Una llamada al 123 dio la alarma a la Policía sobre un paquete sospechoso en el deprimido de la carrera 80 con San Juan en donde, además, había una bandera distintiva de un grupo insurgente.
Las autoridades acudieron y acordonaron la zona. Eran las 5:00 a.m., todavía estaba oscuro y con poco tráfico, pero una hora después el caos fue mayúsculo y se extendió a diferentes barrios del sector.
Todos trataban de salir del atolladero. El desespero se apoderó de pasajeros del transporte público que se dirigían al trabajo y de particulares, especialmente de quienes le madrugan al pico y placa.
A los colegios del sector, Salazar y Herrera, La Presentación, Las Teresitas y el Corazonista, entre otros, muchos estudiantes llegaron tarde.
También se vivieron angustia y de pánico cuando los técnicos antiexplosivos de la Policía efectuaron dos explosiones controladas para determinar si el paquete contenía algún explosivo. "Al revisar la caja se concluyó que no contenía ninguna sustancia", afirmó el comandante de la Policía Metropolitana, general José Ángel Mendoza.
Esta situación, según el secretario de Seguridad, Arnulfo Serna, también fue aprovechada para generar pánico a través de las redes sociales con datos sobre otros dos sitios en los que supuestamente también había explosivos
El pasado 19 de marzo el mismo grupo guerrillero había dejado un paquete con 100 gramos de explosivo conectado de un cable a un celular, en el puente de la 4sur el cual fue detonado de manera controlada.
Las autoridades acudieron y acordonaron la zona. Eran las 5:00 a.m., todavía estaba oscuro y con poco tráfico, pero una hora después el caos fue mayúsculo y se extendió a diferentes barrios del sector.
Todos trataban de salir del atolladero. El desespero se apoderó de pasajeros del transporte público que se dirigían al trabajo y de particulares, especialmente de quienes le madrugan al pico y placa.
A los colegios del sector, Salazar y Herrera, La Presentación, Las Teresitas y el Corazonista, entre otros, muchos estudiantes llegaron tarde.
También se vivieron angustia y de pánico cuando los técnicos antiexplosivos de la Policía efectuaron dos explosiones controladas para determinar si el paquete contenía algún explosivo. "Al revisar la caja se concluyó que no contenía ninguna sustancia", afirmó el comandante de la Policía Metropolitana, general José Ángel Mendoza.
Esta situación, según el secretario de Seguridad, Arnulfo Serna, también fue aprovechada para generar pánico a través de las redes sociales con datos sobre otros dos sitios en los que supuestamente también había explosivos
El pasado 19 de marzo el mismo grupo guerrillero había dejado un paquete con 100 gramos de explosivo conectado de un cable a un celular, en el puente de la 4sur el cual fue detonado de manera controlada.