El exsecretario de Productividad defendió los alcances del programa que creció a las nueve subregiones y destacó las alianzas logradas con el sector empresarial.
Con pulcritud y transparencia, y con el concurso de operadores y proveedores idóneos, se ejecutaron los recursos del programa Antójate de Antioquia en la pasada administración departamental.
Así lo planteó el exsecretario de Productividad y Competitividad, Maximiliano Valderrama Espinosa , al responder a los señalamientos que se le formularon en el Libro Blanco divulgado por el gobernador Sergio Fajardo.
El documento sostuvo que para el concurso de 2011 tuvo un presupuesto de 8.500 millones de pesos, de los cuales la promoción y la difusión se llevaron más de 348 millones, destinados más a fortalecer la marca que las empresas.
Según el exfuncionario, "la información es imprecisa" porque había distintos rubros en este programa que fue operado por el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia. Uno de ellos era el de promoción y difusión, en comunicaciones, que tenía un plan de medios.
Comparó que el programa Antioquia Compite tuvo un rubro igual o superior para promoción, pero no se le hizo ningún señalamiento.
En el caso de Antójate, dijo que se consiguieron contrapartidas para el programa por el 15 por ciento de los aportes de la Gobernación.
En criterio de Valderrama, es normal en estas actividades que haya una difusión como estrategia de posicionamiento de un programa que se convirtió en política pública.
Pero estimó que no es preciso decir que se gastó más en promoción de la marca que en el fortalecimiento de las empresas porque a cada uno de los 250 ganadores (en las categorías de alimentos, turismo y apuestas tecnológicas) se les hizo entrega no solo del reconocimiento a que tenían derecho, sino a capacitaciones.
Valderrama subrayó que el programa se articuló transversalmente con otras iniciativas de la Secretaría de Productividad como Antioquia Compite, que fue realizado con la Cámara de Comercio de Medellín.
Hubo otros de fortalecimiento empresarial adelantados con Fenalco, con Fundaunibán, con Microempresas de Antioquia, y con las cámaras de comercio de Urabá y del Oriente antioqueño.
Frente a la crítica por el valor del libro (diseñado y editado por Tragaluz Editores) que recogió el balance de Antójate de Antioquia, cuyo costo fue de 122 millones de pesos, para un valor unitario de 122.000 pesos, dijo que "valió cada peso invertido" y que su objetivo fue sensibilizar a diferentes actores económicos, públicos y mediáticos de lo que fue y puede ser el Programa para promover el desarrollo en las nueve subregiones.
En su defensa, dijo que el Programa se recibió en 2008 con el 77 por ciento de los ganadores concentrados en el Valle de Aburrá y entre 2009 y 2011 se desconcentró a todas las subregiones del departamento.