Esta es la meta de la estrategia Más bosques para Medellín, que adelanta el Municipio desde 2009.
Tener dos millones de árboles sembrados en 2015, es la meta del proyecto Más bosques para Medellín, el que se desarrolla desde 2009 y que ahora cuenta con el músculo de la Reforestadora Integral de Antioquia, RIA.
La finalidad, según Álvaro Guzmán, ingeniero de la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, es aumentar la cobertura boscosa en las zonas rurales de la ciudad, pues los estilos de uso del suelo tradicional para la agricultura, la ganadería y para el esparcimiento han venido acabando con los bosques y afectando las áreas de importancia para los bienes y servicios ecosistémicos que necesitan los habitantes de Medellín.
Además, los árboles como medio para capturar carbono (CO2) y limpiar el aire, le permitirían a Medellín acceder a los mercados de carbono internacionales.
"A la fecha se han reforestado más de 500 hectáreas por diferentes sistemas: agroforestal, silvo-pastoril, plantaciones comerciales y mediante acuerdos entre el propietario de la tierra y el Municipio en donde ambos ganan", expresó Guzmán.
Estos, entre otros conceptos, se expusieron ayer en el primer Encuentro Forestal del Valle de Aburrá, convocado por RIA.
Para el ingeniero de Corantioquia, Juan Lázaro Toro, también hay otras acciones importantes para detener la presión sobre los bosques como lo son la declaración de áreas protegidas, pero faltan esfuerzos para que sean efectivas.
Algunos de los ecosistemas estratégicos con los que todavía cuenta Medellín, importantes no solo para la conservación de la diversidad, sino de los servicios ecosistémicos como la regulación hídrica y la protección de los suelos son la reserva forestal protectora del Río Nare y el Distrito de Manejo Integral de la Divisoria Valle de Aburrá-Río Cauca.
En el interior están los cerros Nutibara, El Volador, Pan de Azúcar, La Asomadera, Tres Cruces y Santo Domingo, que no producen agua, pero brindan esparcimiento. El otro es el Alto de San Miguel, que aunque queda en Caldas, es donde nace el río Medellín.
A juicio del ingeniero Toro, falta articular los esfuerzos que hoy se adelantan de manera desagregada por lo que no impacta la conservación y por eso hay especies amenazadas. Además, que para hablar de conservación hay que hacerlo a una escala más regional, como la iniciativa del Parque Central de Antioquia.
"Para ver los logros se necesita la participación de la institución, de los privados y de la sociedad civil", afirmó Toro.
Esta iniciativa cuenta con un trabajo de investigación de la Universidad Nacional que permitirá, mediante el montaje de parcelas, evaluar mortalidad, crecimiento y calidad del desarrollo de las 40 especies que se utilizan en la recuperación ecológica y forestal,
"Son unas variables muy sencillas, pero más adelante podemos ir agregando otras como la capacidad fotosintética, la biomasa, competencia e ingreso de otras especies al área planteada", anotó el ingeniero Luis Fernando Osorio.
CAUSAS
MUCHA PRESIÓN SOBRE EL BOSQUE
· Son pocos los ecosistemas que quedan por la extracción de productos como la madera y la tierra de capote o por extracción de fauna.
· También se ejerce mucha presión con los desarrollos urbanísticos.
· De igual manera la extensión de áreas para cultivos y ganadería.
EN DEFINITIVASon claros los esfuerzos por aumentar las zonas boscosas de Medellín, el Aburrá y Antioquia, pero se deben articular con el sector privado para obtener logros importantes de conservación.