Una encuesta de EL COLOMBIANO revela que el paisa de hoy es optimista, familiar, fuma poco, valora cursar una carrera y aprender otro idioma.
Vivir cerca de la casa familiar, ir a misa los domingos, aceptar que se es católico; gozar de las fiestas con los amigos de toda la vida, decir que los fríjoles son la mejor comida y que como Medellín no hay dos. Características del arquetípico paisa.
Pero el ciudadano de hoy es acaso un poco menos predecible. Se juzgará más seducido por las fiestas y la vida acelerada, la parafernalia de los lugares nocturnos, o, quizá, un poco más pesimista, desesperanzado, lleno de fantasmas y temores de futuro, pero no.
En una encuesta realizada por EL COLOMBIANO a habitantes del Valle de Aburrá y otros municipios, se evidenció que el 47,6 por ciento de las personas está "muy satisfecha" con su vida, y el 40,2 por ciento "satisfecha", solo el 12,2 por ciento se descubre "poco satisfecho" o insatisfecho de una vez, sin rodeos, aunque solo son, los de esta situación, el 2,2 por ciento de los encuestados.
La mayoría de los paisas cree que como Medellín no hay ninguna. Y si, por lo menos, no están muy plenos con su vida, si gozan de ella en buena medida.
Para el politólogo, sociólogo y profesor de la Universidad Eafit, Adolfo León Maya Salazar , ese tipo de respuestas tienen una razón fundamental, y es que los paisas tienen un largo recorrido en construir una autopercepción "muy ególatra, muy enaltecedora". Lo que no hace que las respuestas sean alejadas de la verdad.
Y sí, los paisas siguen conectados con la tradición, al menos eso es lo que manifiesta la gran mayoría, exactamente el 71 por ciento, lo que consolida cierta imagen romántica que tiene la región.
Carlos Mario Berrío Meneses , coordinador de la maestría en Comunicación de la Universidad de Medellín, le atañe esto a que el Valle de Aburrá esta rodeado de montañas: "Eso nos ha caracterizado y nos ha marcado sociológicamente".
La tradición
Le sigue esa imagen de que el paisa es muy católico y que conserva las tradiciones de los abuelos. El 96 por ciento cree en Dios, así, a secas, "sin que esté ligado a ninguna doctrina". De ellos, el 83, 9 por ciento es católico, el 10 por ciento de otro redil y el 6,1 por ciento no ve la necesidad decir presente en ningún culto.
Esas respuestas, para Carlos Mario Berrío , aunque ciertas, tienen sus matices. El año pasado, en una investigación que realizó esa universidad con una agencia de publicidad, y que tuvo por nombre Perfiles Urbanos de Medellín, los encuestados respondieron algo parecido, pero cuando se les contrapreguntaba sobre los dogmas católicos, o no los conocían o no les interesaba.
Eso lleva al director de la maestría a señalar que la ciudad no es tan multicultural como se ha creído y promulgado -aunque sí hay una apertura- en los últimos años, "todavía hay cierta resistencia a lo nuevo, no obstante, las tecnologías hacen una labor silente. Aunque se creyó y se piensa, a veces, que el mundo gira a nuestro alrededor".
Ese concepto del auge de la cultura, también tiene otra connotación: las fiestas. Se dice que en Feria de Flores y en diciembre los fandangos abundan, la venta de licor crece, pero, misteriosamente, el medellinense de hoy no es que sea el más rumbero.
El 53,7 por ciento de los encuestados no sale de fiesta a menudo, "no es rumbero". Además, el 56 por ciento de las personas no toma licor y el 82,4 por ciento no fuma, lo que evidencia que esa fama pachanga no es que sea tan real como se dice.
Para el profesor de Eafit, hay dos características que verdaderamente marcan a los paisas, que cruzan sus vidas: "Somos una combinación de liberales en lo económico y conservadores en lo cultural".
Ahí radica, para el experto, el éxito de lo comercial, el ser altamente trabajadores, "lo que va ligado a cierto lineamiento protestante". Y es que el 89,1 por ciento de las personas está entre satisfecho y muy satisfecho con su trabajo; pero, enfrentándose a ese espíritu emprendedor, que parece se ha ido muriendo, porque solo el 19,3 por ciento de los encuestados ve como parte de una buena vida, montar un negocio, ser independiente.
Pero hay algo, pese a esas tendencias, que rescata Adolfo León, y es que "no construimos ningún tipo de mezquindad cuando se trata de asuntos económicos, por eso se piensa en eso de trabajar mucho, para nosotros laborar es una expresión grata, contrario al hecho de muchos latinoamericanos que rezan que Dios hizo el trabajo como un castigo, como dice la canción".
La familia, la ciudad
La institución más arraigada, quizá, para los paisas sea la familia, prueba de eso es que el 87,6 por ciento de los encuestados la considera muy importante y el 11,7 por ciento "importante".
Pero ahora es diferente, "sobre todo para los menores de 30 años", dice Carlos Mario, para agregar que estos muchachos son "hijos de la postmodernidad", lo que los ha llevado a contemplar y asumir otros puntos de vista que han ido llegando con las nuevas tecnologías.
"Hoy, los muchachos ven que la vida es muy corta, no con pesimismo, sino con la perspectiva de que hay que disfrutarla", eso los lleva a replantear muchas cosas, incluso la figura de la familia.
Esto coincide con lo que piensa Adolfo León, que cree que se van a empezar a evidenciar manifestar "otras formas de ser familia, de juntarse, igualmente dignas, respetables, y eso golpeará a las generaciones más longevas".
Además, contrario a lo que pasó hasta hace unas décadas, donde los jóvenes de otrora veían en Medellín el progreso de la ciudad industrial, los de ahora quieren, "sobre todo los de clase media y alta, salir del país, explorar, conocer, pero no con esa tendencia de irse y no volver, siempre quieren regresar a construir aquí futuro", dice el director de maestría de la U. de Medellín.
Tecnología y futuro
Si cambios se han notado en los últimos años en la cultura tradicionalista paisa, creen los académicos, se debe en gran medida a las nuevas tecnologías y a la exposición del mundo, "lo que antes no pasaba de esta manera".
Para 2020 la situación será sin duda diferente, porque los puntos de acceso al mundo serán más certeros. Según Medellín Digital, para la fecha señalada, habrá 100 por ciento de espacios web accesibles a través de dispositivos móviles en la ciudad y el 100 por ciento de los trámites se realizarán en la red "en nivel máximo de sofisticación".
El énfasis se dará en la educación, pues 25 de las instituciones educativas estarán en el nivel máximo de madurez digital.
Alonso Verdugo, arquitecto de software de IBM, cree que esa avanzada tecnológica, que traerá equipos portátiles que pondrán todos los servicios a la mano del consumidor, definitivamente terminará cambiando la cultura de una sociedad. "En el caso de Medellín es muy posible que potencie los negocios, la salud y las universidades", remata.
Aunque arribe con más fuerza esa revolución tecnológica, Maya considera que la mayoría de los jóvenes de hoy no negociarán ciertas creencias, "porque son elementos muy arraigados a la vida, pero no seremos inmunes a la apertura del mundo".
La vida seguirá dando sus giros, pero desde ya la esperanza comanda esos cambios, para 2020: el 61,7 por ciento de las personas piensa que el departamento estará mejor, el 57,1 espera que sea una región más humana, principios que, finalmente, han transversalizado esta sociedad.
COLOMBIAN HEADLINES
PAISAS ARE MOSTLY HAPPY WITH LIFE
A survey by EL COLOMBIANO among residents of the Aburrá Valley revealed that 47,6 percent of residents are very satisfied with their lives, 40,2 percent are 'satisfied', only 12,2 percent are slightly satisfied and only 2,2 percent are unsatisfied. Most 'paisas' think there's no place in the world like Medellín and they uphold the traditions of their ancestors. 96 percent of paisas believe in God and 83,9 percent of them are Catholic. There's also a common misconception regarding paisas as party animals but results show that 53,7 percent of those surveyed "aren't partiers"; 56 percent don't drink alcohol and 82,4 percent don't smoke.
ANTECEDENTES
METODOLOGÍA DE LA ENCUESTA
EL COLOMBIANO consultó a los antioqueños sobre el proyecto de vida para los próximos 8 años. El universo de la encuesta fueron hombre y mujeres mayores de 18 años residentes en el departamento.
El listado de municipios fue seleccionado aleatoriamente; en el Valle de Aburrá la encuesta se realizó personalmente, ya en los otros municipios del departamento se realizó telefónicamente.
Toda la recolección de la información tuvo lugar entre el 27 y el 31 de enero del presente año.
En cuanto al nivel económico de los consultados, el 76,1 por ciento pertenece a los estratos 1, 2 y 3 y el 23,9 por ciento a los estratos 4, 5 y 6. La mayoría de ellos son trabajadores y estudiantes.
Esta encuesta tiene un margen de error del 4,9 por ciento, para una confianza del 95 por ciento.
Vivir cerca de la casa familiar, ir a misa los domingos, aceptar que se es católico; gozar de las fiestas con los amigos de toda la vida, decir que los fríjoles son la mejor comida y que como Medellín no hay dos. Características del arquetípico paisa.
Pero el ciudadano de hoy es acaso un poco menos predecible. Se juzgará más seducido por las fiestas y la vida acelerada, la parafernalia de los lugares nocturnos, o, quizá, un poco más pesimista, desesperanzado, lleno de fantasmas y temores de futuro, pero no.
En una encuesta realizada por EL COLOMBIANO a habitantes del Valle de Aburrá y otros municipios, se evidenció que el 47,6 por ciento de las personas está "muy satisfecha" con su vida, y el 40,2 por ciento "satisfecha", solo el 12,2 por ciento se descubre "poco satisfecho" o insatisfecho de una vez, sin rodeos, aunque solo son, los de esta situación, el 2,2 por ciento de los encuestados.
La mayoría de los paisas cree que como Medellín no hay ninguna. Y si, por lo menos, no están muy plenos con su vida, si gozan de ella en buena medida.
Para el politólogo, sociólogo y profesor de la Universidad Eafit, Adolfo León Maya Salazar , ese tipo de respuestas tienen una razón fundamental, y es que los paisas tienen un largo recorrido en construir una autopercepción "muy ególatra, muy enaltecedora". Lo que no hace que las respuestas sean alejadas de la verdad.
Y sí, los paisas siguen conectados con la tradición, al menos eso es lo que manifiesta la gran mayoría, exactamente el 71 por ciento, lo que consolida cierta imagen romántica que tiene la región.
Carlos Mario Berrío Meneses , coordinador de la maestría en Comunicación de la Universidad de Medellín, le atañe esto a que el Valle de Aburrá esta rodeado de montañas: "Eso nos ha caracterizado y nos ha marcado sociológicamente".
La tradición
Le sigue esa imagen de que el paisa es muy católico y que conserva las tradiciones de los abuelos. El 96 por ciento cree en Dios, así, a secas, "sin que esté ligado a ninguna doctrina". De ellos, el 83, 9 por ciento es católico, el 10 por ciento de otro redil y el 6,1 por ciento no ve la necesidad decir presente en ningún culto.
Esas respuestas, para Carlos Mario Berrío , aunque ciertas, tienen sus matices. El año pasado, en una investigación que realizó esa universidad con una agencia de publicidad, y que tuvo por nombre Perfiles Urbanos de Medellín, los encuestados respondieron algo parecido, pero cuando se les contrapreguntaba sobre los dogmas católicos, o no los conocían o no les interesaba.
Eso lleva al director de la maestría a señalar que la ciudad no es tan multicultural como se ha creído y promulgado -aunque sí hay una apertura- en los últimos años, "todavía hay cierta resistencia a lo nuevo, no obstante, las tecnologías hacen una labor silente. Aunque se creyó y se piensa, a veces, que el mundo gira a nuestro alrededor".
Ese concepto del auge de la cultura, también tiene otra connotación: las fiestas. Se dice que en Feria de Flores y en diciembre los fandangos abundan, la venta de licor crece, pero, misteriosamente, el medellinense de hoy no es que sea el más rumbero.
El 53,7 por ciento de los encuestados no sale de fiesta a menudo, "no es rumbero". Además, el 56 por ciento de las personas no toma licor y el 82,4 por ciento no fuma, lo que evidencia que esa fama pachanga no es que sea tan real como se dice.
Para el profesor de Eafit, hay dos características que verdaderamente marcan a los paisas, que cruzan sus vidas: "Somos una combinación de liberales en lo económico y conservadores en lo cultural".
Ahí radica, para el experto, el éxito de lo comercial, el ser altamente trabajadores, "lo que va ligado a cierto lineamiento protestante". Y es que el 89,1 por ciento de las personas está entre satisfecho y muy satisfecho con su trabajo; pero, enfrentándose a ese espíritu emprendedor, que parece se ha ido muriendo, porque solo el 19,3 por ciento de los encuestados ve como parte de una buena vida, montar un negocio, ser independiente.
Pero hay algo, pese a esas tendencias, que rescata Adolfo León, y es que "no construimos ningún tipo de mezquindad cuando se trata de asuntos económicos, por eso se piensa en eso de trabajar mucho, para nosotros laborar es una expresión grata, contrario al hecho de muchos latinoamericanos que rezan que Dios hizo el trabajo como un castigo, como dice la canción".
La familia, la ciudad
La institución más arraigada, quizá, para los paisas sea la familia, prueba de eso es que el 87,6 por ciento de los encuestados la considera muy importante y el 11,7 por ciento "importante".
Pero ahora es diferente, "sobre todo para los menores de 30 años", dice Carlos Mario, para agregar que estos muchachos son "hijos de la postmodernidad", lo que los ha llevado a contemplar y asumir otros puntos de vista que han ido llegando con las nuevas tecnologías.
"Hoy, los muchachos ven que la vida es muy corta, no con pesimismo, sino con la perspectiva de que hay que disfrutarla", eso los lleva a replantear muchas cosas, incluso la figura de la familia.
Esto coincide con lo que piensa Adolfo León, que cree que se van a empezar a evidenciar manifestar "otras formas de ser familia, de juntarse, igualmente dignas, respetables, y eso golpeará a las generaciones más longevas".
Además, contrario a lo que pasó hasta hace unas décadas, donde los jóvenes de otrora veían en Medellín el progreso de la ciudad industrial, los de ahora quieren, "sobre todo los de clase media y alta, salir del país, explorar, conocer, pero no con esa tendencia de irse y no volver, siempre quieren regresar a construir aquí futuro", dice el director de maestría de la U. de Medellín.
Tecnología y futuro
Si cambios se han notado en los últimos años en la cultura tradicionalista paisa, creen los académicos, se debe en gran medida a las nuevas tecnologías y a la exposición del mundo, "lo que antes no pasaba de esta manera".
Para 2020 la situación será sin duda diferente, porque los puntos de acceso al mundo serán más certeros. Según Medellín Digital, para la fecha señalada, habrá 100 por ciento de espacios web accesibles a través de dispositivos móviles en la ciudad y el 100 por ciento de los trámites se realizarán en la red "en nivel máximo de sofisticación".
El énfasis se dará en la educación, pues 25 de las instituciones educativas estarán en el nivel máximo de madurez digital.
Alonso Verdugo, arquitecto de software de IBM, cree que esa avanzada tecnológica, que traerá equipos portátiles que pondrán todos los servicios a la mano del consumidor, definitivamente terminará cambiando la cultura de una sociedad. "En el caso de Medellín es muy posible que potencie los negocios, la salud y las universidades", remata.
Aunque arribe con más fuerza esa revolución tecnológica, Maya considera que la mayoría de los jóvenes de hoy no negociarán ciertas creencias, "porque son elementos muy arraigados a la vida, pero no seremos inmunes a la apertura del mundo".
La vida seguirá dando sus giros, pero desde ya la esperanza comanda esos cambios, para 2020: el 61,7 por ciento de las personas piensa que el departamento estará mejor, el 57,1 espera que sea una región más humana, principios que, finalmente, han transversalizado esta sociedad.
COLOMBIAN HEADLINES
PAISAS ARE MOSTLY HAPPY WITH LIFE
A survey by EL COLOMBIANO among residents of the Aburrá Valley revealed that 47,6 percent of residents are very satisfied with their lives, 40,2 percent are 'satisfied', only 12,2 percent are slightly satisfied and only 2,2 percent are unsatisfied. Most 'paisas' think there's no place in the world like Medellín and they uphold the traditions of their ancestors. 96 percent of paisas believe in God and 83,9 percent of them are Catholic. There's also a common misconception regarding paisas as party animals but results show that 53,7 percent of those surveyed "aren't partiers"; 56 percent don't drink alcohol and 82,4 percent don't smoke.
ANTECEDENTES
METODOLOGÍA DE LA ENCUESTA
EL COLOMBIANO consultó a los antioqueños sobre el proyecto de vida para los próximos 8 años. El universo de la encuesta fueron hombre y mujeres mayores de 18 años residentes en el departamento.
El listado de municipios fue seleccionado aleatoriamente; en el Valle de Aburrá la encuesta se realizó personalmente, ya en los otros municipios del departamento se realizó telefónicamente.
Toda la recolección de la información tuvo lugar entre el 27 y el 31 de enero del presente año.
En cuanto al nivel económico de los consultados, el 76,1 por ciento pertenece a los estratos 1, 2 y 3 y el 23,9 por ciento a los estratos 4, 5 y 6. La mayoría de ellos son trabajadores y estudiantes.
Esta encuesta tiene un margen de error del 4,9 por ciento, para una confianza del 95 por ciento.