Quantcast
Channel: Antioquia - Medellín | El Colombiano, noticias.
Viewing all articles
Browse latest Browse all 50302

Así es el joven hincha que, a la vez, hace vandalismo

$
0
0

Son muchachos, en su mayoría menores de edad, y actúan solo bajo la protección que les brinda estar en grupo y llevando los colores de un equipo.
Sus edades oscilan entre los 12 y 25 años; visten pantalones anchos caídos, camisetas con los colores de sus equipos, gorra con la visera de para atrás, buzo con caperuza amarrado al cuello, aretes, tenis sucios y a las espaldas llevan morrales, así describen los vecinos del estadio de Medellín, a los hinchas revoltosos que antes y después de los partidos ocupan los frentes de sus casas.

Alberto*, un hombre que reside en la calle 48 con la carrera 74, cerca al Atanasio Girardot, dice que con poco control de la Policía estos muchachos llegan unas tres horas antes de los encuentros. Ubican armas corto punzantes y contundentes en caletas improvisadas en sardineles, troncos y follaje de los árboles, cañerías y contadores del agua y luz.

Luego se comparten cigarrillos de marihuana, dosis de cocaína, garrafas plásticas que contienen bebidas alcohólicas que aparentan ser vino, alcohol vivo, pegante zacol o agua para pasar pastillas.

A medida que pasan los minutos y el alcohol y las drogas les hacen efecto, en medio de cánticos y ondear de banderas, estos jóvenes que se hacen llamar barristas, se apoderan del lugar. Se ubican en las aceras, marquesinas y muros donde se puedan sentar y empiezan a pedir plata para ingresar al estadio, "al que algunos nunca entran porque lo que consiguen se lo gastan en drogas y licores", se lamentó Alberto.

Añadió que cuando una persona se niega a darles dinero, lo asaltan y si se resiste, lo agreden. Si por sus alrededores cruza una persona con una camiseta del equipo contrario, no dudan en atacarlo con armas blancas y contundentes. Cuando interviene la Policía se presenta la respuesta de toda la "barra", porque se consideran fuertes, pero solo en grupo y se inician disturbios ya sea antes o después del encuentro. Los más perjudicados son los vecinos.

La sicóloga Viviana Ramírez, directora Técnica del Programa Jóvenes por la Convivencia de la Secretaría de Gobierno de Medellín, dijo que desde hace varios años se trabaja con 5.000 jóvenes en alto riesgo, muchos de ellos hinchas revoltosos del fútbol y han detectado en ellos carencias afectivas y económicas, así como falta de oportunidades, lo que les genera resentimientos con la sociedad. Por ello, y por sus edades, se integran a pandillas o barras del fútbol, que les permitan una forma de desahogarse y de buscar reconocimiento dentro del grupo, tratando de eliminar el rival. "Para ello se convierten en policonsumidores y toman las camisetas como un elemento que los hace sentir héroes".

"La estrategia para que estos desmanes no acaben el fútbol es empezar a educar a nuestros niños", concluyó.

El investigador de temas de barras de fútbol, Gonzalo Medina, anotó que en Medellín es necesario hacer un diagnóstico más completo sobre el fenómeno del barrismo. Trabajarlo desde el seno de la familia, las redes sociales, las barras, la escuela y analizar si medidas represivas como la Ley del Fútbol están siendo eficaces.

*Nombre cambiado por seguridad de la fuente
INFORME
ACTÚAN CON LA FUERZA DEL GRUPO
Jorge Mejía Martínez, secretario de Gobierno de Medellín, dijo que de los vándalos del fútbol le llama la atención que actúan solo con la fortaleza que les da estar en grupo y que, incluso, caminan juntos en manifestaciones como las que hacen a favor de la marihuana.
EN DEFINITIVAEl fenómeno de los vándalos del fútbol, denominados barras bravas, crece día a día en nuestro medio. Si no se toman medidas concretas terminarán por alejar la afición de los estadios.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 50302

Trending Articles