García, es que esa sustancia que al principio parece no hacerle nada al organismo en quienes logran sobrevivir a la intervención y se la recomiendan a los demás, es que con el tiempo se produce reacción maligna para el cuerpo.
Esto se debe a que parte de la silicona que se utiliza en nuestro medio no es de uso médico, sino que es una sustancia para la industria eléctrica, y son esos químicos los que producen un cuerpo extraño en el cuerpo y el organismo los ataca.
Entonces, en tres o seis meses, a esos pacientes que consideraban que nos les ocurrió nada y que la intervención fue todo un éxito, los glúteos se les ponen rojos, se les inflaman y se les calientan. Luego se normaliza la situación y después vuelven y repiten estos traumas y "es lo que los expertos llamamos alogenosis iatrogénica, que no es mortal, pero no se cura y se convierte en una enfermedad crónica, ya que esa silicona no se puede retirar del cuerpo y requiere un tratamiento especial", alertó el profesional.
"El llamado que hago a hombres y mujeres es que no se inyecten nada en las nalgas. Sólo hay dos procedimientos aprobados para esta parte del cuerpo y son la lipoinyección, que también puede tener algunas complicaciones, como todo procedimiento médico, y las prótesis. Ninguna silicona está aprobada en Colombia por el Invima y lo peligroso es que la están poniendo en cualquier sitio, en cualquier garaje y lo hacen personas sin ninguna preparación", concluyó.
El médico cirujano plástico Felipe Martínez Restrepo opinó que estas siliconas son biopolímeros y la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica ni ninguna sociedad de otros países aprueba inyectar productos sintéticos en los glúteos.
De hecho, agregó, en Colombia hay una ley que prohíbe la inyectología a personal no médico, como los cosmetólogos. Lo más delicado es que muchas personas "se están sometiendo a esas estupideces y el mensaje de que únicamente cirujanos plásticos pueden operar les llegan muy poquito. Y no es que sea un interés económico de los profesionales de esta especialidad, porque a cualquier cirujano, como al plástico o quien interviene otras partes del cuerpo, se le puede morir un paciente, pero como son personas expertas e idóneas, los riesgos se reducen".
Finalmente, recomendó que para controlar estas situaciones es conveniente que el Congreso de Colombia legisle sobre la Ley de Especialidades que hoy sólo opera para anestesiólogos y radiólogos, por lo que un médico general puede, en teoría, practicar cirugías de toda clase, incluso de aumento de senos y liposucciones, pero como son personas expertas e idóneas, los riesgos se reducen.