Operativo coordinado por el Dapard permitió que las cuatro personas fueran rescatadas en buenas condiciones de salud por parte del Ejército y la Fuerza Aérea.
Tras dos días de un intenso frío y de incertidumbre, los cuatro caminantes extraviados el pasado lunes en el alto de San Miguel, en Caldas, regresaron sanos y salvos, luego de un trabajo conjunto entre el Dapard, el Ejército y la Fuerza Aérea.
Las coordenadas que los caminantes lograron entregar vía celular facilitaron el trabajo del personal del Ejército que se desplazó a pie hasta el sitio donde halló en buenas condiciones de salud a Sergio Benjumea Muñoz, de 50 años; Jaime Hernández Sánchez, de 42; Yurani Andrea Osorno Cardona, de 25, y Lizeth Johana Tamayo Gil, de 24.
Por las difíciles condiciones del terreno debieron caminar durante más de seis horas hasta encontrar un sitio despejado, donde los recogió un helicóptero de la Fuerza Aérea, que los llevó hasta el hangar del Programa Aéreo de Salud, en el aeropuerto Olaya Herrera, para encontrarse con sus familias.
Las cuatro personas fueron avistadas el pasado martes gracias a una operación aérea en la que les lanzaron provisión de alimentos, ropa seca y medios de comunicación para generarles mejores condiciones mientras los rescataban.
Esther cuenta que su esposo, Jaime Hernández, cuando él salió el lunes por la mañana le dijo que iba para una caminada larga, pero que llegaba a las 4:00 de la tarde. Como era ya de noche y no regresaba llamó a la empresa para tratar de conseguir los teléfonos de los compañeros que lo acompañaban. Sin embargo, a las 7:00 de la noche recibió una llamada de Jaime en la que le dijo que estaban perdidos.
Más tarde, volvió y la llamó y le entregó unas coordenadas del sitio en que estaban pues contaban con GPS, pero que no se iban a quedar ahí porque estaba haciendo mucho frío y tenían que seguir caminando.
Ella avisó a los bomberos de Caldas y de Envigado y a la empresa ISA. No se volvió a saber de ellos hasta el pasado martes, cuando el helicóptero los localizó a las 11 a.m. Se les entregó víveres, carpas y cobijas para dormir.
Óscar Osorno, padre de Yurani Andrea, dijo que cuando se enteró de que estaban extraviados, de inmediato se fue para la zona y tuvo la oportunidad de sobrevolar el área en el helicóptero que los estaba buscando. Se tranquilizó porque, aunque estaban en unos peñascos muy peligrosos por lo que no pudieron ser rescatados ese día, vio que estaban en muy buena disposición, incluso riéndose.
María Margarita Benjumea, madre de Sergio Benjumea, contó que no se angustió mucho cuando le avisaron pues él es un caminante que se sabe defender muy bien.
"Me voy a demorar un poco en volver a caminar", dijo Jaime una vez aterrizó junto a sus compañeros en el hangar de la Gobernación de Antioquia del aeropuerto Olaya Herrera, en donde familiares y rescatados se confundieron en un abrazo. Sergio, por su parte, confirmando las palabras de su madre manifestó: "Fue una caminata que empezamos el lunes y que se alargó más de lo previsto".
Pablo Puerta, oficial de enlace del Dapard, dijo que tres factores ayudaron a un desenlace feliz: un manejo racional de los recursos, aprendieron a pagar los celulares, que tenían un GPS con el cual podían entregar posiciones y la resistencia física de los 4 caminantes.
EN DEFINITIVAContar con un guía para expediciones y grandes caminatas por la montaña son básicos. Esta vez fue un GPS el que salvó a los empleados de ISA, al igual que el buen uso de los celulares.