Con base en un reporte recibido a las 9:00 A.M. los bomberos de Bello rescataron tres cadáveres de jóvenes, entre los 20 y los 30 años, asesinados. Solo uno fue identificado.
Las autoridades policiales y de justicia investigan el hallazgo ayer de tres cadáveres en las aguas del río Medellín, a la altura del barrio Zamora, en jurisdicción del municipio de Bello.
En los bajos del puente que conecta las autopistas Norte y Medellín-Bogotá, cerca de diez rescatistas del cuerpo de bomberos de Bello lideraron la recuperación de los cuerpos. No había ni 200 metros de distancia entre los cadáveres en un sector plano y donde el río no estaba muy caudaloso.
Aún así, la tarea no era tan sencilla por la obligación de cumplir los protocolos de rescate y para evitar que una maniobra inadecuada ocasionara que el río de nuevo se llevara los cuerpos.
El primer cadáver fue sacado de las aguas a las 10:20 minutos de la mañana, 1 hora y 20 minutos después de que las autoridades recibieran el reporte de la situación.
Se trataba de un joven de piel morena, cabello algo crespo, de contextura delgada, de más o menos 1,75 de estatura y que vestía yin azul, camibuzo blanco con rayas negras en las mangas, tenis negros con pintas blancas y llevaba una cadena de plata en su cuello. Este joven, de edad entre 20 y 25 años, presentaba impactos de bala en el rostro y en el cuello.
Como no portaba documentos no se estableció su identidad y Medicina Legal determinará de quién se trata.
El segundo cuerpo fue extraído del río hacia las 11:30. Se trata de un joven de piel trigueña, con poco cabello por estar recién motilado, vestido con una pantaloneta verde debajo del bluyín, de tenis negros con rayas blancas, bigote incipiente, estilo candado, y tenía heridas con arma blanca. Como tenía billetera en el pantalón, se le hallaron documentos a nombre de Barón Alberto Villa Arboleda , nacido en 1981.
El más complejo
El tercer joven fue sacado del río hacia la 1:15 minutos de la tarde. Fue el rescate más complejo, pues aunque era visible desde las riberas, pues naufragaba atascado en una roca, era el sector de aguas más profundas.
Su pantalón -un yin azul- estaba remangado a la altura de los tobillos y una camiseta roja ya enredada en su cabeza por efecto de la fuerza del agua.
Incluso, cuando era halado por cuerdas hacia afuera, los lazos se soltaron de la camilla y hubo que repetir el operativo. Eran decenas los curiosos que observaban desde el puente.
Tenía zapatos cafés, tez trigueña, de unos 30 años, con el cabello rapado y el rostro marcado por varias heridas al parecer propinadas con arma blanca.
También presentaba un orificio al lado derecho del pecho, pero de inmediato no se estableció si era un impacto de bala.
Se calcula que los tres cuerpos tenían más o menos unas doce horas de muertos, por lo que se cree que los tres son víctimas de un mismo episodio de violencia.
ANTECEDENTES
SE DESCONOCEN CAUSAS DEL HECHO
Las autoridades desconocen el hecho que originó estos asesinatos. Aunque ayer en la mañana circuló la versión de que serían 5 los cadáveres, sólo se confirmó el rescate de estos tres. Henry Beltrán, comandante del Distrito Norte de la Policía, afirmó que el reporte del suceso se recibió a las 9:00 a.m. y de inmediato, con ayuda de Bomberos de Bello, se atendió el caso. "Al parecer, los cuerpos provienen del sur del Valle de Aburrá, pero es irresponsable emitir un juicio, decir que es por una causa determinada, por ajuste de cuentas, retaliación, acomodamiento de estructuras entre bandas u otra cosa", precisó el oficial y resaltó el hecho de que no todos fueron asesinados con el mismo tipo de armas.