Algunos manifestantes se salieron de la ruta autorizada y a varios las autoridades les decomisaron explosivos.
No fue un día normal para nadie en Medellín, el Valle de Aburrá y Antioquia. Ayer, caos, incertidumbre, cadenas de rumores, protestas, disturbios y bloqueos marcaron la jornada del paro nacional.
Un número aún indeterminado de heridos y capturados, y vehículos incendiados, fue el resultado de todas estas manifestaciones de protesta, varias de las cuales se desbordaron.
En Medellín hubo dos marchas, que congregaron a miles de personas y fueron protagonizadas, principalmente, por estudiantes universitarios.
En la tarde, ambas llegaron pacíficamente a la calle San Juan, al frente de La Alpujarra, donde empezó la confrontación con hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.
Pero antes de ello se sentía la tensión en la ciudad. Al mediodía, los funcionarios de La Alpujarra dejaron sus oficinas y se fueron para la casa. Esto, con excepción del Concejo, que sesionó todo el día.
Además, en la tarde no tuvieron clases los colegios públicos, algunos privados interrumpieron su jornada, y el comercio del Centro cerró sus puertas.
El caos de las 4:00 p.m.
Ya en la manifestación, en medio de piedras, bombas aturdidoras y gases lacrimógenos se disolvió la concentración en San Juan, pero no los enfrentamientos, que se extendieron por la avenida del Ferrocarril hasta la Universidad Nacional.
A la altura de la estación Cisneros del metro resultaron varias personas lesionadas. Entre ellas, tres periodistas y dos fotógrafos. Según sus denuncias y las de los testigos, las lesiones fueron causadas por agentes de la Policía.
Anoche, el alcalde Aníbal Gaviria y el gobernador Sergio Fajardo compartieron un reporte de la jornada, a través del programa Con el Gobernador, en el que rechazaron las agresiones contra los periodistas y valoraron el gesto de gallardía del general José Ángel Mendoza, comandante de la Policía Metropolitana, de asumir directamente la investigación para dilucidar lo qué ocurrió.
Daños en fachadas con aerosol y en la infraestructura de la estación Chagualo de metroplús, fueron otras consecuencias de la jornada, que además generó dificultades en la movilidad, en especial de la avenida del Ferrocarril, San Juan y Barranquilla y la autopista Norte.
El Metro reportó cierres temporales en las estaciones Cisneros, San Antonio, Parque de Berrío y Prado, y cierre total en la estación Universidad.
Al mediodía, el alcalde, Aníbal Gaviria, explicó que desde el miércoles las autoridades civiles y judiciales se reunieron para prever lo que podría pasar durante las protestas. Le cuestionamos el silencio que se percibió en ellos, los dirigentes, en la mañana de ayer, a lo que respondió que hubo coordinación permanente entre las autoridades para atender la situación.
El resto de Antioquia
Barbosa vivió una jornada de zozobra desde la noche del miércoles, por los choques entre el Esmad y muchos de los 3.000 campesinos que se concentran en la unidad deportiva de este municipio.
Tres policías y seis manifestantes heridos, uno de estos por arma de fuego; tres camiones y un bus de Coonorte quemados y el bloqueo de la vía al Nordeste, que persiste, por 10 vehículos atravesados, es el balance de las protestas en esta localidad.
El Oriente no fue ajeno a la tensión. En Rionegro, manifestantes atacaron la sede de la Alcaldía, donde causaron destrozos y obligaron a la intervención de la Policía.
Ante rumores de planes de bloquear los alrededores del aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, la Policía respondió con vigilancia permanente en la glorieta que da acceso al terminal aéreo.
Hubo sobrevuelo de helicópteros militares para ubicar con rapidez los sitios que requirieran la reacción de la Fuerza Pública.
Persistieron los bloqueos en la autopista Medellín-Bogotá, entre Marinilla y El Santuario, situación que se inició la tarde del miércoles, y en la entrada de La Unión, donde un grupo de manifestantes se concentra desde el martes.
El subgerente de Devimed, concesionario de la autopista Medellín-Bogotá, John Jairo Otálvaro, confirmó el cierre total en Marinilla. Entre La Unión y Sonsón hubo bloqueo, y restricción en el sector Canadá, entre el corregimiento San Antonio de Pereira y El Carmen de Viboral.
En Marinilla permanecen más de 50 vehículos de carga atravesados en la autopista, con llantas desinfladas. La Policía reforzó su presencia con carabineros, personal motorizado y el Esmad. Algunos estudiantes no tuvieron clases, mientras otros se desplazaron a pie o en bicicleta. Los pasajeros de transporte intermunicipal tuvieron que hacer trasbordos.
EN DEFINITIVALa jornada de ayer, en la que miles de personas apoyaron el paro agrario, estuvo marcada por la violencia generada por vándalos que usaron explosivos y piedras contra edificaciones y Fuerza Pública.
No fue un día normal para nadie en Medellín, el Valle de Aburrá y Antioquia. Ayer, caos, incertidumbre, cadenas de rumores, protestas, disturbios y bloqueos marcaron la jornada del paro nacional.
Un número aún indeterminado de heridos y capturados, y vehículos incendiados, fue el resultado de todas estas manifestaciones de protesta, varias de las cuales se desbordaron.
En Medellín hubo dos marchas, que congregaron a miles de personas y fueron protagonizadas, principalmente, por estudiantes universitarios.
En la tarde, ambas llegaron pacíficamente a la calle San Juan, al frente de La Alpujarra, donde empezó la confrontación con hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.
Pero antes de ello se sentía la tensión en la ciudad. Al mediodía, los funcionarios de La Alpujarra dejaron sus oficinas y se fueron para la casa. Esto, con excepción del Concejo, que sesionó todo el día.
Además, en la tarde no tuvieron clases los colegios públicos, algunos privados interrumpieron su jornada, y el comercio del Centro cerró sus puertas.
El caos de las 4:00 p.m.
Ya en la manifestación, en medio de piedras, bombas aturdidoras y gases lacrimógenos se disolvió la concentración en San Juan, pero no los enfrentamientos, que se extendieron por la avenida del Ferrocarril hasta la Universidad Nacional.
A la altura de la estación Cisneros del metro resultaron varias personas lesionadas. Entre ellas, tres periodistas y dos fotógrafos. Según sus denuncias y las de los testigos, las lesiones fueron causadas por agentes de la Policía.
Anoche, el alcalde Aníbal Gaviria y el gobernador Sergio Fajardo compartieron un reporte de la jornada, a través del programa Con el Gobernador, en el que rechazaron las agresiones contra los periodistas y valoraron el gesto de gallardía del general José Ángel Mendoza, comandante de la Policía Metropolitana, de asumir directamente la investigación para dilucidar lo qué ocurrió.
Daños en fachadas con aerosol y en la infraestructura de la estación Chagualo de metroplús, fueron otras consecuencias de la jornada, que además generó dificultades en la movilidad, en especial de la avenida del Ferrocarril, San Juan y Barranquilla y la autopista Norte.
El Metro reportó cierres temporales en las estaciones Cisneros, San Antonio, Parque de Berrío y Prado, y cierre total en la estación Universidad.
Al mediodía, el alcalde, Aníbal Gaviria, explicó que desde el miércoles las autoridades civiles y judiciales se reunieron para prever lo que podría pasar durante las protestas. Le cuestionamos el silencio que se percibió en ellos, los dirigentes, en la mañana de ayer, a lo que respondió que hubo coordinación permanente entre las autoridades para atender la situación.
El resto de Antioquia
Barbosa vivió una jornada de zozobra desde la noche del miércoles, por los choques entre el Esmad y muchos de los 3.000 campesinos que se concentran en la unidad deportiva de este municipio.
Tres policías y seis manifestantes heridos, uno de estos por arma de fuego; tres camiones y un bus de Coonorte quemados y el bloqueo de la vía al Nordeste, que persiste, por 10 vehículos atravesados, es el balance de las protestas en esta localidad.
El Oriente no fue ajeno a la tensión. En Rionegro, manifestantes atacaron la sede de la Alcaldía, donde causaron destrozos y obligaron a la intervención de la Policía.
Ante rumores de planes de bloquear los alrededores del aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, la Policía respondió con vigilancia permanente en la glorieta que da acceso al terminal aéreo.
Hubo sobrevuelo de helicópteros militares para ubicar con rapidez los sitios que requirieran la reacción de la Fuerza Pública.
Persistieron los bloqueos en la autopista Medellín-Bogotá, entre Marinilla y El Santuario, situación que se inició la tarde del miércoles, y en la entrada de La Unión, donde un grupo de manifestantes se concentra desde el martes.
El subgerente de Devimed, concesionario de la autopista Medellín-Bogotá, John Jairo Otálvaro, confirmó el cierre total en Marinilla. Entre La Unión y Sonsón hubo bloqueo, y restricción en el sector Canadá, entre el corregimiento San Antonio de Pereira y El Carmen de Viboral.
En Marinilla permanecen más de 50 vehículos de carga atravesados en la autopista, con llantas desinfladas. La Policía reforzó su presencia con carabineros, personal motorizado y el Esmad. Algunos estudiantes no tuvieron clases, mientras otros se desplazaron a pie o en bicicleta. Los pasajeros de transporte intermunicipal tuvieron que hacer trasbordos.
EN DEFINITIVALa jornada de ayer, en la que miles de personas apoyaron el paro agrario, estuvo marcada por la violencia generada por vándalos que usaron explosivos y piedras contra edificaciones y Fuerza Pública.