Aficionados del Medellín vienen de dos penalidades sucesivas por mal comportamiento.
Sesenta personas, 20 de ellas menores, fueron conducidas por la Policía luego de los disturbios que se presentaron al final del partido entre Nacional y Medellín la noche del sábado. Hubo 3 capturas -incluida una persona que intentó ingresar a la cancha-, 5 policías heridos y se incautaron 46 armas blancas, 32 gramos de marihuana y 12 de cocaína.
Este fue el informe que ofreció ayer el comandante de la Policía Metropolitana, general José Ángel Mendoza, sobre el enfrentamiento de un grupo de hinchas que asistían a la tribuna Norte del estadio Atanasio Girardot contra uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
El secretario de Gobierno, Jorge Mejía Martínez, rechazó los actos vandálicos y anunció nuevas sanciones para hinchas del Independiente Medellín, que ya tenían prohibido el ingreso al estadio hasta el próximo 2 de octubre. El castigo a quienes provocaron el desorden se debatirá hoy en la Mesa de Convivencia para el Fútbol.
El general Mendoza llamó "vándalos" a los hinchas que intentaron ingresar a la cancha para agredir a los jugadores y agregó que el primero de ellos, que saltó las barandas, debió estar bajo los efectos de estupefacientes, puesto que fue difícil que tres policías lo detuvieran.
"Por lo general, ingresan estupefacientes introducidos en partes íntimas", sostuvo.
Los fanáticos arrancaron sillas de la tribuna para lanzarlas contra las autoridades. Según el general, por tercera vez hinchas del Medellín rompieron vitrinas para sacar mangueras contra incendios, lanzaron agua, vaciaron extintores y los lanzaron contra los uniformados. La agresión continuó con piedras en los alrededores del estadio.
La Policía decomisó tres garrotes de madera, con asas pulidas, uno de ellos con clavos que sobresalían en la punta, elementos que el oficial Mendoza consideró letales si se emplean contra cualquier persona.