Mientras la fuerza pública hace todos los esfuerzos para rehabilitar por completo el paso de vehículos por la troncal a la Costa Atlántica, entre Tarazá y Caucasia, en esta última población del Bajo Cauca se viven las consecuencias de una semana del paro minero con alzas en los alimentos y productos de primera necesidad.
Después de una semana de mediana actividad comercial, al comenzar la tarde de este miércoles la mayoría de establecimientos comerciales volvieron a cerrar por el temor de algún desorden y a la espera de que fructifiquen las conversiones entre los voceros del Gobierno y de las organizaciones de mineros.
En los supermercados que abrieron en la mañana fue visible el desabastecimiento de alimentos. En almacenes Éxito estaban vacíos los estantes de legumbres, frutas y verduras, mientras que en la plaza de mercado se presentaban reclamos de los compradores por el costo de los productos.
El comandante de la Regional 6 de Policía, general José David Guzmán, sigue al frente de las acciones para garantizar la reapertura de la troncal y permitir el paso de la carga que estaba represada antes y después de Caucasia. Según el alto oficial, en la carretera ya no hay obstáculos para transitar.