Secretaría de Salud fija un sello verde en los sitios seguros y rojo, con sellamiento, para los que venden carne mala.
La reciente orden de cierre para 9 carnicerías y tres restaurantes de la plaza de mercado de Itagüí prendió las alarmas entre los clientes del mercado de la carne no solo en esa ciudad sino en todo el Valle de Aburrá.
Las autoridades del municipio del sur explicaron que se trató de una medida preventiva, "dadas las deficientes condiciones higiénicas existentes y de la superficie en que la manipulan, que hacen que exista un riesgo alto de contaminación".
La calidad de los productos, en este caso de la carne, no tuvo cuestionamientos de parte de la autoridad, sin embargo, quedó abierta la duda general.
En el caso de Medellín, son tantas las exigencias de higiene y logísticas para las carnicerías, que, según las autoridades, es poco probable que al consumidor le vendan un producto riesgoso. Todo local, llámese almacén de cadena o carnicería barrial, debe tener una guía que indique el origen de la carne.
"Cuando visitamos un sitio para control, pedimos la guía del matadero de dónde proviene, si no la tienen, decomisamos la carne", explica Enrique Henao, funcionario de control de la Secretaría de Salud de Medellín, que vigila la calidad del producto y las condiciones de los expendios.
La carne, como la leche, es un alimento con alto factor de riesgo y se controla mucho su venta. De allí que se hagan barridos constantes por los expendios. Les consta a los carniceros de la Plaza Minorista.
"No pregunte cuándo vienen, ellos se mantienen aquí", responde Ricardo Gallón , administrador del expendio Santa Teresa. "Eso nos ayuda a mantener satisfecho al cliente", apunta Elkin Álvarez , de la carnicería Paz y Libertad. Hace poco le hicieron cambiar unos baldosines y ocultar unas tuberías, confirma. Al mostrador está Fanny Álvarez , clienta fiel.
Sello verde, sello rojo
Así de simples son los detalles que hacen que a un local se le ponga sello verde, amarillo o rojo. "El verde indica que el cliente puede comprar tranquilo, el amarillo que el local requiere mejoras locativas, pero que el producto que distribuye es sano, y el rojo quiere decir sellado por vender carne mala", explica Henao.
La gente también tiene su papel en el control de calidad. Gran parte de los controles responden a quejas manifestadas por el cliente.
Henao responde que es excepcional que se cierre un local. En general, en Medellín se puede comprar carne, aunque recomienda fijarse en los sellos.
Detalles como la suciedad y las plagas, el cuidado de la cadena de frío y las condiciones locativas son esenciales para que un expendio pueda funcionar. Según las autoridades, en la calle no es recomendable, por ejemplo, comprar pescado.
Lo único que puede privarlo en Medellín de comer carne es la vigilia. Eso sí, cómprela con precaución.
PARA SABER MÁS
OTROS MUNICIPIOS EJERCEN CONTROL
Con las visitas periódicas de control y las medidas que adelantan las Secretarías de Salud de Envigado y Rionegro, según los titulares de estas dependencias, se puede asegurar que el consumo de carne en estos dos municipios no genera ningún riesgo para la salud.
En Envigado, por ejemplo, el año pasado decomisaron 250 kilos de carne y tomaron seis medidas con establecimientos que no cumplían con normas higiénicas.
En ninguno de los dos municipios se tiene reporte de brotes por enfermedades transmitidas por el consumo de carne.