Los miembros de esos grupos saltaron las "fronteras invisibles" y ahora quieren apostarle a la convivencia en Belén Rincón.
"Estamos cansados de las fronteras invisibles", dice un muchacho que, por lo que se puede ver, está lejos aún de hacer los trámites para sacar la cédula. Con sus dedos sostiene un cigarrillo de marihuana que aprieta para darle una aspirada profunda. Interrumpe: "ya no queremos muertos, por eso estamos aquí".
La noche en Belén Rincón es diferente el lunes. Parece un festival, la gente se asoma a los balcones, los 'pelaos' están reunidos, los de uno y otro bando, pero no se provocan, no se amenazan. Aparentemente no hay armas, hasta se saludan.
"¡Ave María., hace como dos años y medio no estábamos así", dice otro joven, pegado a una reja de la placa polideportiva de Belén Rincón. Son muchos, más de doscientos a cálculo de ojo. La disputa es por aclarar de una vez quién dispara primero... con rumbo de gol.
Los 'combos', mejor los equipos, parten diferencias. A eso de las 8:00 comienzan simultáneamente los partidos en la cancha de fútbol y en la de micro. "Yo le juego, pero sin cámaras. A mí no me tomen fotos", advierte uno de los improvisados futbolistas. Sin duda no quiere fama, es entendible.
Hace meses no se reúnen tantos muchachos alrededor de la cancha. Pasar una de las múltiples fronteras en este sector de la comuna 16 podía redundar en un disparo, en un día malo, la propia muerte.
"Nos dieron la orden hace días. Que hiciéramos la paz, y eso se cumple", dice un espectador. "Volvieron a entrenar como 16 niños que no venían hace tiempo", comenta un instructor que a diario trabaja en la misma placa polideportiva.
No se sabe quién dio la orden. Los muchachos aseguran que todo fue aprobado por los 'jefes', nadie sabe dónde están, ni quiénes son. Por lo menos eso afirman. Saben que hay que firmar el pacto con fútbol.
'El partido de la paz' como dijeron que llamarían la jornada, se extiende casi hasta la medianoche. No hay premios para los ganadores, o tal vez sí. En adelante van a poder transitar por cuatro barrios sin tener problemas, con el compromiso tácito de tampoco crearlos.
Rumor como 'pólvora'
"El sábado pasaron los muchachos diciendo que se acababan las fronteras, que iba a jugar un partido. Eso se regó como pólvora. Los veía uno ya el domingo 'parchados' en las esquinas donde no podían estar nunca", cuenta una vecina.
No fue rumor. Los combos del 'Ñeque', 'Barrio Bolsa', 'La Cancha' y 'La Capilla' dijeron que querían la paz en El Rincón.
A cuadras, aseguran, sí hay otras "fronteras", por ahora insalvables. Ir a Altavista, e incluso a Buenavista, no es garantía de seguridad para ellos.
"Ojalá nos dure", remata la vecina, asomada en el balcón.
OPINIÓN
NO PARTICIPAMOS DE ESAS OPCIONES
"Conozco muy poco del tema. El partido de fútbol estaría relacionado con un pacto.
Como Alcaldía de Medellín no participamos de esas opciones.
Nosotros creemos que es el Gobierno Nacional quien debe, en su momento, tomar cualquier decisión sobre avalar o no los pactos o las negociaciones.
Mientras tanto seguimos actuando como siempre lo hemos hecho, con el ejercicio de la autoridad en toda la ciudad.
Es lo único que podríamos comentar respecto a ese tema".