El Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Medellín condenó a 48 años de prisión a Héctor Darío Jiménez Velásquez, alias Muñeco, quien se declaró culpable de la tortura y el asesinato de dos menores, líderes de la comuna 8, de la capital de Antioquia.
Las víctimas, de 14 y 15 años, fueron secuestrados cuando recreaban, el 29 de septiembre de 2012, a 50 niños, en un programa de la Alcaldía en la cancha del barrio Villa Liliam. Un día después sus cadáveres desmembrados fueron hallados en una cañada del sector.
La Fiscalía informó que Jiménez Velásquez, integrante del combo "La Cañada", con quien se llegó a un preacuerdo avalado por el juez, fue condenado por doble homicidio agravado, doble tortura y concierto para delinquir. Por los mismos hechos ya hay otro detenido, conocido con el alias de "Pitbull".
Jaime Fajardo, asesor de Derechos Humanos de la Alcaldía, dijo que esta es una condena ejemplar, que demuestra que la justicia, en armonía con otras autoridades, puede ser ágil para hacerles frente a hechos tan macabros que lesionan profundamente los derechos humanos, la dignidad y la vida.
"El problema del conflicto es que los combos, para atemorizar, rayan en delitos de lesa humanidad y con esto se demuestra que la justicia también trabaja duro", dijo.
Las víctimas, de 14 y 15 años, fueron secuestrados cuando recreaban, el 29 de septiembre de 2012, a 50 niños, en un programa de la Alcaldía en la cancha del barrio Villa Liliam. Un día después sus cadáveres desmembrados fueron hallados en una cañada del sector.
La Fiscalía informó que Jiménez Velásquez, integrante del combo "La Cañada", con quien se llegó a un preacuerdo avalado por el juez, fue condenado por doble homicidio agravado, doble tortura y concierto para delinquir. Por los mismos hechos ya hay otro detenido, conocido con el alias de "Pitbull".
Jaime Fajardo, asesor de Derechos Humanos de la Alcaldía, dijo que esta es una condena ejemplar, que demuestra que la justicia, en armonía con otras autoridades, puede ser ágil para hacerles frente a hechos tan macabros que lesionan profundamente los derechos humanos, la dignidad y la vida.
"El problema del conflicto es que los combos, para atemorizar, rayan en delitos de lesa humanidad y con esto se demuestra que la justicia también trabaja duro", dijo.