En La Loma, 11 de 64 familias desplazadas creen en promesa de seguridad y vuelven.
Después de días de angustia y lágrimas, las sonrisas y un abrazo sellaron el reencuentro entre vecinos de toda una vida. Fueron los primeros valientes que a pesar de las amenazas de los delincuentes retornaron al barrio La Loma con la esperanza de no volver a abandonar sus casas.
"¡Moral, moral, volvamos todos unidos a lo que es de nosotros.". Lo decía ayer un joven alzando la voz cada vez que se encontraba a un amigo cuesta arriba, en esa calle empinada y en dirección a la parte más alta del barrio.
Estaba sudoroso y cansado por el esfuerzo de ir y venir bajo un fuerte sol con maletas y costales a la espalda, pero, a la vez, contento de retornar a la vivienda que abandonó el pasado lunes con la frustración por no poder regresar.
La promesa de seguridad, que se materializó con la instalación de un CAI móvil de la Policía y el despliegue de soldados en la parte alta del sector El Cañón, convenció a las primeras 11 familias, de un total, según la Personería, de 64 desplazadas, para superar los temores y volver a sus hogares.
En contraste con los primeros días de la semana, cuando se desplazaron las 220 personas con ayuda de los soldados y policías -lo que causó indignación de la ciudadanía reclamante de autoridad frente a la delincuencia-, los uniformados volvieron a cargar en sus espaldas los enseres, maletas, muebles, televisores y neveras.
Esta vez los trasteos iban cuesta arriba para devolverlos a las viviendas. Tras pasar tres y cuatro días "arrimados" donde familiares, los primeros en volver se mostraron felices, pero a la vez cautos.
"Volvimos porque las autoridades prometieron garantizarnos la seguridad y al ver que varios vecinos volvieron, pues decidimos regresar y ojalá no tengamos que volver a ser desplazados", decía un hombre al descargar sus pertenencias en su casa.
Luz Patricia Correa, coordinadora de la Unidad Municipal de Víctimas, declaró que aunque "a nadie se puede obligar a volver, se espera que el resto también retorne en los próximos días".
La buena noticia del retorno contrasta con el asesinato ayer de Jonathan Álvarez, de 20 años, en el sector vecino de San Gabriel. Familiares denunciaron que fue asesinado por miembros de un combo, que lo había amenazado junto a otros jóvenes por su renuencia a integrar el grupo delincuencial. Después del hecho, cinco familias pidieron protección y manifestaron la intención de desplazarse.
ANTECEDENTES
UNA AMENAZA PROVOCÓ EL ÉXODO
Las intimidaciones en La Loma comenzaron hace un semana, tras el asesinato de dos hombres y la captura de alias "Duván", indiciado de los homicidios y, según Policía, del combo "Bellavista".