Escombreras, expendios de licor, talleres y compraventas son algunos de los negocios que invaden las zonas residenciales. El poco conocimiento de la ley es uno de los problemas.
El ruido hasta altas horas de la noche, el bloqueo de aceras, la entrada constante de mercancía, los espacios de cargue y descargue en las calles, el expendio de licor y el consumo de drogas, son algunas de las consecuencias que trajo el desplazamiento de ciertos negocios a las zonas residenciales de Medellín.
La comunidad de lectores de Zona C manifestó su preocupación por la transformación que están viviendo sus barrios y la afectación que esto tiene en el desarrollo de su día a día.
Uno de los habitantes de Laureles, que prefirió ocultar su nombre, denuncia que desde hace varios meses se instaló en el barrio una empresa textil que perjudica la movilidad y la tranquilidad de los vecinos durante los fines de semana.
"Al lado de este negocio se encuentra un Hospital de Coomeva y los ruidos no les permiten descansar a los enfermos. Además, la cantidad de carros y camiones no dejan espacio para las ambulancias que traen y llevan pacientes", dice.
El Departamento Administrativo de Planeación de Medellín explica que en las zonas residenciales solo pueden establecerse negocios que cumplan con el uso del suelo, es decir que no se permite la Industria, venta y consumo de licor, depósitos y bodegas de reciclaje, entre otros.
Jacqueline Sucerquia Cardona, presidente de la JAL de la comuna Laureles-Estadio, afirma que este tipo de denuncias se volvieron constantes y que al parecer esto se da por desconocimiento del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
La Secretaría de Gobierno, a través de sus inspectores, es la encargada de realizar los controles, para evitar la apertura de estos establecimientos.
El ruido hasta altas horas de la noche, el bloqueo de aceras, la entrada constante de mercancía, los espacios de cargue y descargue en las calles, el expendio de licor y el consumo de drogas, son algunas de las consecuencias que trajo el desplazamiento de ciertos negocios a las zonas residenciales de Medellín.
La comunidad de lectores de Zona C manifestó su preocupación por la transformación que están viviendo sus barrios y la afectación que esto tiene en el desarrollo de su día a día.
Uno de los habitantes de Laureles, que prefirió ocultar su nombre, denuncia que desde hace varios meses se instaló en el barrio una empresa textil que perjudica la movilidad y la tranquilidad de los vecinos durante los fines de semana.
"Al lado de este negocio se encuentra un Hospital de Coomeva y los ruidos no les permiten descansar a los enfermos. Además, la cantidad de carros y camiones no dejan espacio para las ambulancias que traen y llevan pacientes", dice.
El Departamento Administrativo de Planeación de Medellín explica que en las zonas residenciales solo pueden establecerse negocios que cumplan con el uso del suelo, es decir que no se permite la Industria, venta y consumo de licor, depósitos y bodegas de reciclaje, entre otros.
Jacqueline Sucerquia Cardona, presidente de la JAL de la comuna Laureles-Estadio, afirma que este tipo de denuncias se volvieron constantes y que al parecer esto se da por desconocimiento del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
La Secretaría de Gobierno, a través de sus inspectores, es la encargada de realizar los controles, para evitar la apertura de estos establecimientos.