En cinco años, la entidad en manos de la IPS Universitaria se convirtió en ejemplo de gestión hospitalaria.
De un centro médico casi en ruinas, que más parecía un improvisado hospital de guerra, en menos de cinco años la Clínica León XIII pasó a ser una institución modelo.
Lo dice León Jairo Montaño con satisfacción. Cuenta el subdirector de salud de la IPS Universitaria -la institución que se le midió a la titánica tarea de "rehabilitar" el hospital- que la pregunta de todos los que se enteraban de que la IPS de la Universidad de Antioquia iba a administrar el hospital era cuánto iba a durar en esa tarea.
Otras instituciones con amplio recorrido en el sector salud, sin pensarlo mucho, declinaron la opción de comprar las instalaciones a precio de huevo. Las razones sobraban: malos olores en la sala de obstetricia, 11 de los 14 quirófanos cerrados, la mayoría de las salas de especialidades clausuradas.
Recuerda Montaño que en la habitación donde había cama no había colchón, la que tenía cama y colchón no tenía barandas de seguridad... "Pobrecitos los niños que nacían en la León XIII", dice el directivo. La situación era tan crítica para la ESE Rafael Uribe Uribe, que para febrero de 2007 no había un solo especialista atendiendo.
Una institución pensada para atender casos de alto nivel de complejidad parecía un puesto de salud de nivel uno. "Esto era un despelote horrible", comenta Montaño: "Uno no sabe si por falta de recursos o de gestión".
Fue entonces cuando el Gobierno decidió darle santa sepultura a este moribundo que reiteradamente era protagonista del circo mediático. Cuando no eran pacientes que fallecían por presunta negligencia médica, era el mitin de los trabajadores de la salud debido a la falta de pago.
En ese contexto adverso, la IPS Universitaria tomó las riendas del hospital donde nacieron cientos de miles de medellinenses.
Calidad en la atención
Contrario a lo que muchos pensaron, la IPS no cerró las puertas de la León XIII a los pocos meses de entrar en operación. Van cinco años. De hecho, el centro médico tiene ambiciosos planes para el futuro.
Consolidar la institución a través de un sólido modelo de gestión hizo que el Gobierno la señalara como una institución paradigma. En los años 2010 y 2011, la clínica fue incluida dentro del ranking de los mejores centros médicos de América Latina. En la clasificación de la Revista América Economía, la León XIII ha ocupado los puestos 31 y 32.
Este buen desempeño ya se está exportando. Desde este año, la IPS Universitaria es la entidad que controla la red de hospitales públicos de Barranquilla, algo así como el Metrosalud de la capital del Atlántico.
La historia de cómo la Clínica revivió empieza en esos mismos pacientes del extinto Seguro Social que nadie quería atender. Gracias a ellos, la IPS Universitaria ha logrado enfocarse en servicios de gerontología, la especialidad que atiende a los pacientes de la tercera edad.
Cuando la Nueva EPS recogió los usuarios del Seguro Social, la IPS de la U. de A. asumió el reto de ofrecer servicios a los pacientes con la mayor carga de morbilidad.
"Así empezamos a reconstruir este patrimonio de Medellín. Esta fue la principal clínica durante los años setenta y ochenta, tal vez de todo el país", afirma León Jairo.
Actualmente, el 70 por ciento de las 320 camas de medicina interna con las que cuenta la institución están destinadas para adultos mayores.
Además de esta fortaleza en servicios de medicina gerontológica, la León XIII está adelantando un amplio proyecto de trasplantes. Ya realizan el de riñón y en breve ofrecerán de hígado y médula.
Otro punto a favor es que la institución está abierta para las prácticas académicas. Convertirse en centro para la docencia y la investigación implicaba ofrecer servicios médicos de tercer nivel de complejidad, reto que la clínica ya cumplió.
"La gente nos prefiere", comenta Juan Édgar Marín, "por nuestro amplio portafolio de servicios y lo más importante, que atendemos todos los usuarios: del régimen contributivo, del régimen subsidiado y de pólizas privadas".
Además de ser el coordinador de la contratación en el hospital, Marín fue el último director que tuvo ESE Rafael Uribe Uribe, sede León XIII. Como tal, es testigo de primera mano de una transformación en la que pocos creían. "Lo que ha hecho la IPS Universitaria es entrar a recuperar un patrimonio hospitalario", afirma.
Para León Jairo Montaño , la moraleja tras el épico resurgir de la León XIII es una que no aplica exclusivamente para el ámbito hospitalario: "con ganas y con el compromiso de la gente todo es posible".
¿QUÉ SIGUE?
LA CARA FUTURA DE SEVILLA
Actualmente, la León XIII culmina un proceso de reestructuración en los tres bloques que la componen. 14 frentes de trabajo completan las obras. En planes está la construcción de un helipuerto y una nueva torre hospitalaria. Por otra parte, el más ambicioso proyecto que tienen entre ojos las directivas de la IPS Universitaria tiene que ver con la consolidación de un área para el desarrollo médico-científico. En un área de 155.934 metros cuadrados, el Plan Parcial de Redesarrollo de Sevilla de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) pretende "la consolidación de un sector especializado en salud, ciencia y tecnología socialmente incluyente". En este sector, complementario a la Zona Norte, la IPS construiría tres clínicas más.
ANTECEDENTES
YA NO NACEN EN LA LEÓN XIII
En septiembre del año que pasó la clínica dejó de prestar sus servicios de maternidad. "Dada la evidente necesidad de dar continuidad al proyecto de reforma estructural (...) se ha determinado para el día viernes 23 de septiembre el cierre del servicio de forma indefinida", comunicó la clínica. Por lo menos desde finales de los años 70, la León XIII fue el principal centro de referencia para los asegurados al Seguro Social del Valle de Aburrá. Miles nacieron allí. "Después de que hagamos la intervención y readecuemos los servicios, esperamos una oferta mucho más grande de lo que hoy tenemos", dijo entonces a EL COLOMBIANO Jaime Poveda Velandia, director de la IPS Universitaria de la Universidad de Antioquia.