En Antioquia se talan cerca de 20.000 hectáreas de bosque anuales. Este problema y sus consecuencias para el aprovisionamiento de agua son el eje de la discusión del Simposio Bosques y agua, que empezó ayer y termina hoy en el Jardín Botánico de Medellín, como parte del Pacto por los Bosques de Antioquia.
En el evento participan expertos de Brasil, Costa Rica y Estados Unidos. Gílmar Navarrete, del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal de Costa Rica, expuso ayer sobre la experiencia de su país en el Programa de Pagos por Servicios Ambientales.
El funcionario explicó que la estrategia consiste en pagarles a los propietarios de la tierra por la protección de los bosques y la reforestación. Por cada hectárea conservada el Gobierno paga entre 64 y 80 dólares anuales, en contratos por 10 años. Y en reforestación, 980 dólares por hectárea, en 15 años de contrato. En los 17 años del programa van 950.000 hectáreas privadas dedicadas a protección forestal, con una inversión del Estado de 340 millones de dólares.
Luz Ángela Peña, secretaria de Medio Ambiente de Antioquia, valoró esta enseñanza internacional, aunque reconoció que necesita altos niveles de confianza entre las partes.
Y Clara Inés Restrepo, directora del Jardín Botánico, declaró: "Esto se puede hacer en Antioquia, pero primero hay que cambiar la cultura de tumbar árboles".