Al concentrar pequeñas torres de poder, se puede perder unidad. Análisis.
Más burocracia o un sano intento de mayor eficiencia, la figura de las vicealcaldías que se creó con la modernización del Municipio, dejó abiertas las puertas a un debate político y académico, cuyo ganador mostrará el tiempo.
Las secretarías-vicealcaldías fueron concebidas por el alcalde, Aníbal Gaviria, con la misión de "coordinar, acompañar y fortalecer la gestión del Municipio en temas estratégicos", para facilitar la articulación entre secretarías y entidades relacionadas. De las seis creadas, ya fueron nombrados cinco titulares.
Uno de los críticos más duros del proceso, el concejal Juan Felipe Campuzano, expone que en la administración pública en Europa hay un gran debate por la carga burocrática de los estados, y de ahí que se le enrostre a España un aparato de 400.000 empleados, frente a Alemania que con el doble de población tiene 100.000 servidores.
En el caso de Medellín, alude a los 538 nuevos cargos que se crearon en el proceso, y sostiene que poner más personas dificulta la unidad de mando, generará más preguntas, hará consultar a más personas y las decisiones serán más lentas.
"Cuando una pita es completa se le puede hacer más control y evitar que se rompa, pero si se parte en pedacitos se pierden la unidad de mando y la fuerza", compara, con el agravante de que no ha visto arrancar la administración en 9 meses y "si le meten más burocracia va a ser peor".
Para el jefe de Ciencias Políticas de la Universidad Eafit, Santiago Leyva Botero, la Alcaldía pasó de tener 12 secretarías a unos 40 altos cargos directivos por las entidades creadas en los últimos años, y cada vez se hace más difícil que un alcalde pueda controlar en forma directa cada institución.
Ve positivo que algunas vicealcaldías tratan de reunir ciertas áreas y que se formalice una gran nómina de contratistas que están por fuera del ente central y constituyan una "fuerza técnica".
El reto -advierte- es que los nuevos puestos no se politicen y respondan a meritocracia porque "el botín burocrático puede ser muy atractivo" y representa un costo para la ciudad que se debe justificar con los mejores servidores.
Leyva contrasta que un acierto de Fajardo y de Salazar fue crear un modelo más horizontal de coordinación dentro de la burocracia en el que todo el mundo sabía en qué iban los otros proyectos.
Con las vicealcaldías observa el riesgo de que "al jerarquizar y burocratizar tanto se pierde la conexión entre las áreas" y los únicos con la visión completa serían los vicealcaldes.
A medida que se jerarquiza -recalca-, la organización se vuelve menos capaz de enfrentar retos emergentes y puede tomar decisiones efectivas, pero en un solo sector.
A fin de cuentas es otro estilo de gobierno, pero en los anteriores el Alcalde se involucraba más en los detalles.
CLAVES
MEDELLÍN TIENE 5 VICEALCALDES
EN DEFINITIVAPor las palabras del alcalde Gaviria, el propósito con las vicealcaldías es articular labores en áreas afines, pero le advierten que delegar poder en sectores puede llevar a una estructura más burocrática.
Más burocracia o un sano intento de mayor eficiencia, la figura de las vicealcaldías que se creó con la modernización del Municipio, dejó abiertas las puertas a un debate político y académico, cuyo ganador mostrará el tiempo.
Las secretarías-vicealcaldías fueron concebidas por el alcalde, Aníbal Gaviria, con la misión de "coordinar, acompañar y fortalecer la gestión del Municipio en temas estratégicos", para facilitar la articulación entre secretarías y entidades relacionadas. De las seis creadas, ya fueron nombrados cinco titulares.
Uno de los críticos más duros del proceso, el concejal Juan Felipe Campuzano, expone que en la administración pública en Europa hay un gran debate por la carga burocrática de los estados, y de ahí que se le enrostre a España un aparato de 400.000 empleados, frente a Alemania que con el doble de población tiene 100.000 servidores.
En el caso de Medellín, alude a los 538 nuevos cargos que se crearon en el proceso, y sostiene que poner más personas dificulta la unidad de mando, generará más preguntas, hará consultar a más personas y las decisiones serán más lentas.
"Cuando una pita es completa se le puede hacer más control y evitar que se rompa, pero si se parte en pedacitos se pierden la unidad de mando y la fuerza", compara, con el agravante de que no ha visto arrancar la administración en 9 meses y "si le meten más burocracia va a ser peor".
Para el jefe de Ciencias Políticas de la Universidad Eafit, Santiago Leyva Botero, la Alcaldía pasó de tener 12 secretarías a unos 40 altos cargos directivos por las entidades creadas en los últimos años, y cada vez se hace más difícil que un alcalde pueda controlar en forma directa cada institución.
Ve positivo que algunas vicealcaldías tratan de reunir ciertas áreas y que se formalice una gran nómina de contratistas que están por fuera del ente central y constituyan una "fuerza técnica".
El reto -advierte- es que los nuevos puestos no se politicen y respondan a meritocracia porque "el botín burocrático puede ser muy atractivo" y representa un costo para la ciudad que se debe justificar con los mejores servidores.
Leyva contrasta que un acierto de Fajardo y de Salazar fue crear un modelo más horizontal de coordinación dentro de la burocracia en el que todo el mundo sabía en qué iban los otros proyectos.
Con las vicealcaldías observa el riesgo de que "al jerarquizar y burocratizar tanto se pierde la conexión entre las áreas" y los únicos con la visión completa serían los vicealcaldes.
A medida que se jerarquiza -recalca-, la organización se vuelve menos capaz de enfrentar retos emergentes y puede tomar decisiones efectivas, pero en un solo sector.
A fin de cuentas es otro estilo de gobierno, pero en los anteriores el Alcalde se involucraba más en los detalles.
CLAVES
MEDELLÍN TIENE 5 VICEALCALDES
1. Claudia Restrepo M., administradora de Eafit, fue nombrada para la vicealcaldía de Educación, Cultura, Participación, Recreación y Deporte.
2. El odontólogo, salubrista y exviceministro Carlos Mario Ramírez quedó al frente de la vicealcaldía de Salud, Inclusión y Familia.
3. En la vicealcaldía de Seguridad y Servicio a la Ciudadanía fue designado el odontólogo Luis Fernando Suárez Vélez. Era el secretario Privado.
4. El ingeniero Javier Ignacio Hurtado, exgerente de EVM, llegó a la vicealcaldía de Hábitat, Movilidad, Infraestructura y Sostenibilidad.
5. Álvaro Berdugo pasó de Planeación a vicealcalde de Gestión Territorial. A Planeación llegó Jorge Pérez, y a Participación, Juan Correa.
EN DEFINITIVAPor las palabras del alcalde Gaviria, el propósito con las vicealcaldías es articular labores en áreas afines, pero le advierten que delegar poder en sectores puede llevar a una estructura más burocrática.