Casi 2.900 millones de pesos se irrigan en acciones ambientales en siete municipios que sufrieron impacto directo por la Conexión Vial de Occidente.
Para lograr un mayor impacto en lugar de acciones que "se dispersan en contraticos", Corantioquia y la Secretaría de Infraestructura Departamental tienen en marcha un paquete de obras en siete municipios del Occidente, para compensar los impactos ambientales por la construcción de la conexión vial y del túnel Fernando Gómez Martínez.
Las obras demandan una inversión de 2.700 millones de pesos, que corresponden al 1 por ciento del valor del megaproyecto vial, además de otros aportes de la Corporación y los municipios, que elevan la cifra a casi 2.900 millones de pesos.
Según el director de Corantioquia, Alejandro González Valencia, es un modelo de intervención diferente, con visión integral, un proyecto piloto en materia de compensaciones.
Para consolidarlo se definieron varias líneas estratégicas como la compra de zonas de nacimiento de acueductos que coincide con el ecosistema de bosque seco tropical que hay en Occidente, el cual está en peligro en el país.
Con ese fin, subraya González, se comprarán 331 hectáreas en zonas de nacimientos de abastecen los acueductos urbanos o rurales de los municipios impactados. "Están identificados, en proceso de avalúo y adquisición", dice.
Solo en compra de tierras se invertirán 735 millones con 98 millones de los municipios.
Otro componente es la preservación y restauración de áreas degradadas en ellos, con lo cual se van a recuperar corredores biológicos.
Además de las adquiridas, se intervendrán otras 361 hectáreas algunas para reforestación y preservación.
Un frente adicional es el educativo para hacer un acompañamiento en educación ambiental, extensivo a finca-escuelas y a los campesinos para que usen menos químicos en la siembra de productos.
Para Sebastián Álvarez, gerente de Proyectos Estratégicos de la Gobernación, es necesario hacer un trabajo fuerte con alto componente ambiental y social en el área de influencia directa del proyecto.
Con el precedente de la intervención por la Procuraduría Ambiental Agraria, consideró que es más importante iniciar con un prerrequisito en lo ambiental y social que dé viabilidad a los proyectos.
Álvarez valoró el trabajo articulado entre la Gobernación, Corantioquia y los alcaldes para desarrollar este convenio con el cual se trata de restituir las condiciones ambientales que tenía la zona antes de la intervención.
DESDE ADENTRO
INFLUENCIA DESDE MEDELLÍN HASTA ANZÁ
El área de influencia del convenio comprende a San Cristóbal y Palmitas, por Medellín, Ebjéjico, Santa Fe de Antioquia, San Jerónimo, Sopetrán, Olaya y Anzá.
Sebastián Álvarez recordó que el convenio tiene un plazo de ejecución de dos años y se prolongará hasta 2015.
A diferencia de otras intervenciones, los alcaldes postularon proyectos locales y predios que se deben adquirir para reforestar o proteger, que luego evaluó Corantioquia para establecer la prioridad y darles viabilidad.
EN DEFINITIVAUna de las líneas de trabajo establece la contratación de mano de obra en las mismas comunidades impactadas, cuyo personal se capacita en el cuidado del medio ambiente.
Para lograr un mayor impacto en lugar de acciones que "se dispersan en contraticos", Corantioquia y la Secretaría de Infraestructura Departamental tienen en marcha un paquete de obras en siete municipios del Occidente, para compensar los impactos ambientales por la construcción de la conexión vial y del túnel Fernando Gómez Martínez.
Las obras demandan una inversión de 2.700 millones de pesos, que corresponden al 1 por ciento del valor del megaproyecto vial, además de otros aportes de la Corporación y los municipios, que elevan la cifra a casi 2.900 millones de pesos.
Según el director de Corantioquia, Alejandro González Valencia, es un modelo de intervención diferente, con visión integral, un proyecto piloto en materia de compensaciones.
Para consolidarlo se definieron varias líneas estratégicas como la compra de zonas de nacimiento de acueductos que coincide con el ecosistema de bosque seco tropical que hay en Occidente, el cual está en peligro en el país.
Con ese fin, subraya González, se comprarán 331 hectáreas en zonas de nacimientos de abastecen los acueductos urbanos o rurales de los municipios impactados. "Están identificados, en proceso de avalúo y adquisición", dice.
Solo en compra de tierras se invertirán 735 millones con 98 millones de los municipios.
Otro componente es la preservación y restauración de áreas degradadas en ellos, con lo cual se van a recuperar corredores biológicos.
Además de las adquiridas, se intervendrán otras 361 hectáreas algunas para reforestación y preservación.
Un frente adicional es el educativo para hacer un acompañamiento en educación ambiental, extensivo a finca-escuelas y a los campesinos para que usen menos químicos en la siembra de productos.
Para Sebastián Álvarez, gerente de Proyectos Estratégicos de la Gobernación, es necesario hacer un trabajo fuerte con alto componente ambiental y social en el área de influencia directa del proyecto.
Con el precedente de la intervención por la Procuraduría Ambiental Agraria, consideró que es más importante iniciar con un prerrequisito en lo ambiental y social que dé viabilidad a los proyectos.
Álvarez valoró el trabajo articulado entre la Gobernación, Corantioquia y los alcaldes para desarrollar este convenio con el cual se trata de restituir las condiciones ambientales que tenía la zona antes de la intervención.
DESDE ADENTRO
INFLUENCIA DESDE MEDELLÍN HASTA ANZÁ
El área de influencia del convenio comprende a San Cristóbal y Palmitas, por Medellín, Ebjéjico, Santa Fe de Antioquia, San Jerónimo, Sopetrán, Olaya y Anzá.
Sebastián Álvarez recordó que el convenio tiene un plazo de ejecución de dos años y se prolongará hasta 2015.
A diferencia de otras intervenciones, los alcaldes postularon proyectos locales y predios que se deben adquirir para reforestar o proteger, que luego evaluó Corantioquia para establecer la prioridad y darles viabilidad.
EN DEFINITIVAUna de las líneas de trabajo establece la contratación de mano de obra en las mismas comunidades impactadas, cuyo personal se capacita en el cuidado del medio ambiente.