Cansados de recibir las clases bajo un par de carpas que hacían las veces de aulas, los estudiantes de once grado de la escuela rural de Membrillal, vereda del municipio de Sabanalarga, se fueron retirando de a poco, hasta que en el curso solo quedó una alumna.
Sin embargo, ese panorama triste cambió, porque ayer la Gobernación inauguró con la comunidad la planta física de la escuela, que costó 206 millones de pesos, obra que había iniciado en la administración departamental pasada, pero quedó inconclusa.
La estudiante ejemplar es Yenny Torres González, la única que recibirá este año el diploma de bachiller en la institución, quien sueña con convertirse en enfermera. Ella hace parte de una familia compuesta por un padre agricultor y una madre ama de casa, además de once hermanos que, en lugar de estudiar, se dedicaron a trabajar en agricultura y minería.
Yenny cuenta que valió la pena no desistir del estudio, a pesar de las dificultades que atravesaron durante dos años, "porque la educación es básica para los seres humanos. Por eso, siempre les aconsejo a los niños seguir su formación".
En la inauguración, el gobernador Sergio Fajardo expresó su dolor por las condiciones en las que estudiaban los niños y aseguró que "situaciones como esta no pueden seguir pasando en Antioquia".