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No mostraremos hojas de vida: Asamblea de Antioquia

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Según Transparencia por Colombia, el currículum de los funcionarios debe ser público. Rodrigo Mesa se niega a entregar el suyo.
La hoja de vida del diputado a la Asamblea de Antioquia, Rodrigo Mesa Cadavid , al día de hoy continúa siendo un misterio insondable.

Lo es desde el pasado 10 de mayo, fecha en la que este diario publicó el currículum vitae que la página web de la Asamblea le atribuye a Mesa y que detalla que este político del Partido Liberal es bachiller del Colegio Ferrini, periodista, con estudios de Derecho del Trabajo de UPB y especialización en Relaciones Industriales de Eafit; estudios que no certificaron ninguna de las instituciones mencionadas.

Antes de la publicación del artículo, Clara Beatriz Mesa Jaramillo , jefe de Comunicaciones de la Asamblea, había dicho telefónicamente que la hoja de vida física de Mesa reseñaba que "tiene tarjeta profesional, es bachiller del colegio San Marcos, con algunos semestres de Periodismo acreditados. Lo que no me aparece aquí es de qué universidad".

Sin embargo, cinco días después vendría un nuevo reversazo. La misma funcionaria emitió un comunicado de prensa en el que aclaraba que, "la hoja de vida (la que está en la web) en todos sus detalles en realidad pertenece al Dr. Rodrigo Mendoza , diputado hasta el año pasado".

Con toda seguridad -continúa el comunicado- "la persona encargada de transcribir los datos confundió a los dos diputados del mismo nombre, pero en ningún momento se tuvo la intención de engañar o mentir sobre la hoja de vida del diputado Mesa, quien nunca la vio como estaba publicada".

Lo anterior desenmarañó algunos nudos de la pita, pero también enredó otros. Y es que si bien el exdiputado Rodrigo Mendoza es especialista en Derecho al Trabajo y Seguridad Social de UPB, no aparece que haya cursado el posgrado en Relaciones Industriales de Eafit, sino el de Gestión del Talento Humano.

Pero entonces, ¿cuál es la verdadera hoja de vida de Mesa? El pasado 14 de mayo, EL COLOMBIANO, mediante un Derecho de Petición, le solicitó a Julio César Rodríguez Monsalve , secretario General de la Asamblea, copia de las hojas de vida de los 26 diputados elegidos.

La respuesta fue, de tajo, negativa. Dice la misiva, que "la información que los servidores públicos consignan en dicho documento hace parte de aquella protegida por el derecho fundamental consagrado en la Constitución Política, artículo 15, según el cual todas las personas tienen derecho a su intimidad personal, familiar y a su buen nombre (...)".

También, la carta trae a la luz dos argumentos más. El primero es un concepto del Departamento Administrativo de la Función Pública, de diciembre de 1998, que reza que "estos documentos están sujetos a reserva, la cual se puede levantar previa autorización del titular".

El segundo, son dos sentencias de la Corte Constitucional. La C-567 de 1997, que versa sobre el Habeas Data, los bancos de datos de la administración pública y la autodeterminación informativa.

Y por último, la sentencia C-038 de 1996, que dice textualmente que "las hojas de vida tienen un componente personal elevado, de suerte que así reposen en archivos públicos, sin la expresa autorización del datahabiente, no se convierten en documentos públicos destinados a la publicidad y a la circulación general".

De todo esto surge una pregunta que viene del sentido común. ¿Tienen derecho los ciudadanos a saber quiénes son las personas que eligieron para representarlos? ¿La formación académica y la trayectoria profesional de los servidores públicos es un secreto de Estado?

Elizabeth Ungar Bleier , directora de Transparencia por Colombia, quien fundó y dirigió Congreso Visible por once años, declara que "no hay ninguna razón objetiva que justifique que la hoja de vida de un funcionario no pueda ser pública".

Ungar hace énfasis en que un currículum no contiene información que pueda poner en riesgo la integridad del funcionario. No es tampoco, según ella, "un tema de habeas data ni de seguridad personal ni nacional".

¿Cuál entonces debe ser el papel de los medios en ese caso?
"Así fuera usted un ciudadano de a pie, lo mínimo es que tenga derecho a conocer la hoja de vida de las personas que lo están representando en los órganos de gobierno de su departamento. El papel de los medios es, entre otras cosas, constatar que la información que dan los servidores públicos para posesionarse en los cargos sea veraz. Están en todo su derecho de indagar", aseguró.

En la misma orilla se sitúa Vivian Newman Pont , subdirectora de Dejusticia, un reconocido centro de estudios que interviene en acciones que promueven la inclusión social y la democracia en Colombia y América Latina. "En el caso de los diputados, a la sociedad le interesa todo lo que esté relacionado con su nivel académico y su trayectoria profesional, porque eso incide en su desempeño, sobre todo si son elegidos popularmente. Son figuras que están sometidas al escrutinio público".

Y agrega: "A ti te pueden decir que no te permiten el acceso a dicha información cuando eso les afecta la intimidad. Pero en este caso, su intimidad debe ceder al interés público. Si la hoja de vida llegare a tener información un poco más privada (como puede ser que a veces uno pone en su hoja de vida su dirección o su teléfono) en ese caso la Asamblea lo que tiene que hacer es entregarte la información parcialmente editada. Ellos no pueden decir que no te entregan la información".

Tanto Newman como Ungar actualmente son promotoras en el Congreso de una ley de acceso a la información, que dirimiría un caso como el que aquí se trata.

Además de la respuesta al Derecho de Petición, el secretario Rodríguez Monsalve agregó que ya dio traslado a todos los diputados para que cada uno de ellos decida autorizar o no la publicación de la información de las hojas de vida que reposan en la Duma.

El diputado Manuel Márquez Pérez , por ejemplo, quien figura en la página de la Asamblea como bachiller y con varios diplomados contestó que "en una reunión con los demás diputados se decidió no mostrar más hojas de vida".

Sin embargo, más de diez de sus colegas consultados por EL COLOMBIANO no se opusieron a enseñar su currículum. Muchos de ellos expresaron abiertamente "no tener nada que ocultar" (ver el recuadro).

De hecho, el corporado Rogelio de Jesús Zapata , de quien no se tenía ningún dato publicado en la página web, estuvo totalmente dispuesto a darles a conocer a los ciudadanos su pasado profesional y académico.

Otros como Bayron de Jesús Caro Luján (quien no tiene ningún dato visible en Internet) no autorizó a su secretaria para que proporcionara sus antecedentes curriculares y profesionales, después de más de cinco llamadas durante la semana.

¿Y respecto a la hoja de vida de Rodrigo Mesa Cadavid? De nuevo lo contactamos y esto fue lo que nos dijo: "No, cuando yo vaya esta semana a la Procuraduría y me obliguen a mostrar la mía, yo muestro esto a todo el mundo".

¿Pero no nos puede pasar su hoja de vida?
"No, el abogado me dice que no por el momento, porque eso es parte del proceso...Lo que pasa es que si yo la muestro ahora, cuando llegue donde el Procurador, o donde sea, ya no va a ser una sorpresa. ¿Por qué no llama a Rodrigo Mendoza y le pregunta si esa no es su hoja de vida?".

¿En qué colegio pasó parte del bachillerato?
"Cualquier cosa que yo le diga se puede venir en contra mía".

¿No cree que las 25 mil personas que lo eligieron tienen derecho a saber cuál es su hoja de vida?
"Sí, y todos lo van a saber a su debido tiempo. Oiga, mis votantes tienen derecho a saber que esa no es mi hoja de vida".

¿Entonces cuál es la suya, doctor Rodrigo?
"No es la que ustedes pusieron".

Pero, ¿entonces cuál es? ¿La podemos conocer?
"Si usted cree que es la que ustedes pusieron, entonces, llame al doctor Rodrigo Mendoza".

Nosotros pondremos la aclaración que hizo la Asamblea de Antioquia, pero también queremos conocer su hoja de vida...
"Cuando salga la aclaración -y yo soy un varón- me comprometo a entregarla".
Para saber más
SOLO 20 DIPUTADOS SON PROFESIONALES
Según la Constitución, para ser elegido diputado "se requiere ser ciudadano en ejercicio, tener más de 21 años, no haber sido condenado a pena privativa de la libertad, con excepción de delitos políticos o culposos y haber residido en la circunscripción electoral durante el año anterior a la elección".

En ninguna parte señala entre los requisitos que quien se postule para hacer parte de aquellos que guíen las riendas del departamento, deba tener estudio profesional alguno y, menos, conocimiento de gestión pública.

En Antioquia, de los 26 diputados, 20 son profesionales con alguna especialización y van desde médicos hasta biólogos. Uno es tecnólogo, otro bachiller y los tres restantes no han mostrado sus hojas de vida ante la opinión pública.

Nueve de estos diputados no tienen en su currículum ninguna formación certificada en alguna área que tenga que ver con administración pública.
¿Como funciona?
¿QUÉ DEBE SABER UN DIPUTADO?
Juan Carlos Mejía, director para Antioquia de la Escuela Superior de Administración Pública, dice que un diputado debería "tener un manejo excelente en la normatividad de presupuesto público, contratación, políticas públicas y administración pública". Resalta que antes de que los diputados antioqueños se posesionaran les fue dictada una cátedra de Inducción a la Administración Pública, y en dos meses habrá una segunda capacitación.

Juan Carlos Arenas, investigador del instituto de Estudios Políticos de la U. de A., dice que debe haber un alto nivel de conocimiento, pero enfatiza que "el nivel educativo no garantiza que se afronte adecuadamente la tarea de tomar decisiones en un debate político".

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