Voceros de los sectores vinculados al transporte escolar plantean que es un asunto complejo que no se resolvería solo con cambiar horario de ingreso a colegios. Concejo volverá a debatirlo.
El impacto del transporte escolar en la movilidad de la ciudad es innegable, la comunidad reclama medidas audaces, las autoridades de Tránsito están convencidas de que hacen lo que está en sus manos para disminuir el efecto de los tacos mañaneros y vespertinos, y la posibilidad de cambiar horarios de entrada para atenuarlos, aún requiere estudio por su efecto en los hogares.
Un transportador, Juan Guillermo Restrepo, exgerente de Cootransures y con 16 años de experiencia en el oficio, asume que es innegable que los horarios de los escolares coinciden con los laborales del resto de la ciudad e impactan tanto la circulación que al salir a vacaciones automáticamente el flujo aumenta y la movilidad "puede mejorar hasta un 60 por ciento".
Aunque ha sugerido a varios colegios el cambio de horarios, afirmó que no es fácil porque "toda la escolaridad colombiana está igualada" en este aspecto.
De lograrlo, consideró que no solo mejora el flujo vehicular, sino también los ingresos de los transportadores, porque como funciona hoy, casi unificado, no es rentable para ellos al limitarles la posibilidad de más viajes.
De su observación cotidiana, aseguró que el transporte escolar ya reemplaza demasiado al particular para llevar los hijos al colegio, pero a muchos papás no les da para pagar el servicio o prefieren hacerlo creciendo los tacos y choques por los afanes. "Si se amplían los horarios de llegada a todo el mundo se le facilita para llegar sin acoso porque hoy es una locura", dijo.
Por su ubicación en plena vía arteria y su efecto en las horas de entrada y salida, el colegio San José Las Vegas es uno de los referentes en El Poblado.
Germán Torres Álvarez, director de Planeación del plantel, consideró que el problema es de raíz, no coyuntural, porque el bus o los papás recojan a sus hijos en el colegio. "Es un problema de diseño de ciudad, donde aprueban cantidad de proyectos de vivienda en El Poblado, que se saturó hace décadas, y lo trasladan a los ciudadanos", comentó.
Un proyecto serio, afirmó, es poner a circular a los particulares, a los buses, a las motos y a las bicicletas por distintos carriles y no como ocurre hoy sin una estrategia. "No veo un ejercicio planificado a largo plazo del tránsito, y ya es hora que el ciudadano camine varias cuadras si toca", dijo.
Otras acciones las aprecia como paños de agua tibia y por eso afirmó que poner colegios que entren a las 9:00 de la mañana para salir a las 5:00 de la tarde no resuelve la situación. "Aquí hay tacos con o sin pico y placa, eso no soluciona, sino que cambia de horario el problema si continuamos con las mismas vías", anotó.
En el caso concreto del San José de Las Vegas, precisó que mueve 1.400 estudiantes en Medellín que entran a las 7:00 de la mañana y salen a las 3:00 de la tarde, aunque algunos se deben quedar hasta las 5:00 de la tarde en extraclase.
A la sede de El Retiro suben unos 700 estudiantes, en su mayoría por la Loma del Escobero y en busetas.
Pero si la solución fuera cambiar horarios a los colegios, insinuó que lo mismo se le podría pedir a las universidades y al resto del sector empresarial.
Vuelve a debate al Concejo
Uno de los preocupados por el problema es el presidente del Concejo de Medellín, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, quien señaló que lo ha abordado en la corporación, pero la conclusión es que es de resorte del Ministerio del Transporte y que es poca la influencia local en controles.
El corporado expuso que cambiar horarios es una medida posible, pero difícil por la incompatibilidad que generaría en los hogares.
Según Echevery, faltan estudios, creatividad e innovación para resolver y pidió que en los sitios de más congestión, como Laureles y El Poblado, se asignen carriles con destinación única para que circulen los autos escolares a determinadas horas.
Ante este panorama, propuso a la Administración un estudio técnico para revisar las condiciones reales del transporte escolar que establezca las horas de entrada y salida, cuántos papás los recogen en sus autos y que identifique si se pueden acoger horarios diferentes que le aporten a la movilidad de la ciudad, porque no existe un sistema de información escolar.
Otra ayuda para atender este impacto, dijo, es asignar más guardas de tránsito en las horas de ingreso a los colegios en los sitios donde se forman embudos para que haya fluidez, pero estimó que en Medellín hay un déficit de unos 1.000 "azules", mientras el parque automotor creció casi un 100 por ciento en los últimos años. "No lo podemos ocultar, eso se nota cuando tardan 40 minutos para atender un choque", afirmó.
Y para atender todos sus compromisos, hoy la Secretaría de Movilidad solo dispone de 530 guardas.
Por el momento, el presidente del Concejo de Medellín notificó que en la agenda de sesiones de octubre próximo llevará este tema a discusión, con presencia de las secretarías de Movilidad, de Educación y de Planeación Municipal.
Desde la intimidad de lo que se vive en los colegios, Germán Torres, de San José de Las Vegas, consideró que un posible cambio de horarios por la movilidad "sería un encarte para los papás y cambiar un estilo de vida".
OPINIONES
TIEMPOS DE VIAJE SON ACEPTABLES
MARTHA SUÁREZ
Líder de Circulación S. Movilidad
"Aún los tiempos de viaje son aceptables. Se actúa con el sistema inteligente de movilidad y la gestión de la Secretaría, pero todo es muy malagradecido. La movilidad tiene muchos componentes, se ha hecho y se necesita más".
ANÁLISIS
Gobierno, padres y colegios, a consensuar
LUIS CARLOS DÍAZ MORA
Investigador de temas de Transporte y Movilidad
Ya no hay diferencia de que la estratificación sea 1 o 6 para la movilidad, porque todo mundo está motorizado. Esto lleva a que por el costo del transporte colectivo, muchos padres procuran hacerlo ellos mismos.
La dificultad es que en su horario de ingreso al trabajo, incluyen el transporte de los hijos.
Los colegios tercerizaron el transporte sin vinculación con los claustros y dejan a los papás a la deriva para que lo contraten. Hay tres modalidades: una es pagar un recorrido -el de regreso-; otra es en los días que tienen pico y placa; y la otra es el transporte completo.
También es un problema cultural al pensar que aún vivimos en una ciudad de los años 60 de recorridos cortos, y que todo lo podemos hacer por reducir costos. Los papás tratan de compaginar ambas horas de entrada mientras no difiera más de media hora.
Cambiar horarios ayudaría desde la movilidad y del tiempo tanto para estudiantes y papás, pero se pierde la posibilidad de transportarlos y eso impacta lo económico.
Hay mucha resistencia para aplicarlo por costos y por hábitos de familia.
La propuesta es que con los horarios tomen la iniciativa entidades del Estado, como el Municipio y entes descentralizados, pero a ese empleado también le quedarán tiempos muertos y se le quita la posibilidad de llevar a sus hijos.
Pero si padres, colegios y Gobierno conciertan, se impactaría en forma positiva. Los colegios podrían proponer un menor valor de matrícula a quienes contraten el transporte escolar completo, a manera de subsidio.
Además, la modalidad del transporte escolar ha mejorado con las exigencias y controles del Ministerio para volverlo seguro. Y se ha encarecido por la dificultad para hacer más recorridos, porque no les queda más tiempo.
Los colegios también deben revisar cómo está su infraestructura para mejorar la circulación interna de entrada y salida.
EN DEFINITIVAUn cambio de horario en los colegios es una de las propuestas que se agita para reducir el impacto en la movilidad del transporte escolar, pero es difícil por la incompatibilidad en los hogares.