Pese a las inversiones con más agentes y cámaras, los transeúntes siguen siendo víctimas de asaltos y atracos a toda hora. Anuncian operativos.
Defenderse de los hampones en el Centro de Medellín no les está resultando fácil a los transeúntes: parques, avenidas y escenarios concurridos o solitarios son azotados por atracadores y cosquilleros para despojar a la gente de sus pertenencias.
Los testimonios son elocuentes. Una joven que caminaba por la Plaza Botero narra: "Iba tranquila y saqué el celular para una llamada, cuando un tipo me abrazó por el cuello y me dijo que siguiera caminando con él sin decir nada y que se lo entregara".
Presa del miedo a ser atacada a puñal, como le dijo el agresor que lo haría si ella daba "visaje", a Johanna García le tocó aguantarse la compañía del sujeto casi una cuadra, haciéndole creer a la gente que se trataba de su novio. Al final le entregó el aparato y siguió sin mirar atrás para hacer caso a la advertencia del sujeto, que se esfumó con el botín.
En esta plaza el robo de celulares es el delito más común a cualquier hora. Pero también, con cuchillos y navajas, hurtan dinero, billeteras y otros haberes. Poca gente se salva.
"Nos toca ver todo el día los atracos, pero no podemos hacer nada porque ellos nos conocen y después la cogen con uno si dice algo", comenta la empleada de un negocio que reserva su nombre.
Con su mirada agradece que este diario toque el tema, porque de verdad afecta a los ciudadanos y a los mismos negocios, especialmente por falta de clientes, porque los delincuentes, a los locales propiamente no los asaltan.
La directora del Museo de Antioquia, Ana Pineda Jaramillo, afirma que el problema es tan grave, que en los libros de comentarios, los visitantes del Museo ya poco destacan el arte, "la mayoría se queja por el deterioro de la seguridad".
Referente en crisis
En el parque de Bolívar se vive un deterioro parecido. La presencia de desplazados de Barbacoas y de habitantes de calle atizó un panorama de peleas, atracos y agresiones.
"Este era un referente de ciudad, tenía magia, hoy lo invade la prostitución, está sin arrimadero y tiene un Cai de la Policía, ¿qué hacen los agentes?", se cuestiona el concejal Roberto Cardona.
En los locales comerciales la queja es igual: "hermano, con nosotros no tocan, pero en el parque se ve de todo, de noche no tiene arrimadero", comenta el administrador de un bar.
Cuando la Policía aparece los delincuentes se van, pero admiten que son pocos agentes para un área tan grande.
El vicealcalde de Gobernabilidad, Luis Fernando Suárez, explica que el ataque a algunas plazas de vicio trasladó el problema a otras zonas del Centro, pero la decisión es seguir atacando cada foco.
"Hay bandidos y raponeros que aprovechan para asaltar a los ciudadanos". Anunció que esta semana se realizarán operativos en varios sectores.
"La decisión de la Alcaldía es recuperar el Centro para los habitantes", advirtió.
LA MICROHISTORIA
EL BLACKBERRY EN AVENIDA ORIENTAL
El susto de su vida se lo llevó el jueves Alejandra Gutiérrez en otra zona del Centro. Así lo cuenta: "iba caminando por la Oriental y saqué mi celular para llamar y cuando menos pensé se me acercaron dos tipos y me amenazaron que se los entregara. yo miré para' dónde podía correr porque lo necesito mucho y no me lo podía dejar robar, pero no pude y se quedaron con él". Alejandra afirma que alcanzaron a dejarle marcas de una navaja con la que la punzaban en la parte baja del abdomen y se queja porque algunas personas vieron nadie la ayudó.
EN DEFINITIVAAunque la Alcaldía ha hecho grandes inversiones en seguridad para el Centro, la efectividad no se nota. Sus parques y calles siguen al mando de los atracadores y demás delincuentes.