Un equipo conformado por 57 voluntarios trabajará en brigadas especiales por las zonas de diversión nocturna de la ciudad, entre ellas el parque Lleras y el barrio Provenza, en El Poblado, y la 70 con la misión de controlar los excesos por el volumen de la música.
La iniciativa operará bajo la coordinación de Edilma Escobar, encargada del programa Rumba Segura, quien calificó la medida como una "alianza estratégica para solucionar el problema del ruido. La idea es llevarles a los comerciantes el mensaje de la autorregulación y buscamos que tomen medidas para que eviten convertirse en factores perturbadores para los residentes de las zonas donde funcionan sus negocios"
Juan Méndez, un comerciante que participará como brigadista, expresa que su interés por conformar el equipo radica en que "los empresarios estamos cansados de que tomen contra nosotros medidas punitivas. Se trata de procesos largos, que afectan el bolsillo, y por eso optamos por estar del lado de los entes reguladores". De esta manera, según Luis Guillermo Orjuela, director ejecutivo de la Corporación Zona Rosa, "lograremos conformar un comercio organizado que trabaje en paz y en sana convivencia".
Desde el punto de vista de la líder comunitaria Amparo Gaviria, "este es un inicio y es positivo que realicen pruebas en zonas críticas como El Poblado. Reconocemos que es un esfuerzo grande que está haciendo la administración municipal y, si el plan piloto llegara a funcionar, habrá que replicarlo en las demás zonas de nuestra ciudad".
Aunque en un principio las brigadas no operarán en la avenida 33, donde los vecinos interpusieron una acción popular para controlar el ruido de la rumba, se proyecta que el programa empiece a operar dentro de unas semanas.
La iniciativa operará bajo la coordinación de Edilma Escobar, encargada del programa Rumba Segura, quien calificó la medida como una "alianza estratégica para solucionar el problema del ruido. La idea es llevarles a los comerciantes el mensaje de la autorregulación y buscamos que tomen medidas para que eviten convertirse en factores perturbadores para los residentes de las zonas donde funcionan sus negocios"
Juan Méndez, un comerciante que participará como brigadista, expresa que su interés por conformar el equipo radica en que "los empresarios estamos cansados de que tomen contra nosotros medidas punitivas. Se trata de procesos largos, que afectan el bolsillo, y por eso optamos por estar del lado de los entes reguladores". De esta manera, según Luis Guillermo Orjuela, director ejecutivo de la Corporación Zona Rosa, "lograremos conformar un comercio organizado que trabaje en paz y en sana convivencia".
Desde el punto de vista de la líder comunitaria Amparo Gaviria, "este es un inicio y es positivo que realicen pruebas en zonas críticas como El Poblado. Reconocemos que es un esfuerzo grande que está haciendo la administración municipal y, si el plan piloto llegara a funcionar, habrá que replicarlo en las demás zonas de nuestra ciudad".
Aunque en un principio las brigadas no operarán en la avenida 33, donde los vecinos interpusieron una acción popular para controlar el ruido de la rumba, se proyecta que el programa empiece a operar dentro de unas semanas.