Fundaciones y corporaciones manejan importantes recursos y logran grandes efectos en la sociedad. Presentamos algunas de un universo inmenso.
En la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia están registradas 90.320 empresas, contando las que se matricularon en 2012 más las antiguas que renovaron su registro.
Y adicional a esta cifra, está la de las entidades sin ánimo de lucro (esal), que comprende fundaciones, corporaciones y asociaciones, entre otras, y que son 14.622 en esta cámara, que con jurisdicción en 69 municipios es la más grande del departamento y la segunda del país.
Es profuso el mundo de las esal. Solo en 2012, en Medellín se crearon 548. Y entre enero y abril de 2013, 158. Como abundantes son los recursos que manejan algunas.
La Federación Antioqueña de ONG (Faong) agrupa 120 esal. Su directora ejecutiva, Tatiana García Echeverry, informó que en 2011, último año del que se tienen cifras definitivas, las entidades de la federación manejaron 275.923 millones 380.000 pesos.
Señaló que, por contratación con el Estado, les entra menos de la mitad de los recursos. Lo demás, por donaciones, gestión de proyectos y cooperación internacional. Este rubro aportó 17.326 millones ese año, 7% menos que en 2010, según la Faong.
Y así como algunas esal mueven grandes cantidades de dinero, también es grande el impacto social que con él logran. De acuerdo con la señora García Echeverry, en 2011 las 120 federadas en la Faong atendieron directamente a más de 810.000 personas y beneficiaron a cerca de un millón 975.000.
Para esta administradora de Negocios, magíster en Empresas Sociales, las esal u ONG "cubren una brecha donde el Estado a veces no puede llegar y donde muchas empresas privadas no tienen intereses".
¿Son asistencialistas? La mayoría no, afirmó e indicó: "El asistencialismo es necesario en algunos momentos, pero no podemos permitir que las organizaciones se vuelvan papás alcahuetas que nos sostengan toda la vida".
Por ello, explicó que las esal deben promover capacidades para que la población salga del modelo de pobreza en el que está inmersa.
En todo caso, es innegable el aporte que muchas de estas entidades le hacen a la sociedad. Entre tantas, en este informe presentamos algunas que se destacan, cada una desde su campo, por mejorar la vida de miles de personas.
Todas, así no lo expresen desde su misión, trabajan por un valor: rescatar o proteger la dignidad humana.
PARA SABER MÁS
OTRAS FUNDACIONES DE GRAN IMPACTO
Argos trabaja proyectos sociales con 672 comunidades de Colombia, Haití, República Dominicana y Panamá. La Fundación Argos opera en Colombia y la Fundación Cina, en Haití. En las demás regiones los programas se ejecutan directamente por la operación. En 2011 la inversión social directa de Argos fue de 9 millones de dólares en educación, vivienda, infraestructura comunitaria y proyectos productivos. Llegó a 474.442 beneficiarios.
Por su parte, la Fundación EPM materializa la responsabilidad social empresarial del Grupo EPM. Se enfoca en ciencia, cultura, educación y tecnología. Algunos de sus programas: Fondo EPM para la Educación Superior Regional: 204 beneficiarios en 2012 con una inversión de $1.559'763.000. Y Espacios EPM para la educación y la cultura: se beneficiaron 1'998.000 personas en eventos en los parques de los Deseos y Pies Descalzos.
INFORME
BANCOLOMBIA Y ÉXITO: OBRAS DE 2 GIGANTES
· Con la Fundación Bancolombia se materializa el compromiso social y comunitario del Grupo Bancolombia. Busca la calidad educativa. Además, el mejoramiento del nivel de vida de familias campesinas y la atención integral de niños de 0 a 6 años. Sus programas son: Educación financiera: en 2011 llegó a 10 departamentos, 208 instituciones públicas y privadas, formó a 4.500 docentes y benefició a 130.560 alumnos. Voluntariado: en 2011, 1.150 colaboradores de Bancolombia participaron en 37 actividades que beneficiaron a 13.536 personas de 20 ciudades del país. Generación de ingresos: en alianza con los sectores público y privado, la fundación adelanta procesos organizativos y productivos en comunidades rurales. Las letras van por Colombia: en 2011 llevó formación en lectura y escritura a docentes, padres de familia y estudiantes de 9 departamentos. Entregó 90 bibliotecas a 90 instituciones educativas en todo el país, que beneficiaron a 5.642 profesores, 89.228 estudiantes y 68.433 padres de familia.
· La Fundación Éxito focaliza la inversión social del Grupo Éxito. Su gestión se concentra en la atención integral de la primera infancia, con enfoque en la nutrición apropiada de los niños y de las madres gestantes y lactantes. La fundación nació hace 30 años. Su labor impacta 23 departamentos. En 2012 más de 35.000 niños y 1.798 madres lactantes se beneficiaron de su labor.
En definitivaMás que remplazar al Estado, que promueve políticas públicas, fundaciones y corporaciones apoyan campos específicos para contribuir al desarrollo de sectores vulnerables de la sociedad.
El Comité: 40 años en busca de la inclusión
El 80% de las personas con discapacidad física, que pueden trabajar, no tiene empleo. En discapacidad cognitiva la exclusión laboral es del 90%. Y de los discapacitados que trabajan, cerca del 80% recibe menos del salario mínimo. En educación, la exclusión es del 80% y solo el 5,4% de los que estudian, termina bachillerato. Las cifras las dio Sonia Gallardo Gómez, directora de El Comité de Rehabilitación, entidad privada que lleva 40 años luchando por la inclusión social de las personas en situación de discapacidad física, cognitiva o sensorial. Lo creó el médico Ricardo Restrepo Arbeláez, presidente de la junta directiva. Hoy está en 32 municipios de Antioquia y las directivas quieren que en 2013 llegue a 60. Allí trabajan cerca de 100 personas y, según los proyectos, el grupo se ha ampliado hasta 150. Se concentra en rehabilitación, en la que cuenta con una Institución Prestadora de Servicios de Salud (IPS) para adultos y otra para niños, y en habilitación, que consiste en el desarrollo de habilidades y capacidades para lograr inclusión. Tiene convenios con el Estado, cajas de compensación y empresas privadas que les dan subsidios a familias con integrantes con discapacidad. En 2012 su presupuesto fue de $6.000 millones. Prestó 80.000 servicios de atención. Se beneficiaron directamente 1.000 personas. Además, capacitó a 2.200 en derechos y deberes de los discapacitados.
Danny Rolando Meléndez, de 38 años, es sordo. Su madre, Gloria Becerra Martínez, contó que ella y su hijo llegaron a El Comité en 2010 por la necesidad de él de conseguir empleo. Allí lo evaluaron física y sicológicamente y desde ese año trabaja como empacador en la Cacharrería Bombay. Su madre quiere que siga laborando, pues ha sido fundamental para sostener a su esposa y sus dos hijos. "No pagamos en El Comité y fue una bendición", comentó Gloria.
Antioquia Presente ayuda en emergencias
El 31 de mayo de 1983 nació Antioquia por el Cauca, como se denominó en principio la corporación que impulsaron el gobernador de entonces, Nicanor Restrepo; el alcalde de Medellín, Juan Felipe Gaviria, y el presidente de Proantioquia, Gilberto Echeverri, para canalizar ayudas antioqueñas para víctimas del terremoto de Popayán, ocurrido 2 meses antes. La entidad trabajó por los damnificados de la tragedia de Armero, en 1985, y desde entonces se llamó Antioquia Presente. En 30 años, con una inversión de $202.536 millones en 84 proyectos, construyó 7.500 casas y 194 equipamientos para 37.000 personas afectadas por desastres naturales, por la violencia o por obras de desarrollo. Ha llegado a 147 municipios de 17 departamentos. Y en Haití construye 72 casas y 2 aulas de clase que en noviembre serán entregadas a víctimas del terremoto de 2010. Tiene 47 socios. Allí trabajan 14 personas y el grupo se amplía según el proyecto. Su directora ejecutiva, Margarita Inés Restrepo, explicó que cuentan con más de 3.000 donantes. Además, contrata con el Estado. Les ha ayudado a las víctimas de tragedias memorables. Entre ellas, la de Villatina, en 1987; el terremoto del Eje Cafetero, en 1999; la masacre de Bojayá, en 2002, y la tragedia de La Gabriela, Bello, en 2010.
Yuli Pemberthy Sánchez vive en La Pintada con su esposo y sus dos hijas. El Cauca inundaba su casa, drama que terminó para ellos el 16 de noviembre de 2012, cuando se pasaron para una de las 90 viviendas que les dio Antioquia Presente a damnificados por el invierno en este municipio. "Mi casa era de tablas. Ahora estamos en una de material, lejos del río y tranquilos", dijo.
Carla Cristina: 50 años junto a los niños
El próximo 4 de octubre la Fundación Carla Cristina cumplirá 50 años al servicio de la educación infantil. La creó la maestra Solina Gallego Fernández y en este tiempo ha atendido a 180.000 niños de 0 a 5 años. Hoy cuenta con 565 empleados en sus 42 centros distribuidos en el Valle de Aburrá y el Bajo Cauca. Ahora atiende a 6.017 niños y espera llegar a otras zonas del país. Su directora ejecutiva, Claudia Elena Restrepo Rendón, afirmó que el presupuesto para 2013 es de $11.400 millones. La fundación se sostiene con convenios con el Estado, tiene alcancías en almacenes de cadena y programas como Padrino, en el que 402 personas aportan mensualmente para la educación de los niños. Además, con colectas, venta de bonos y alianzas con empresas privadas. La señora Restrepo explicó que la atención es gratuita o se cobra, dependiendo del aliado. En el caso de Buen Comienzo, de la Alcaldía de Medellín, por ejemplo, es gratis, mientras que en otros se cobran cuotas simbólicas. Resaltó el proyecto de consolidar la organización como entidad de conocimiento, para capitalizar la experiencia de 50 años. También trabaja en los planes Mi primer computador y Somos familia. Con este busca fortalecer la labor con las familias.
María Fabeslina Franco Cardona, habitante de Kennedy, noroccidente de Medellín, es madre comunitaria en uno de los hogares de Bienestar Familiar y Buen Comienzo, operados por Carla Cristina. Cuida 13 niños y expresó que es "una bendición de Dios estar con ellos cada día. Uno aprende mucho, son como mis hijos". A sus 50 años, aseguró que quiere seguir en este oficio, con la intención de capacitarse cada día para contribuir a la formación integral de los niños. "Mientras Dios me tenga con vida, estaré con los niños. La fundación me ha apoyado", concluyó.
Mujeres que crean: rescate de la dignidad
"La organización nació en un contexto de muerte. Por eso se llama Corporación para la Vida Mujeres que Crean". Así lo detalló su directora, Silvia María García Ángel, al recordar que la entidad fue creada en 1990 por Aracelly Berrío, Miriam Álvarez y María Lucía Marín. Fue uno de los años más violentos de la historia de Medellín y en muchos de los asesinatos cayeron mujeres. Hoy, aunque el número de homicidios de la ciudad es notablemente menor que el de aquella época, Antioquia sigue siendo una de las regiones del país con más feminicidios. Mujeres que Crean lucha contra toda agresión y discriminación que sufra la mujer. "Buscamos que las relaciones con la mujer se basen en el respeto", indicó la directora. Son 15 socias y 20 empleadas. Su presupuesto está entre 700 y 1.000 millones de pesos anuales, provenientes de cooperación internacional, la mayor parte. En 2012 su labor llegó a 5.000 mujeres del Aburrá. La corporación contrata con las secretarías de las Mujeres y de Educación de Medellín. "Lo mejor de mi trabajo son las mismas mujeres, la resiliencia de las víctimas", comentó.
Policarpa Buendía* es víctima de los diferentes grupos que se enfrentan en el conflicto armado colombiano. Fue violada y desplazada forzosamente y un familiar fue secuestrado. Conoció la corporación en 2007 y contó que con el proceso sicosocial que adelantaron mujeres víctimas allí, "empezamos a hablar y a entender nuestros derechos. A algunas del grupo las repararon económicamente". Añadió que la atención ha sido gratuita. Anhela aprender de historia de Colombia para replicar su conocimiento en el barrio.
*Nombre cambiado.
Fundación Berta Arias: por los ancianos
Desde su nacimiento, en 1960, la Fundación Berta Arias de Botero protege a los ancianos pobres de Antioquia. Fue creada por los hijos de Berta Arias de Botero, en honor a su madre. Su directora ejecutiva, Paola Andrea Betancur Hoyos, sostuvo que el trabajo de la organización impacta a 10.500 personas cada mes y cuesta, al año, cerca de $6.000 millones. Esta suma, anotó, proviene casi toda de inversiones de la fundación en fincas ganaderas y agrícolas, entre otros sectores, que generan dinero para financiar la obra social. De donaciones, dijo, llegan máximo 200 millones anuales. En la fundación trabajan 180 personas. Cuenta con 2 asilos propios: San Bernardo y Sagrado Corazón, donde 320 usuarios mayores de 60 años tienen alimentación, servicios médicos, actividades de esparcimiento... Además, mejora infraestructura de asilos de municipios y les lleva la comunión a ancianos enfermos.
Los servicios son gratuitos. Su proyecto bandera consiste en juntar a niños y jóvenes con ancianos en espacios en que se aporten unos a otros.
María Teresa Cano, de 69 años, es beneficiaria del centro San Bernardo, en la vereda El Morrón, de La Estrella. Allí vive con su esposo, Jorge Robayo, de 68, desde hace año y medio. Vivían en Manrique, en una casa alquilada, donde cobraban para que otros hicieran eventos sociales en una habitación. "Pero la situación económica se volvió insostenible", recordó María, que como enfermera, administró este asilo hace 35 años. Ella no tiene hijos y él, 5 del primer matrimonio. "Él hizo la solicitud y nos aceptaron. La vida aquí es como en un paraíso", comentó y relató que la directora del asilo, Diana Barrientos, "es como una mamá con nosotros". Añadió que con su esposo camina a diario hasta la zona urbana de La Estrella, donde van a misa y hasta navegan en internet en la biblioteca.