Gobernador atribuye a banda criminales la autoría del atentado.
En Medellín y La Pintada serán sepultados este miércoles los cuerpos de los agentes de la Policía Jhony Alejandro Castrillón Valencia y Edward Antonio García Castro, asesinados la tarde del lunes por bandas criminales en zona rural del municipio de Giraldo, en el Occidente antioqueño.
Entre tanto, sus compañeros Jairo Alonso Carrasquilla Uribe y William de Jesús García Benítez, se recuperan en clínicas de Medellín de las heridas que sufrieron en el mismo ataque.
Julián Paniagua, vocero de Funeraria San Vicente, informó que los cuerpos de los fallecidos permanecen en Medicina Legal y esta tarde los entregarán a sus familias.
El de Castrillón, quien tenía 28 años, será trasladado al municipio de La Pintada, donde será la velación el sepelio, a las 9:00 de la mañana de este miércoles, en la iglesia de Santa Cecilia.
Los despojos de Edward Antonio García, de 40 años, serán velados en la sala Villanueva, la ceremonia exequial se cumplirá en el templo de la parroquia San Miguel Arcángel, en Villa Hermosa, y el entierro en Campos de Paz.
Al comentar los posibles móviles del ataque, el secretario de Gobierno de Antioquia, Santiago Londoño Uribe, afirmó que la acción criminal fue perpetrada por bandas que operan en la zona, en retaliación por los operativos recientes adelantados contra "los Urabeños" y "los Gaitanistas".
El gobernador, Sergio Fajardo, manifestó que estas bandas han conjugado varias actividades delictivas como la extorsión, el narcotráfico, la explotación ilegal de oro y el microtráfico.
Por su parte el comandante de la Policía Antioquia, coronel Gustavo Chavarro Romero, se desplazó al sector donde ocurrió el ataque contra sus hombres para coordinar las tareas de reacción.
El oficial manifestó que los patrulleros Jairo Alonso Carrasquilla Uribe y William de Jesús García Benítez, están fuera de peligro.
El asalto se presentó en el sitio Tinguro, vereda Las Palmas, cuando los agentes, que se desplazaban en un automóvil, dejaban la vía de Giraldo para empalmar con la que conduce a Urabá, donde, según la Policía, fueron atacados con disparos de fusil y granadas de fragmentación.