Unos 500 millones de pesos al mes invierte el concesionario en recoger derrumbes en la Medellín-Bogotá. Expertos hablan de soluciones definitivas.
Aunque hasta Puerto Boyacá la autopista Medellín-Bogotá tiene 42 puntos críticos, el más neurálgico es Puente Leticia o Samaná, en San Luis, en el kilómetro 73+650, donde han ocurrido los últimos deslizamientos que paralizaron la vía casi una semana el pasado 14 de abril.
Allí son frecuentes los derrumbes. Este año van 4 de gran dimensión que han obligado a Devimed, concesionaria de la vía, a invertir más de 1.000 millones de pesos sólo removiendo la tierra.
En todo el trayecto, Devimed se gasta cerca de 500 millones de pesos cada mes en mantenimiento. El año pasado hubo más de 20 emergencias.
Para los usuarios, cada cierre implica perjuicios. El gremio transportador pierde, calcula el director ejecutivo de la ATC, Luis Ramírez, 10.000 millones por cada día de atranque.
"El sobrecosto por camión es del 50 por ciento", reiteró.
¿Pero puede tener fin esta pesadilla? Desde la ingeniería hay soluciones, opinan los expertos. Uno de ellos es John Jairo Otálvaro, quien conoce el tramo metro a metro, pues como subgerente de Devimed le toca abocar la solución, mover las masas de piedra y lodo.
"Desde la ingeniería hay solución, una estabilización del talud, descargando el material desde la parte alta, conformando terrazas y dándole las pendientes adecuadas".
Además, "se requiere un adecuado manejo de las aguas, evitando la filtración al dejar grandes zonas recubiertas de material vegetal", precisó.
Cuestión prioritaria
Álvaro Villegas, presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, SAI, tampoco lo duda: "Los deslizamientos y la estabilidad de los taludes por lo general tienen soluciones".
Aclaró que no puede concretar la intervención que habría que hacerse allí porque no ha hecho un estudio del sitio, pero precisó que "hay sistemas como falsos túneles, asegurar la montaña con pernos ", entre otras.
Y opinó que por la importancia de la vía, el Gobierno debería hacer la inversión: "Es la carretera que une a las dos capitales más importantes, hay que medir el costo beneficio, la inversión es necesaria".
En esa medida, convocó a que la Gobernación tome cartas en el asunto, pues "toda vía que atraviese Antioquia es de los antioqueños y nos toca a nosotros y a la Nación".
Un fenómeno que ha afectado la estabilidad es la explotación de canteras. Hace pocos meses, Cornare otorgó una licencia ambiental para explotación minera allí, pero lo hizo con requerimientos técnicos que no afectarían el talud. Y aún no se ha iniciado la explotación, confirmó Javier Valencia, subdirector de Servicio al Cliente de la corporación.
"Es una manera de explotación técnica y no habría riesgo alto de afectación", precisó.
José Fernando Villegas, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, coincide con Otálvaro y Álvaro Villegas en las soluciones, pero aclara que a futuro este sitio sería inundado con un proyecto energético, lo que no justificaría una alta inversión.
"El concesionario siempre ha buscado estabilizarlo, pero requiere solucionar el conflicto de intereses con el concesionario minero para poder desalojar lo que está suelto".
Propuso, eso sí, que tanto en esta como en todas las vías se hagan intervenciones modernas con viaductos y túneles falsos, como las proyectadas Autopistas de la Prosperidad, que dan soluciones definitivas.
EN DEFINITIVAAunque la pendiente del sitio Samaná es alta y causa perjuicios hace años, abocar una solución desde la ingeniería es posible. Requiere, eso sí, una millonaria inversión y voluntad de hacerlo.
CLAVES
EL GOBIERNO SI BUSCA SOLUCIONES
1. Este diario conoció que la ANI ha venido reuniéndose con Devimed para buscar soluciones.
2. En los últimos días, desde el pasado 21 de abril, la vía no ha vuelto a presentar dificultades.
3. 60% del tráfico que pasa por esta carretera corresponde a camiones, buses y busetas, según ATC.