El arzobispo de Medellín, habla de la fe, de la Iglesia Católica, el Papa y la paz en Colombia.
Lleva dos años como Arzobispo de Medellín. Habla pausado a pesar de la vitalidad que tiene, la misma que le permite trabajar los siete días de la semana para atender las cuatro vicarías sobre las que se estructura la Arquidiócesis de Medellín, que se expresan a su vez en 340 parroquias.
En este tiempo, monseñor Ricardo Tobón Restrepo escasamente ha ido dos o tres veces a cine porque el tiempo no le alcanza. Apenas comparte los cumpleaños de sus familiares y una que otra tertulia que suele hacer esta numerosa familia.
En entrevista con EL COLOMBIANO, el Arzobispo habla de la fe, de la violencia, la familia y la juventud, de la Iglesia Católica, el Papa y la paz en Colombia.
¿Cómo ha sido acogido en la Diócesis?
"Muy bien. Lamento no poder hacer presencia con más frecuencia en todas las parroquias, como quisiera".
Dentro de su misión ¿a qué temática en especial o sector le da más énfasis?
"Hay un plan de trabajo pero como en todo, hay que atender primero las emergencias. En este momento a la iglesia le interesa de un modo particular lo que se está llamando la nueva evangelización. Esto significa proponerle a la gente, no solo a los católicos sino también a los alejados de la iglesia o a los que están en el mundo de la indiferencia religiosa, el evangelio con nuevas expresiones y métodos".
¿Esa es ahora la gran tarea de la Iglesia?
"La gran tarea de la Iglesia ahora es la nueva evangelización. En la Arquidiócesis estamos trabajando fuertemente este tema, formación de laicos para que lleguen a todos los ambientes con este anuncio del evangelio. Junto a la evangelización la iglesia tiene todo un trabajo social, muy grande, que no se conoce.
Cada parroquia tiene alguna obra social: también tenemos trabajos de respuesta a este momento de conflicto en el que vivimos, como un centro de reconciliación donde damos talleres para enseñarle a la gente a perdonarse y a perdonar. Tenemos una institución que quiere sacar los jóvenes de la violencia y en convenios con el Sena y los institutos formarlos, capacitarlos y después presentarlos a las empresas para integrarlos al mundo laboral. Tenemos cerca de 2.000 niños acogidos en las casas de asistencia. Y está también el trabajo de ayudarle a la comunidad con todo el servicio que prestamos para que cada persona se encuentre con Dios".
¿Cómo ve el ambiente moral en Antioquia y en Medellín?
"Podríamos decir que una de las crisis del mundo de hoy no es tanto la económica o las problemáticas sociales que vivimos sino una crisis ética. El mundo de hoy tiene dificultades para encontrar el comportamiento justo. Son periodos interesantes pero complejos donde la humanidad tiene que reacomodarse. Y allí, en esos periodos, la parte ética sufre mucho. Por eso uno puede pensar que realmente tenemos problemas éticos en el mundo y en nuestra sociedad. Cuando vemos la situación de la familia, la situación laboral y social nos damos cuenta que nos están faltando valores, que tenemos problemas para renunciar al egoísmo y para convivir, para encontrarnos y caminar juntos. Aquí lo que está faltando precisamente son convicciones, principios y valores que nos guíen. En algunos aspectos uno diría que estamos en una sociedad moralmente enferma".
¿Y dónde están los médicos que deben atender esta enfermedad?
"Los médicos tenemos que ser todos. Los primeros tienen que ser los padres de familia que tienen que transmitir amor, vida, responsabilidad, honestidad".
¿Cómo ve el proceso de paz en Colombia?
"Seguimos caminando, no siempre al ritmo que queremos y no siempre en la orientación que todos deseamos. En un país de tantas cabezas hay distintos gustos, diversas opiniones y propuestas. Pero hemos ido avanzando. Hemos tenido periodos de contradicción, ensayamos el diálogo, entramos después en la represión armada, volvemos a intentar el diálogo, porque nos ha faltado una política de Estado y dependemos, con mucha frecuencia, del proyecto político de un gobernante que termina con él. Sin embargo, el camino histórico del país va avanzando y ciertamente logros ha habido. Y todos los momentos de este esfuerzo van contribuyendo a que los colombianos aprendamos a convivir y a construir un país juntos".
¿Cuánto nos falta?
"No sé, si seguimos sufriendo y padeciendo la violencia. El conflicto está ahí, está evolucionando. El país en algunas partes se acoraza y se defiende, en otros tolera y en otros medio logra conducir ciertos cambios. Como se dice, la esperanza es lo último que se pierde. Tenemos que mantenernos en la esperanza".
Esta semana el Papa entronizó a 22 cardenales y solo uno era de Latinoamérica. ¿Qué pasa con los cardenales colombianos?
"En este momento el Papa no ha hecho cardenal a monseñor Rubén Salazar porque todavía vive monseñor Pedro Rubiano , y está aún en la edad de poder participar en un cónclave en caso de que muriera el Papa. El número de cardenales es siempre de 120, menores de 80 años, porque son los que pueden participar en el caso de un cónclave. Dentro de estas condiciones entendemos por qué, en varias sedes cardenalicias de América Latina, no era el momento de nombrar cardenal".
¿Qué hay de cierto queel Papa está enfermo?
"Que sepamos está muy aliviado puesto que va a hacer dentro de 20 días un viaje a México y a Cuba".
El teólogo Hans Küng, que estuvo excomulgado, había dicho en los años 80 que la Iglesia tenía que abrir horizontes en temas como el celibato, los anticonceptivos; que de seguir en la misma línea se podía caer.
"Hans Küng no ha sido excomulgado nunca. Se le prohibió enseñar teología en una universidad católica, precisamente, porque había tomado tanta distancia con la Iglesia Católica. Pienso que la iglesia tiene que abrirse al mundo de hoy. En estos puntos concretos: sacerdocio para las mujeres.... Muchos de estos temas no son esenciales a la vida de la iglesia sino simplemente disciplinarios. Sin embargo, basta una pequeña reflexión: la iglesia anglicana tiene todo esto: el sacerdocio de las mujeres, el matrimonio de los sacerdotes, la apertura en diversos campos de tipo moral. Y el resultado es la desintegración, la deserción de fieles, incluso hacia el catolicismo".
PARA SABER MÁS
DOS AÑOS AL FRENTE
Monseñor Ricardo Tobón Restrepo lleva ya dos años al frente de la arquidiócesis. Reemplazó en el cargo a monseñor Alberto Giraldo Jaramillo.
Su trabajo está enfocado en la nueva evangelización, que es la nueva tarea de la Iglesia.
Nacimiento: Ituango, 8 de mayo de 1951.
Consagración: noviembre de 1975, en la Catedral de Santa Rosa de Osos.