Así lo afirma un artículo publicado el pasado miércoles en el diario estadounidense The Washington Post, por el periodista Juan Forero, el cual indica que en Medellín se disminuyó un 80 por ciento el homicidio, comparado con la época de Pablo Escobar donde se podían registrar 12 homicidios cada 8 horas.
El artículo, consulta varias fuentes entre ellas una investigadora de la Sijín de la Policía, llamada Lina Molina que le confirma estas cifras del narcotráfico en la época de Pablo Escobar.
Según indica Molina, la Policía en estos años podía capturar entre 19 y 25 homicidas cada semana en Medellín, algo que según la investigadora ha cambiado en grandes proporciones.
Citando como fuente de datos la Alcaldía de Medellín, Forero afirma que en 1991 se presentaron 6.340 homicidios en Medellín, unos 380 cada 100.000 habitantes. Época en la que Pablo Escobar "le puso precio a las cabezas de los policías y puso la ciudad de rodillas", indica el artículo.
The Washington Post revela que el homicidio en Medellín disminuyó un 80 por ciento, haciendo de esta "esta ciudad un modelo que atrae a políticos y funcionarios que vienen de tan lejos como Sudáfrica, Río de Janeiro y Washington para ver cómo se logró la transformación".
Según Lina Molina, la investigadora consultada por Forero, "cuando se registran (en Medellín) siete homicidios en un día, nosotros decimos, ¡Oh Dios, que está pasando
", indica.
La investigadora indica que esta tasa de homicidios se disminuyó, con 470 homicidios al año, que coloca a Medellín como una de las ciudades más violentas de Colombia y entre las 30 ciudades más violentas en el mundo.
Otra de las fuentes consultadas por el periodista es el mayor de la Policía, Héctor Gutiérrez, director de la Sijín de Medellín, que le dice que en estos momentos "su dolor de cabeza" es la comuna de Candelaria, en el centro de Medellín, donde según Gutiérrez los homicidios aumentaron en 2012.
"Entonces qué estamos haciendo. Estamos golpeando la comuna de Candelaria duro, las extorsiones a negocios, el crimen callejero", dice Gutiérrez.
Pero el artículo no se queda en el trabajo policial y resalta el trabajo que se hace en la alcaldía de Aníbal Gaviria, en el cual además de los operativos se incluyen "programas para mejorar la calidad de vida de los barrios".
"Nuevas escuelas se construyen y las viejas se remodelan en las comunas, los sectores más peligrosos. Nuevas bibliotecas, alabadas por su arquitectura moderna, junto a nuevos parques y sitios de esparcimiento públicos", concluye el artículo.
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Medellín ya no es la capital mundial del crimen: The Washington Post
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