Usuarios de la loma de Los Balsos, en El Poblado, se quejan del caos vehicular que se viene formando al frente del centro comercial Santafé con la construcción de la rotonda.
Afirman que desde que se construyó esta vía se han venido tomando decisiones ineficaces para tratar de darle solución al problema de movilidad y de riesgos de accidentalidad que se generan en ese punto.
"No hay derecho a que haya una falta de planeación tan impresionante y que se den tantos palos de ciego como los que se han dado en esta obra y prácticamente en toda la loma de Los Balsos", manifestó Bernardo Calderón.
Según la gerente del centro comercial Santafé, Juanita Gutiérrez, la construcción de la rotonda es el resultado de muchas solicitudes de la comunidad por las dificultades para acceder a Los Balsos y al mismo centro comercial al tener que tomar un retorno muy arriba, en la 34, pero que, a su juicio, no surtió el efecto esperado y se debe replantear.
"Nunca nos dijeron que iba a ser una glorieta, que está en desuso. Además porque quedaron seis carriles en un tramo de 30 o 40 metros, algo que nos perjudicó altamente en la temporada de diciembre, porque se colapsaron todas las vías aledañas", expresó la gerente.
El secretario de Movilidad de Medellín, Ómar Hoyos, explicó que con la rotonda lo primero que se quiere es tener un paso seguro, independiente del tema de movilidad, que en diciembre se agrava por la cantidad de gente que visita los centros comerciales.
"Vamos a estudiar y a recibir todas las observaciones que hacen los ciudadanos para tomar la mejor decisión para un futuro, pero la obra fue solicitada por los mismos ciudadanos", aseguró Hoyos.
ANTECEDENTES
SE HA HECHO DE TODO, PERO SIGUE IGUAL
Cuando se abrió la doble calzada de Los Balsos (2009), se construyeron dos retornos independientes. Los que subían y tomaban el retorno, podían cruzar, con cierto riesgo, la loma de Los Balsos para tomar la avenida El Poblado. Los carros que bajaban encontraban un resalto justo antes del retorno para que redujeran la marcha, lo que facilitaba el cruce y el giro en U de los vehículos que se subían y se devolvían.
Después instalaron unas barreras para impedir el cruce que luego fue habilitado cuando empezó la construcción del retorno (glorieta) detrás del centro comercial Oviedo y prohibido una vez más, cuando terminó la obra.