Pese a los controles policiales, residentes y el comercio del sector reportaron peleas y vandalismo después del partido.
Otra vez los vecinos del estadio Atanasio Girardot perdieron en el clásico. Luego del juego que terminó empatado a dos goles entre Nacional y Medellín este domingo, hinchas verdes y rojos hicieron de nuevo el papel de vándalos en su paso por los alrededores de la Unidad Deportiva.
En los controles dispuestos por la Policía en los alrededores del estadio fueron retenidas 84 personas, según el registro oficial. Hubo riñas, embriagados y portadores de armas blancas o estupefacientes. Entre los retenidos se contabilizaron 23 menores de edad; 28 aficionados tenían alucinógenos y la Policía decomisó 47 armas blancas.
La retención terminó con amonestaciones a los hinchas de mal comportamiento. Los menores de edad fueron entregados a sus padres.
En la calle Colombia con la carrera 67 se pelearon grupos de seguidores.
-No sé en qué paró eso. Yo corrí a coger el bus y ahí se quedaron dándose garrote -señaló una empleada del sector.
El vicealcalde de Gobernabilidad y Seguridad de Medellín, Luis Fernando Suárez, señaló que si hubo disturbios, se dieron por fuera del perímetro de seguridad dispuesto por las autoridades. Destacó que en el seguimiento a los ingresos a centros asistenciales no detectó lesionados producto del enfrentamiento entre hinchas.
Los negocios cerrados
Muchos de los negocios cerraron temprano el domingo por precaución a los desórdenes, según confirmaron varios comerciantes en la carrera 70, la calle Colombia y el sector del Obelisco.
-El día que hay clásico, vienen es a fumar marihuana y perico en estos parques. A meter vicio, porque ni siquiera se puede decir que van a fútbol -se quejó un comerciante tradicional del sector de la carrera 70.
Lamentó que a su juicio el vandalismo acabó con los negocios.
-Antes sacábamos más mesas para los clientes los días de fútbol. Ahora, las guardamos -anotó.
En los tres sectores comerciales, no hay local que no esté marcado con grafitis, de lo que se quejan tanto los propietarios de los mismos, como los residentes de la zona. Términos como destrucción, rebeldes o zánganos están presentes en los letreros pintados por seguidores.
-Vea cómo nos tienen las paredes -apuntó otra comerciante.
Quienes hablan prefieren mantener sus nombres en reserva, algunos afirman que ya han sido víctimas de amenazas por las quejas que han expresado.
Vandalismo
Hasta la estación San Antonio del metro llegaron los desórdenes luego del partido. La entidad confirmó que a las 8:30 p.m. se detuvo el servicio durante 15 minutos porque varios hinchas oprimieron los botones de bloqueo de uno de los trenes. Algunos fueron expulsados del sistema de transporte.
El gerente del metro, Ramiro Márquez, reveló que la entidad está pensando la posibilidad de suspender el servicio en las estaciones cercanas a la unidad deportiva como una medida de seguridad durante los partidos clásicos.
ANTECEDENTES
UNA INICIATIVA PARA RECORDAR
Residentes del barrio Estadio se organizaron en una cadena humana en septiembre de 2012 para proteger su vecindario de hechos violentos que se presentan cada vez que juegan Nacional y Medellín. Esta iniciativa ciudadana fue acompañada por la Comisión para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el fútbol que sancionó, según informó, a alrededor de 450 hinchas por mal comportamiento el año pasado.