Se pasearon felices por su territorio, cantaron, jugaron. Desapare-ció, aunque sea por unas horas, el miedo a las balas perdidas.
Aunque sólo fue por unas horas, los niños con sus cantos, juegos y sonrisas rompieron las fronteras invisibles que atrapan la comuna 13.
Mientras el coro Canto Alegre entonaba melodías en la cancha de El Salado, de lejos llegaba un murmullo que de repente se hizo voces. La marcha irrumpió en la calle de acceso al escenario deportivo, donde también están la casa de justicia y la biblioteca de Comfenalco.
Cerca de 500 niños, tal vez más, la mayoría acompañados de sus madres, llegaron caminando hasta el lugar. Iban con uniformes de sus guarderías y escuelas y portaban pancartas alusivas a sus derechos.
"Construye un mundo en el que a los niños se les permita jugar", decía la más grande.
Sin saber de conflictos ni guerras, los infantes de esta zona poco disfrutan de las calles y los escenarios de su territorio por las balaceras.
"Tengo 23 años y mi hijo, 4 y no lo puedo sacar mucho a la calle, me da miedo", dijo Victoria Muñoz, quien reside en el 20 de Julio y una frontera invisible le niega el paso a la biblioteca.
Esto los obliga a irse a la biblioteca de San Javier, que les queda mucho más lejos. El miedo los mantiene encerrados.
"Estamos en esta cancha por el evento, si no, no podríamos pisarla", advirtió la joven, que ha visto morir a decenas de sus amigos en las épocas más duras de la confrontación.
Paso sin límites
Pero ayer fue distinto. No hubo límites para caminar. Los pasos de los niños cruzaron por las calles de El Salado, Juan XXIII, Belencito Corazón y el 20 de Julio.
Los convocó la Alcaldía para hacerlos visibles y refrescarles la memoria a los adultos, que son quienes tienen que velar por sus derechos.
"Por eso traje a mis dos hijos, tenemos que lograr la paz, que no haya disparos ni fronteras", expresó Ana María Álvarez, otra joven de 23 años que se priva y priva a sus niños de gozarse la vida por temor a las balas.
"Las fiestas del 20 de Julio se interrumpieron por enfrentamientos, no queremos que nuestros hijos crezcan con eso", puntualizó la madre.
A ritmo de las letras del hip hop de Jeihhco y C 15, los pequeños se gozaron la mañana, "porque es muy bueno jugar" y "nos enseñaron que no les peguemos a las niñas", como bien lo dijeron Kevin Loaiza y Mauricio Robledo, amigos de 8 y 7 años residentes en la zona.
PARA SABER MÁS
CRUZAR CAMINOS DE ALEGRÍA
Los niños fueron convocados por Caminos de Alegría, una estrategia de la Alcaldía que busca visibilizar los derechos de los niños ante los adultos. Participaron 2 mil niños de 37 colegios de la zona, explicó Fabián Zuluaga, director técnico del programa Buen Comienzo.