Pandillas se enfrentaron y extendieron la pelea al hospital donde atendían los heridos
Personal médico y directivas del hospital de Carepa, Urabá antioqueño, protestaron por las agresiones verbales que recibieron las madrugadas del domingo y de este lunes por supuestos integrantes de pandillas juveniles, los cuales exigían que no atendieran allí a sus contrincantes heridos en una riña.
Un vocero del centro asistencial indicó que en la madrugada del domingo llegó allí un joven herido con arma blanca, al que atendieron de inmediato. Cuando lo dieron de alta, llegaron otros tres lesionados, al parecer miembros de una pandilla con la que se enfrentaba el grupo del primero, y sus acompañantes intentaron atacar al que salía.
El muchaco buscó protección dentro del centro asistencial y como afuera lo esperaban algunos de sus compañeros, se produjo un nuevo enfrentamiento entre las dos bandas. Algunos de los pandilleros se montaron por las mallas, dañaron puertas y los médicos y enfermeras tuvieron que esconderse hasta que la Policía controló la situación.
La fuente agregó que en la madrugada de este lunes llegó otro herido, víctima de una pelea entre pandillas en medio de un baile callejero y los integrantes de la pandilla rival intentaron ingresar de nuevo al centro asistencial para volverlo atacar, sin lograr su propósito, pero ello hizo que los dos médicos de turno y cinco enfermeras abandonaran el centro asistencial para evitar que los agredieran.
Ante estos enfrentamientos que desde hace algunos días se registran en las calles de Carepa, el alcalde, Agapito Murillo, llamó este lunes a un consejo de seguridad extraordinario, en el cual se decidió prohibir las fiestas callejeras con " pickups". También se acordó una reunión con los secretarios de Gobierno de los municipios vecinos de Chigorodó y Apartadó para unificar la hora de cierre de establecimientos públicos con venta de licor.
El mandatario dijo que también se trabajará mancomunadamente con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Policía de Infancia y Adolescencia para el control de los menores de edad que tienen comportamiento de delincuentes y, a partir de enero, se realizará un trabajo más fuerte en las instituciones educativas para rescatar una gran cantidad de niños con dificultades sociales y que se le están saliendo de las manos a los padres de familia.
El comandante de la Policía Urabá, coronel Raúl Antonio Riaño, indicó que tras los hechos del domingo y el lunes, fue reforzada la vigilancia y los fines de semana, cuando son más comuenes los enfrentamientos entre jóvenes, en especial por el consumo de licor, habrá servicios especiales en los alrededores y en el centro asistencial.
Personal médico y directivas del hospital de Carepa, Urabá antioqueño, protestaron por las agresiones verbales que recibieron las madrugadas del domingo y de este lunes por supuestos integrantes de pandillas juveniles, los cuales exigían que no atendieran allí a sus contrincantes heridos en una riña.
Un vocero del centro asistencial indicó que en la madrugada del domingo llegó allí un joven herido con arma blanca, al que atendieron de inmediato. Cuando lo dieron de alta, llegaron otros tres lesionados, al parecer miembros de una pandilla con la que se enfrentaba el grupo del primero, y sus acompañantes intentaron atacar al que salía.
El muchaco buscó protección dentro del centro asistencial y como afuera lo esperaban algunos de sus compañeros, se produjo un nuevo enfrentamiento entre las dos bandas. Algunos de los pandilleros se montaron por las mallas, dañaron puertas y los médicos y enfermeras tuvieron que esconderse hasta que la Policía controló la situación.
La fuente agregó que en la madrugada de este lunes llegó otro herido, víctima de una pelea entre pandillas en medio de un baile callejero y los integrantes de la pandilla rival intentaron ingresar de nuevo al centro asistencial para volverlo atacar, sin lograr su propósito, pero ello hizo que los dos médicos de turno y cinco enfermeras abandonaran el centro asistencial para evitar que los agredieran.
Ante estos enfrentamientos que desde hace algunos días se registran en las calles de Carepa, el alcalde, Agapito Murillo, llamó este lunes a un consejo de seguridad extraordinario, en el cual se decidió prohibir las fiestas callejeras con " pickups". También se acordó una reunión con los secretarios de Gobierno de los municipios vecinos de Chigorodó y Apartadó para unificar la hora de cierre de establecimientos públicos con venta de licor.
El mandatario dijo que también se trabajará mancomunadamente con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Policía de Infancia y Adolescencia para el control de los menores de edad que tienen comportamiento de delincuentes y, a partir de enero, se realizará un trabajo más fuerte en las instituciones educativas para rescatar una gran cantidad de niños con dificultades sociales y que se le están saliendo de las manos a los padres de familia.
El comandante de la Policía Urabá, coronel Raúl Antonio Riaño, indicó que tras los hechos del domingo y el lunes, fue reforzada la vigilancia y los fines de semana, cuando son más comuenes los enfrentamientos entre jóvenes, en especial por el consumo de licor, habrá servicios especiales en los alrededores y en el centro asistencial.