Algunas invitaciones a fiestas de niños y adolescentes por las redes sociales despiertan alerta entre la comunidad y las autoridades.
"¡Claro cucho., en toda farra de pelaos hay drogas y licor, en todas, en todas", insiste Wilder*, un jovencito de dieciséis años que, a su edad, incluso, ya se hastió de tanta rumba y ahora prefiere encerrarse en su casa a ver televisión o sentarse con sus amigos a charlar en la acera de su casa, un sábado.
Es tanto, que Wilder no acudió a una cita que le llegó por Facebook, en la que se invitaba a todos los adolescentes que quisieran disfrutar de la "única rumba con cero violencia y sólo sexo", programada para realizarse el viernes 12 de julio en una cancha de un barrio de la comuna 8.
-No cucho, yo ya ni miro eso, pero sí, en los bailes que fui siempre había trago y drogas, siempre-.
Su fortaleza mental, el estar acogido por unos padres que estuvieron y siguen pendientes de sus cosas, a dónde va y con quién, le sirvieron a Wilder para no tomar por los caminos del vicio, como lo hicieron muchos de los amigos con los que compartió fiestas y after parties, desde los 12 años. Él, aún con su cara angelical, de niño, dice que casi todos ellos se volvieron adictos a las drogas o se metieron a la delincuencia.
-Uno está en la cárcel, lo cogieron robando, otro se droga hasta con sacol y los demás marihuana, usted sabe cucho-, remata Wilder.
Es inevitable pasar la mano por la cabeza este jovencito, como una señal de admiración y respeto por la madurez con la que supo afrontar ese difícil momento de la preadolescencia, cuando los niños son más propensos a irse por los caminos equivocados de la vida, aquellos que los llevan al licor, las drogas y el sexo irresponsable.
-A esas edades los pares (muchachos de más o menos la misma edad) ejercen mucha influencia. Eso se llama presión de grupo, los adolescentes son más vulnerables entre más inmaduros están en el proceso de conformación de la personalidad y la autoestima. Estar en la adolescencia significa yo quiero estar en el grupo, no quiero ser excluido, entonces los muchachos, como generalidad, son muy vulnerables a la presencia de los pares-, explica Claudia Patricia López Echeverri, coordinadora nacional del programa Ángel Protector de Red Papaz, que trabaja con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) el tema de la inconveniencia y la ilegalidad del consumo de alcohol en menores de 18 años y el uso del tiempo libre entre los jóvenes.
No satanizar rumba juvenil
A pesar de que Red Papaz se preocupa por situaciones tan complejas, la señora López Echeverri hace hincapié en que no hay que estigmatizar las reuniones de los muchachos como si en todas abundaran las drogas, el licor y el sexo irresponsable.
Ella recuerda que los adultos de hoy también pasaron por esas etapas prejuveniles y juveniles, participaron en rumbas y fiestas y aunque en ese momento eran mal vistos por los mayores, no eran fiestas de perdición.
-No hay que satanizarlos, hay reuniones responsables, con personas adultas pendientes y muchachos que tienen un buen acompañamiento familiar de parte de sus padres y saben decir no en el momento adecuado-, reitera la analista.
¿Usted vive ese problema con sus hijos o sus nietos?
La pregunta va para Rubiela Soto, una madre y abuela residente en el Doce de Octubre. Ella responde que tiene un nieto de 14 años, pero siempre los padres están pendientes de él, le pagan transporte escolar y nunca se queda por ahí.
-Pero por acá se ven niños de 12 años en las calles fumando marihuana. Yo sí digo, ¿un muchacho de esa edad qué tiene que estar haciendo en la calle a la 1:00 o 2:00 de la mañana?-.
Catalina Trujillo, una comunicadora social muy preocupada por los rumbos de los niños y adolescentes, le pide a la sociedad estar más alerta frente a los comportamientos de este grupo poblacional, sobre todo por el uso inadecuado que muchas veces se hace de las redes sociales.
Ella se enteró de la invitación que se hacía a la fiesta de "cero violencia y solo sexo" y de inmediato compartió el asunto con otros padres y educadores.
-Creo que cuando se convoca a esas fiestas hay adultos detrás. Por ejemplo, a raíz de esa invitación empecé a buscar y me encontré con cosas sorprendentes. Hay videos en Youtube de niños de 13 años ya travestis. No le veo problema a las preferencias genéricas, pero a los 12 años, ¿un niño sí sabe a conciencia esa preferencia o estará dejando que alguien lo manipule?-, se pregunta Catalina.
Buscamos en Youtube los videos a los que se refiere. Son varios en los cuales algunos adolescentes aparecen en poses semidesnudas, simulando ser modelos y en actitudes propias más de un comercio sexual que de un perfil de un jovencito de tendencia gay.
Incluso, hay un video en el cual ellos se toman el parque de Robledo y allí exhiben con cierta desfachatez y sin ningún tipo de control sus actitudes exhibicionistas que, en todo caso, riñen con el normal comportamiento de un menor de edad.
Catalina narra que conoce el caso de un padre que encontró fotos de carácter pornográfico de su hija en Internet y que cuando la increpó ella le dijo que por esas fotos le pagan.
Para evitar que más niños y adolescentes vean estos videos e imágenes, preferimos no divulgar claves para que sean vistas.
Escenarios no ideales
El concejal Jaime Cuartas expresa su preocupación por la falta de controles a las rumbas llamadas after parties, especialmente por la dificultad de las autoridades para hacerlo, teniendo en cuenta que muchas de ellas se realizan en lugares ocultos.
-Si se convoca a través de las redes sociales, en gran medida son hechas en lugares clandestinos y casas de amigos sin ningún control al consumo de alcohol y cigarrillos, que son puertas de entrada a otras drogas más peligrosas y que afectan la calidad de vida y la salud mental de los muchachos-, advierte.
Claudia López, de Red Papaz, precisa que cuando se le da o vende alcohol o alguna otra sustancia alucinógena a los niños se infringen dos sus derechos fundamentales, como la protección y el desarrollo, "porque estas sustancias interfieren su desarrollo emocional y físico, las drogas ocasionan daños irreparables en el cerebro, disminuyen en 10 por ciento la capacidad intelectual de niños y niñas".
Ella y el concejal Cuartas coinciden en que las fiestas con menores de edad entrañan riesgos cuando se hacen sin el control de adultos, en lugares inadecuados, cuando se consumen alcohol, cigarrillos, drogas y se incurre en prácticas sexuales irresponsables que pueden degenerar en enfermedades de transmisión sexual y embarazos de menores de edad, que son dos graves problemas de salud pública de la ciudad.
-Hay que generar educación y cultura ciudadana sobre el buen uso del tiempo libre para que no tengamos este comportamiento de riesgo en jóvenes entre los 14, 15, 16 y 17 años-, advierte el concejal Cuartas, que también pide no estigmatizar las fiestas.
Jorge Mejía Martínez, secretario de Gobierno de Medellín, admite que el control de estas fiestas es complejo cuando se hace en forma clandestina. Pero advierte que toda fiesta o reunión donde haya comunidad involucrada, sea en sitio privado o público, debe contar con autorización legal de su dependencia, tener apoyo del Dagrd (organismo de emergencia) para prever situaciones de riesgo; de la Cruz Roja, para prever situaciones de salud, e incluso reporte a Sayco y Acimpro, por el tema de derechos de autor.
-Aunque se realice en predios privados podemos ejercer control a través de las inspecciones, verificar si hay riesgos y si hay consumo de licor o drogas y se violan derechos de menores de edad-.
La directora de Red Papaz, aliada del Icbf para el asunto, recomienda a los padres no entrar en pánico ni confrontar a los chicos. La clave es el entendimiento, la firmeza y la claridad en la argumentación.
-De hecho, ellos ya nos confrontan, entonces no nos podemos convertir en el enemigo, pero tampoco somos los amigos pares, a los papás nos toca a veces ser impopulares. Lo importante es que el hijo entienda que si sus padres se preocupan es porque lo aman y él termina por entenderlo, termina por decir 'sí, no hay nadie que me quiera más que mi mamá'-.
La Policía, a través del programa DARE (Drogas, Abuso y uso, Resistencia, Educación) llega a los centros educativos instruyendo en el uso y abuso de drogas entre los jóvenes, con el fin de enseñarles a ser miembros productivos de su comunidad a partir de una vida libre de drogas, alcoholismo y violencia.
(*) Nombre cambiado por protección del menor.
DICEN DE...
ALGUNOS TENDEROS LES VENDEN LICOR
EN DEFINITIVA
"¡Claro cucho., en toda farra de pelaos hay drogas y licor, en todas, en todas", insiste Wilder*, un jovencito de dieciséis años que, a su edad, incluso, ya se hastió de tanta rumba y ahora prefiere encerrarse en su casa a ver televisión o sentarse con sus amigos a charlar en la acera de su casa, un sábado.
Es tanto, que Wilder no acudió a una cita que le llegó por Facebook, en la que se invitaba a todos los adolescentes que quisieran disfrutar de la "única rumba con cero violencia y sólo sexo", programada para realizarse el viernes 12 de julio en una cancha de un barrio de la comuna 8.
-No cucho, yo ya ni miro eso, pero sí, en los bailes que fui siempre había trago y drogas, siempre-.
Su fortaleza mental, el estar acogido por unos padres que estuvieron y siguen pendientes de sus cosas, a dónde va y con quién, le sirvieron a Wilder para no tomar por los caminos del vicio, como lo hicieron muchos de los amigos con los que compartió fiestas y after parties, desde los 12 años. Él, aún con su cara angelical, de niño, dice que casi todos ellos se volvieron adictos a las drogas o se metieron a la delincuencia.
-Uno está en la cárcel, lo cogieron robando, otro se droga hasta con sacol y los demás marihuana, usted sabe cucho-, remata Wilder.
Es inevitable pasar la mano por la cabeza este jovencito, como una señal de admiración y respeto por la madurez con la que supo afrontar ese difícil momento de la preadolescencia, cuando los niños son más propensos a irse por los caminos equivocados de la vida, aquellos que los llevan al licor, las drogas y el sexo irresponsable.
-A esas edades los pares (muchachos de más o menos la misma edad) ejercen mucha influencia. Eso se llama presión de grupo, los adolescentes son más vulnerables entre más inmaduros están en el proceso de conformación de la personalidad y la autoestima. Estar en la adolescencia significa yo quiero estar en el grupo, no quiero ser excluido, entonces los muchachos, como generalidad, son muy vulnerables a la presencia de los pares-, explica Claudia Patricia López Echeverri, coordinadora nacional del programa Ángel Protector de Red Papaz, que trabaja con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) el tema de la inconveniencia y la ilegalidad del consumo de alcohol en menores de 18 años y el uso del tiempo libre entre los jóvenes.
No satanizar rumba juvenil
A pesar de que Red Papaz se preocupa por situaciones tan complejas, la señora López Echeverri hace hincapié en que no hay que estigmatizar las reuniones de los muchachos como si en todas abundaran las drogas, el licor y el sexo irresponsable.
Ella recuerda que los adultos de hoy también pasaron por esas etapas prejuveniles y juveniles, participaron en rumbas y fiestas y aunque en ese momento eran mal vistos por los mayores, no eran fiestas de perdición.
-No hay que satanizarlos, hay reuniones responsables, con personas adultas pendientes y muchachos que tienen un buen acompañamiento familiar de parte de sus padres y saben decir no en el momento adecuado-, reitera la analista.
¿Usted vive ese problema con sus hijos o sus nietos?
La pregunta va para Rubiela Soto, una madre y abuela residente en el Doce de Octubre. Ella responde que tiene un nieto de 14 años, pero siempre los padres están pendientes de él, le pagan transporte escolar y nunca se queda por ahí.
-Pero por acá se ven niños de 12 años en las calles fumando marihuana. Yo sí digo, ¿un muchacho de esa edad qué tiene que estar haciendo en la calle a la 1:00 o 2:00 de la mañana?-.
Catalina Trujillo, una comunicadora social muy preocupada por los rumbos de los niños y adolescentes, le pide a la sociedad estar más alerta frente a los comportamientos de este grupo poblacional, sobre todo por el uso inadecuado que muchas veces se hace de las redes sociales.
Ella se enteró de la invitación que se hacía a la fiesta de "cero violencia y solo sexo" y de inmediato compartió el asunto con otros padres y educadores.
-Creo que cuando se convoca a esas fiestas hay adultos detrás. Por ejemplo, a raíz de esa invitación empecé a buscar y me encontré con cosas sorprendentes. Hay videos en Youtube de niños de 13 años ya travestis. No le veo problema a las preferencias genéricas, pero a los 12 años, ¿un niño sí sabe a conciencia esa preferencia o estará dejando que alguien lo manipule?-, se pregunta Catalina.
Buscamos en Youtube los videos a los que se refiere. Son varios en los cuales algunos adolescentes aparecen en poses semidesnudas, simulando ser modelos y en actitudes propias más de un comercio sexual que de un perfil de un jovencito de tendencia gay.
Incluso, hay un video en el cual ellos se toman el parque de Robledo y allí exhiben con cierta desfachatez y sin ningún tipo de control sus actitudes exhibicionistas que, en todo caso, riñen con el normal comportamiento de un menor de edad.
Catalina narra que conoce el caso de un padre que encontró fotos de carácter pornográfico de su hija en Internet y que cuando la increpó ella le dijo que por esas fotos le pagan.
Para evitar que más niños y adolescentes vean estos videos e imágenes, preferimos no divulgar claves para que sean vistas.
Escenarios no ideales
El concejal Jaime Cuartas expresa su preocupación por la falta de controles a las rumbas llamadas after parties, especialmente por la dificultad de las autoridades para hacerlo, teniendo en cuenta que muchas de ellas se realizan en lugares ocultos.
-Si se convoca a través de las redes sociales, en gran medida son hechas en lugares clandestinos y casas de amigos sin ningún control al consumo de alcohol y cigarrillos, que son puertas de entrada a otras drogas más peligrosas y que afectan la calidad de vida y la salud mental de los muchachos-, advierte.
Claudia López, de Red Papaz, precisa que cuando se le da o vende alcohol o alguna otra sustancia alucinógena a los niños se infringen dos sus derechos fundamentales, como la protección y el desarrollo, "porque estas sustancias interfieren su desarrollo emocional y físico, las drogas ocasionan daños irreparables en el cerebro, disminuyen en 10 por ciento la capacidad intelectual de niños y niñas".
Ella y el concejal Cuartas coinciden en que las fiestas con menores de edad entrañan riesgos cuando se hacen sin el control de adultos, en lugares inadecuados, cuando se consumen alcohol, cigarrillos, drogas y se incurre en prácticas sexuales irresponsables que pueden degenerar en enfermedades de transmisión sexual y embarazos de menores de edad, que son dos graves problemas de salud pública de la ciudad.
-Hay que generar educación y cultura ciudadana sobre el buen uso del tiempo libre para que no tengamos este comportamiento de riesgo en jóvenes entre los 14, 15, 16 y 17 años-, advierte el concejal Cuartas, que también pide no estigmatizar las fiestas.
Jorge Mejía Martínez, secretario de Gobierno de Medellín, admite que el control de estas fiestas es complejo cuando se hace en forma clandestina. Pero advierte que toda fiesta o reunión donde haya comunidad involucrada, sea en sitio privado o público, debe contar con autorización legal de su dependencia, tener apoyo del Dagrd (organismo de emergencia) para prever situaciones de riesgo; de la Cruz Roja, para prever situaciones de salud, e incluso reporte a Sayco y Acimpro, por el tema de derechos de autor.
-Aunque se realice en predios privados podemos ejercer control a través de las inspecciones, verificar si hay riesgos y si hay consumo de licor o drogas y se violan derechos de menores de edad-.
La directora de Red Papaz, aliada del Icbf para el asunto, recomienda a los padres no entrar en pánico ni confrontar a los chicos. La clave es el entendimiento, la firmeza y la claridad en la argumentación.
-De hecho, ellos ya nos confrontan, entonces no nos podemos convertir en el enemigo, pero tampoco somos los amigos pares, a los papás nos toca a veces ser impopulares. Lo importante es que el hijo entienda que si sus padres se preocupan es porque lo aman y él termina por entenderlo, termina por decir 'sí, no hay nadie que me quiera más que mi mamá'-.
La Policía, a través del programa DARE (Drogas, Abuso y uso, Resistencia, Educación) llega a los centros educativos instruyendo en el uso y abuso de drogas entre los jóvenes, con el fin de enseñarles a ser miembros productivos de su comunidad a partir de una vida libre de drogas, alcoholismo y violencia.
(*) Nombre cambiado por protección del menor.
DICEN DE...
ALGUNOS TENDEROS LES VENDEN LICOR
Es una verdad inocultable: a pesar de la prohibición de venderles licor a menores de edad, muchos comerciantes no atienden la norma. Especialmente, en tiendas de barrio y algunos supermercados, se venden sin discriminación. Llamando al 123 se puede reportar estos casos y también los de after parties sin control. La línea www.teprotejo.org de Red Papaz también está habilitada para enviar alertas. Maneja total anonimato del denunciante y tiene conexión directa con la Policía y el Icbf para actuar de inmediato.
EN DEFINITIVA
Aunque no todas las rumbas de los niños y adolescentes son descontroladas, muchas llevan al consumo de alcohol, cigarrillos y drogas, y al sexo irresponsable. La sociedad debe estar alerta.