El complejo de Ruta N, ubicado cerca de la Universidad de Antioquia, entrega obras en 50 días. Así es por dentro.
En esa idea de convertirse en una edificación verde y autosostenible, en el complejo de Ruta N no se dejaron cabos sueltos. El Sello de Oro de América Sostenible, obtenido en el Premio de Responsabilidad Ambiental, es un espaldarazo a esta obra que se verá finalizada el 30 de marzo.
Entre Carabobo y la avenida del Ferrocarril, hay tres bloques asentados en una extensión total de 32 mil metros cuadrados, 21 mil construidos. Allí estarán el Centro Global de Servicios de Hewlett Packard, el edificio del Grupo EPM y el de Ruta N.
En ellos, los detalles verdes se notan desde el piso, hecho en un 40 por ciento con material reciclado. Al adentrarse en esta estructura surgen más descubrimientos: la madera que se utilizó en las bancas exteriores tiene certificación de que ya hay un árbol creciendo en otro lugar; y 84 celdas de parqueo para bicicletas quieren reforzar la filosofía de que allí es mejor ir sin carro particular, a menos que se aprenda a compartirlo. Es que la ubicación estratégica del complejo, en el que se trabajará por la ciencia, la tecnología y la innovación, quiere activar el uso del servicio público, gracias a estaciones de metro y metroplús, y acceso a rutas de buses.
Bajo consumo en energía y agua, aprovechamiento de la iluminación y de la ventilación natural y una "piel" conformada por una barrera natural con enredaderas para protegerlo del calor y de la contaminación lo teñirán, literalmente de verde. Y sus retos ambientales no se detienen: ahora le apuestan a obtener la certificación al Liderazgo en diseño energético y ambiental (Leed), otorgada por el Consejo Americano de la Construcción Verde.