El ex alcalde dice que la actuación de la Procuraduría fue improvisada, prejuiciosa y con intenciones políticas.
Como llegó a la política por un camino inesperado, el exalcalde de Medellín Alonso Salazar sostiene que el fallo que lo destituye e inhabilita por 12 años no es un daño en lo personal, porque no tiene pensado ejercer la política o presentarse a una próxima campaña.
Dice que ratifica sus acusaciones contra Luis Pérez. Y que se siente víctima de una arbitrariedad. Salazar habló con EL COLOMBIANO de los acontecimientos de esta semana que cambió su vida política.
Más calmado, aunque vehemente en su defensa, el exmandatario no dudó en afirmar que sabía que el fallo sería desfavorable.
"Yo ya sabía. Muy buenas fuentes en Bogotá me habían dicho que el fallo era condenatorio, que era de 10 años o más", dijo.
Dice que el proceso no lo ha dejado descansar, aunque ahora, como exalcalde, tiene más tiempo para su familia. Descartó que le hubieran ofrecido trabajar para un medio periodístico.
¿Qué representa el fallo para su vida personal y política?
"Yo lo veo en dos aspectos. Primero que lo afecta a uno en su carrera política, si se tiene esa vocación. En lo personal, para mí no es un gran daño porque no tengo previsto, en lo inmediato, presentarme a una campaña para el Congreso ni aspiraciones de ser otra vez alcalde. Llegué a la política por un camino inesperado. Siempre quise hacer un servicio y estoy satisfecho de haberlo hecho, pero se queda uno pensando: sigo o no sigo, porque esto desgasta mucho y hay gente que tiene vocación más clara y yo siempre sueño con la idea de escribir. La otra dimensión es la injusticia, que es ahí donde está mi disputa con la doctora Carreño, y es que ella, me parece y en eso coincido con los editoriales de EL COLOMBIANO, muy arbitraria cuando llamó a un proceso de indagación, en el manejo de los tiempos y en el alegato final. Pero sobre todo en la decisión tan desproporcionada, que hasta hay algunos de los que querían que me sancionaran, diciendo: se le fue la mano".
¿En la lectura del fallo hubo algún momento que le diera mala espina de que iba a ser desfavorable?
"Como ya dije, buenas fuentes en Bogotá me habían dicho que el fallo era condenatorio, de 10 años o más. Pero dije, es condenatorio y no tenía como mucha duda de eso, pero lo de 10 años... En la lectura de la argumentación, ella fue llegando a hechos y circunstancias como hablar de deberes absolutos. Uno no tiene deberes absolutos. Uno tiene deberes que se relacionan con otros y las normas, rangos, leyes constitucionales y ordinarias se entrecruzan. Cuando dijo que un alcalde no puede defender su nombre frente a la calumnia, porque al final de cuentas utilicé los trinos simplemente para defender mi buen nombre como una de las razones de la polémica. Cuando ella llegó a ese punto digo: ya no hay nada que hacer. Lo más grave es que deja un mensaje frente a las situaciones de orden público: que es mejor para los alcaldes, y eso es lo que se les va a recompensar, no hacer, no decir".
¿Por qué dice que el falló estaba listo desde noviembre?
"Me llamaron la atención dos cosas de esa providencia de llamamiento a la investigación. La primera la improvisación para un proceso de esta magnitud. No es Alonso Salazar: es el alcalde de la segunda ciudad de este país. El tamaño de la responsabilidad de sentar una providencia, en un proceso donde el nombre de un exalcalde aparece siempre mal escrito, donde a veces se me dice a mí que soy alcalde de Ibagué. Lo segundo es lo prejuiciosa. No dijo "Aquí hay una presunta conducta que vamos a indagar", sino "así fue", "así lo hizo", incorporando absolutamente toda la argumentación del quejoso. Entonces dice uno: esto ya lo que tenía es gato encerrado".
¿Tiene elementos que confirmen su percepción de que fue una actuación política?
"Son los hechos mismos. Que se discutan tanto tiempo las pruebas y que haya en la providencia final que improvisó, cosa muy extraña, también una manera de citar tan irregular, tan informal, en algunos casos mentirosa. Que los tiempos los haya marcado de una manera rápida y después ella misma se haya dado sus anchas para tomar decisiones. Todo eso son indicios que yo leo como el interés de una solución política".
¿Qué piensa cuando la Procuradora dice que hubo constreñimientos, pero no solo por parte de la campaña de Luis Pérez?
"Ella utiliza una serie de argumentos baladíes desconociendo las pruebas que se presentaron. Primero que tuve una información, que manipulé y que calculé el momento para presentarla en una fecha. En segundo lugar quiere hacer parecer que hubo acciones de grupos contra todas las candidaturas en la ciudad y que entonces yo solo denuncié una porque ese era mi interés político. Es una mentira, ella no tiene prueba de que haya habido gente de otras campañas haciendo constreñimiento. El único indicio que tuvimos e incluso lo mencionamos el de un candidato al Concejo en la Comuna 13 apoyando, supuestamente a Aníbal Gaviria, que también presionaba en el barrio, aunque nunca encontré suficiente sustento para decirlo. Es una argucia decir que fue en todas las campañas".
Han pasado cinco meses después de instaurada la denuncia contra Luis Pérez en la Fiscalía y el proceso sigue en la etapa de indagación preliminar. ¿Que piensa?
"Es un hecho que refrenda lo que nosotros hemos llamado silencio institucional. Aquí hay gente con unos niveles y reconocimientos en el mundo del delito que no tienen una noticia criminal. Aquí se han denunciado posibles malversaciones de dinero, detrimentos patrimoniales, corrupción en instituciones públicas que está investigando la Contraloría de la República, que en lo personal, no conozco ninguna actuación importante de la Procuraduría en esos procesos. Si hay algo que está marcando las urgencias de esas investigaciones, son intenciones políticas".
¿En estos dos meses por fuera de la función política qué ha hecho?
"Este proceso fue el que evitó que mi placidez fuera entera y mayor, aunque de todas maneras ha sido un tiempo en el que primero me dediqué mucho a María (la hija), antes de que empezara sus estudios en Bogotá. Segundo hay una cosa que me gusta mucho, caminar. Ahí tuve que discutir un poco por el tema de seguridad. También estoy dedicado a hacer un informe de la administración".
¿Ya empezó a escribir o tiene el tema definido?
"Tengo ideas sueltas en la cabeza, pero voy a esperar un poco más".
¿Es cierto que ya tiene oferta de una casa periodística?
"No es cierto. Yo espero que no me hagan el mal todavía de ofrecerme un puesto. No voy a chicanear de que me lo han ofrecido ni en lo oficial ni en lo privado ni en lo periodístico. He estado muy desconectado, muy en la vida familiar".
¿Entonces no es cierto lo de asesorar la Alcaldía de Quibdó?
"Eso sí. Es un propuesta que me entusiasma, que considero además como una responsabilidad con regiones que han sido castigadas por situaciones históricas de corrupción y uno puede ayudarles a levantarse un poco".
¿La inhabilidad no le impedirá esta asesoría?
"Esto es una cosa absolutamente gratuita".
¿Cómo ha visto el arranque del alcalde Aníbal Gaviria?
"No lo he seguido. Lo digo con toda sinceridad, entre otras muchas razones porque uno está aquí y empieza a percibir lo que el otro hace, a prejuzgarlo sobre cómo me está maltratando la niña que yo más quería y cómo está haciendo esto. Es el nuevo alcalde y él tomará sus decisiones".
¿Y el del Gobernador?
"Tampoco porque mis intercambios de comunicación con Fajardo han sido mucho sobre esta circunstancia y familiares. Además porque es un hombre al que no le gusta consultar mucho. Él y sus secretarios toman sus decisiones".
Como llegó a la política por un camino inesperado, el exalcalde de Medellín Alonso Salazar sostiene que el fallo que lo destituye e inhabilita por 12 años no es un daño en lo personal, porque no tiene pensado ejercer la política o presentarse a una próxima campaña.
Dice que ratifica sus acusaciones contra Luis Pérez. Y que se siente víctima de una arbitrariedad. Salazar habló con EL COLOMBIANO de los acontecimientos de esta semana que cambió su vida política.
Más calmado, aunque vehemente en su defensa, el exmandatario no dudó en afirmar que sabía que el fallo sería desfavorable.
"Yo ya sabía. Muy buenas fuentes en Bogotá me habían dicho que el fallo era condenatorio, que era de 10 años o más", dijo.
Dice que el proceso no lo ha dejado descansar, aunque ahora, como exalcalde, tiene más tiempo para su familia. Descartó que le hubieran ofrecido trabajar para un medio periodístico.
¿Qué representa el fallo para su vida personal y política?
"Yo lo veo en dos aspectos. Primero que lo afecta a uno en su carrera política, si se tiene esa vocación. En lo personal, para mí no es un gran daño porque no tengo previsto, en lo inmediato, presentarme a una campaña para el Congreso ni aspiraciones de ser otra vez alcalde. Llegué a la política por un camino inesperado. Siempre quise hacer un servicio y estoy satisfecho de haberlo hecho, pero se queda uno pensando: sigo o no sigo, porque esto desgasta mucho y hay gente que tiene vocación más clara y yo siempre sueño con la idea de escribir. La otra dimensión es la injusticia, que es ahí donde está mi disputa con la doctora Carreño, y es que ella, me parece y en eso coincido con los editoriales de EL COLOMBIANO, muy arbitraria cuando llamó a un proceso de indagación, en el manejo de los tiempos y en el alegato final. Pero sobre todo en la decisión tan desproporcionada, que hasta hay algunos de los que querían que me sancionaran, diciendo: se le fue la mano".
¿En la lectura del fallo hubo algún momento que le diera mala espina de que iba a ser desfavorable?
"Como ya dije, buenas fuentes en Bogotá me habían dicho que el fallo era condenatorio, de 10 años o más. Pero dije, es condenatorio y no tenía como mucha duda de eso, pero lo de 10 años... En la lectura de la argumentación, ella fue llegando a hechos y circunstancias como hablar de deberes absolutos. Uno no tiene deberes absolutos. Uno tiene deberes que se relacionan con otros y las normas, rangos, leyes constitucionales y ordinarias se entrecruzan. Cuando dijo que un alcalde no puede defender su nombre frente a la calumnia, porque al final de cuentas utilicé los trinos simplemente para defender mi buen nombre como una de las razones de la polémica. Cuando ella llegó a ese punto digo: ya no hay nada que hacer. Lo más grave es que deja un mensaje frente a las situaciones de orden público: que es mejor para los alcaldes, y eso es lo que se les va a recompensar, no hacer, no decir".
¿Por qué dice que el falló estaba listo desde noviembre?
"Me llamaron la atención dos cosas de esa providencia de llamamiento a la investigación. La primera la improvisación para un proceso de esta magnitud. No es Alonso Salazar: es el alcalde de la segunda ciudad de este país. El tamaño de la responsabilidad de sentar una providencia, en un proceso donde el nombre de un exalcalde aparece siempre mal escrito, donde a veces se me dice a mí que soy alcalde de Ibagué. Lo segundo es lo prejuiciosa. No dijo "Aquí hay una presunta conducta que vamos a indagar", sino "así fue", "así lo hizo", incorporando absolutamente toda la argumentación del quejoso. Entonces dice uno: esto ya lo que tenía es gato encerrado".
¿Tiene elementos que confirmen su percepción de que fue una actuación política?
"Son los hechos mismos. Que se discutan tanto tiempo las pruebas y que haya en la providencia final que improvisó, cosa muy extraña, también una manera de citar tan irregular, tan informal, en algunos casos mentirosa. Que los tiempos los haya marcado de una manera rápida y después ella misma se haya dado sus anchas para tomar decisiones. Todo eso son indicios que yo leo como el interés de una solución política".
¿Qué piensa cuando la Procuradora dice que hubo constreñimientos, pero no solo por parte de la campaña de Luis Pérez?
"Ella utiliza una serie de argumentos baladíes desconociendo las pruebas que se presentaron. Primero que tuve una información, que manipulé y que calculé el momento para presentarla en una fecha. En segundo lugar quiere hacer parecer que hubo acciones de grupos contra todas las candidaturas en la ciudad y que entonces yo solo denuncié una porque ese era mi interés político. Es una mentira, ella no tiene prueba de que haya habido gente de otras campañas haciendo constreñimiento. El único indicio que tuvimos e incluso lo mencionamos el de un candidato al Concejo en la Comuna 13 apoyando, supuestamente a Aníbal Gaviria, que también presionaba en el barrio, aunque nunca encontré suficiente sustento para decirlo. Es una argucia decir que fue en todas las campañas".
Han pasado cinco meses después de instaurada la denuncia contra Luis Pérez en la Fiscalía y el proceso sigue en la etapa de indagación preliminar. ¿Que piensa?
"Es un hecho que refrenda lo que nosotros hemos llamado silencio institucional. Aquí hay gente con unos niveles y reconocimientos en el mundo del delito que no tienen una noticia criminal. Aquí se han denunciado posibles malversaciones de dinero, detrimentos patrimoniales, corrupción en instituciones públicas que está investigando la Contraloría de la República, que en lo personal, no conozco ninguna actuación importante de la Procuraduría en esos procesos. Si hay algo que está marcando las urgencias de esas investigaciones, son intenciones políticas".
¿En estos dos meses por fuera de la función política qué ha hecho?
"Este proceso fue el que evitó que mi placidez fuera entera y mayor, aunque de todas maneras ha sido un tiempo en el que primero me dediqué mucho a María (la hija), antes de que empezara sus estudios en Bogotá. Segundo hay una cosa que me gusta mucho, caminar. Ahí tuve que discutir un poco por el tema de seguridad. También estoy dedicado a hacer un informe de la administración".
¿Ya empezó a escribir o tiene el tema definido?
"Tengo ideas sueltas en la cabeza, pero voy a esperar un poco más".
¿Es cierto que ya tiene oferta de una casa periodística?
"No es cierto. Yo espero que no me hagan el mal todavía de ofrecerme un puesto. No voy a chicanear de que me lo han ofrecido ni en lo oficial ni en lo privado ni en lo periodístico. He estado muy desconectado, muy en la vida familiar".
¿Entonces no es cierto lo de asesorar la Alcaldía de Quibdó?
"Eso sí. Es un propuesta que me entusiasma, que considero además como una responsabilidad con regiones que han sido castigadas por situaciones históricas de corrupción y uno puede ayudarles a levantarse un poco".
¿La inhabilidad no le impedirá esta asesoría?
"Esto es una cosa absolutamente gratuita".
¿Cómo ha visto el arranque del alcalde Aníbal Gaviria?
"No lo he seguido. Lo digo con toda sinceridad, entre otras muchas razones porque uno está aquí y empieza a percibir lo que el otro hace, a prejuzgarlo sobre cómo me está maltratando la niña que yo más quería y cómo está haciendo esto. Es el nuevo alcalde y él tomará sus decisiones".
¿Y el del Gobernador?
"Tampoco porque mis intercambios de comunicación con Fajardo han sido mucho sobre esta circunstancia y familiares. Además porque es un hombre al que no le gusta consultar mucho. Él y sus secretarios toman sus decisiones".