Una excursión organizada con 86 hinchas de Atlético Nacional está en Bolivia sin poder pasar la frontera hacia Argentina. Otros cinco jóvenes, seguidores del mismo equipo, están detenidos por las autoridades en Chile y Perú. Entre tanto más de un centenar de aficionados "mochileros" ya están cerca de Mendoza esperando el partido de su equipo este miércoles.
El sentimiento que lleva a miles de jóvenes a cantar y saltar en un estadio más de lo que dura un juego no sabe de clases y no tiene medida. Por él, algunos recorren largas distancias con tal de estar todos los partidos. En avión, en bus o de cualquier forma si no tienen con qué. En el camino quedan anécdotas, a veces problemas, otras la vida, como las de tres aficionados del Deportivo Independiente Medellín que murieron en un accidente el pasado 23 de febrero en la Autopista Medellín-Bogotá, viajando como polizones.
Felipe Muñoz, integrante de la barra Los del Sur, volará mañana para ver el partido entre Nacional y Godoy Cruz. Pero antes ha estado ocupado buscando una solución para que a sus compañeros que se encuentran desde hace varios días en la localidad boliviana de Yacuiba les permitan continuar el viaje.
-En Argentina dicen que hace falta un permiso para el ingreso de dos carros colombianos de ese tamaño. Si quieren pasar son bienvenidos, pero a pie, -señaló. No ha sido suficiente con llamadas a la Cancillería, y contratar otros buses desde Argentina cuesta mucho.
-No están pasando hambre ni viviendo un drama, pero si no se resuelve el problema se pueden perder el partido, que es el fin por el cual viajaron tantos kilómetros -explicó.
Los detenidos
Juan Carlos Hurtado no tiene noticias de su hijo, Christian Smith , un hincha verde que se desplazó al sur del continente a seguir su equipo. El 15 de febrero habló por última vez con él y poco después leyó por internet en un diario chileno que fue detenido en Arica, frontera con Perú, al parecer implicado en una pelea en la que resultó herido un joven chileno.
-Viajaban por tierra en una excursión. Un solo bus que salió desde aquí de Medellín, el 10 de febrero después del partido con Chicó -contó el padre, que espera en Guarne saber de su hijo, de 19 años, y cómo puede ayudarlo a regresar-. Yo creo que fue con una organización, pero no sé decir muy bien.
-Él es muy aficionado, pero no de esos groseros. Quiere mucho a su Nacional y esta era la primera vez que salía de Colombia -destaca de su hijo.
Jhon Deiby Rave Urrego , de 24 años, es otro hincha que está detenido junto a tres compañeros más en una cárcel de Lima, Perú, acusados de robo.
Nancy, su madre ha podido hablar con él por teléfono, pero no cree que su hijo sea un ladrón.
-Le pidió permiso al patrón y se llevó la liquidación de diciembre. Compró muchas artesanías para vender en el camino y se fue "mochileando" -relató.
En medio de su angustia, ha recibido la respuesta del Cónsul General de Colombia en Lima, Oliverio Torres, explicando que su "traslado está sujeto a un curso que depende del estado peruano", además de falsas noticias de que estaría libre e incluso una llamada de sentido pésame.
Diferentes miradas
Para Felipe Muñoz los casos de problemas que puedan tener los hinchas 'piratas' son minoría en comparación con la cantidad que emprenden el viaje y después de sumar tramos en todo tipo de vehículos llegan a su destino. Cuenta que en este momento hay más de un centenar de hinchas de este tipo que están ya en Argentina esperando el partido del miércoles.
-No son unos aventureros. Son muy hinchas y no tienen cómo más viajar -consideró-. En la cultura de los hinchas lo que más vale es estar en todos los partidos y ellos son los que están siempre.
El general Yesid Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana, destacó que la institución ya ha acompañado a los aficionados en sus desplazamientos a otras ciudades en excursiones organizadas.
-Verificamos que lleven lo de la boleta de ingreso, la plata suficiente para comer, que no lleven alucinógenos ni armas blancas para garantizar que no haya problemas.
Un subteniente y tres uniformados más van en el bus de aficionados. La Policía de Carreteras acompaña el recorrido y las autoridades locales prestan el servicio de escolta una vez llegan a su destino.
-El problema lo hemos tenido es con los que viajan como mochileros -señaló-. Hemos recogido menores de edad, reportados como desaparecidos y encontrados ingresando al estadio.
Microhistoria
DE LAS ANÉCDOTAS EN EL CAMINO
"Una vez nos fuimos a Bogotá a un partido contra Millonarios. Nos tocó un derrumbe de 10 horas, un sobrecupo terrible pues se varó un bus, algunos tuvieron que viajar 24 horas parados. Pero lo más teso fue la amenaza de un carro bomba, llegando a San Luis. Esperamos muchas horas a que lo desactivaran, sin comida ni dinero, porque las tiendas vendían muy caro.
Lo único que comí fue una lata de sardinas regalada y un poquito de arroz que nos dio una campesina de la zona" (testimonio de Andrés Román).